Federico Henríquez Grateraux expresa en uno de sus ensayos que aquellos que quieren escribir y no encuentran el tema para hacerlo es porque no han dejado que la vida les penetre por los poros. En este sentido, se puede afirmar que Freddy Bretón se ha permitido esta aventura, dado la diversidad de tópicos que componen su antología poética: Poesías completas. Es tan extensa que podría dividirse en tres macro categorías temáticas aproximadamente, ellas son Canto a la naturaleza, al mundo circundante y su propio trajinar por la vida; esta última, marcada por los tópicos vocacional y social.
Dado el carácter simbólico de la poesía, sus complejidades de construcción en el cerebro que la produce y la demanda de altos niveles cognitivos del que la consume y la disfruta, le hemos tomado la palabra a Louise Rosenblat en su teoría transaccional de la lectura, cuando afirma que un texto no tiene sentido hasta que el lector lo decida. De aquí, ha surgido la osadía de interpretar la basta y diversa obra poética de Freddy Bretón.
Al igual que sus versos libres y melódicos brotan la naturaleza y la vida, desde su pluma para ser apreciadas por los sentidos del lector. Las misma que prodigan el aire, los colores y sabores, brota su esplendor, donde otros quizá pudieran ver monotonía o simples ciclos que se cierran de forma fría y sin ninguna gracia. La vida se explaya en lo que él llama El libro de las huellas.
En su canción de hoy para mañana, llama al hombre a vivir el presente, a sentirlo, a ser consciente de cada instante de su existir, sentir la vida que late en su pecho. A actuar con ímpetu, que al fin legará al mundo lo construido con sus hechos, su actitud activa al transitar por el plano terrenal.
Abre tus alas y levanta el vuelo,
Que al fin solo habrá ojos para ver
El universo de tus pasos florecidos.
La analogía es uno de los recursos usados en su poesía, con maestría, pero perceptible al lector. Son tan variadas y originales que producen la sensación de pasearse por un idílico bosque natural sin más propósito que el sentir. Ejemplo de algunas.
Sobre la lluvia fina.
Se establece entre las bondades de la lluvia para la tierra y cualquier transformación del sentir humano, fruto de la interacción con sus congéneres u otro ser físico o espiritual.
Fuiste para mi
La lluvia fina
Que en silencio empapó
Mi tierra toda:
Las dunas de mi alma
La aridez de un corazón erosionado.
Girasol.
Llama a la libertad, autenticidad y la originalidad que debe poseer cada ser para sentir la plenitud, la felicidad al vivir.
N o te desveles por saber si el ecuador está cerca o está lejos
Ignora meridianos, disloca paralelos,
Que nadie te señale norte
Invéntate, tus puntos cardinales.
Como ya se dicho, la vida es un tópico fundamental, si no, el centro en la poesía de este autor, varios poemas la cantan desde diferentes perspectivas, ya sean, los factores que la componen o las especies que la alimentan. Algunos ejemplos lo confirman.
Itinerario
Canta a todos los factores culturales que componen una vida desde su origen hasta la muerte.
Provengo de la vida,
En su fluidez entierro mis raíces
Y por el crisol de la muerte
marcharán mis pasos
hacia la vitalidad más acendrada.
Caña quebrada.
Refiere a la siembra de la caña, al proceso de sembrado y crecimiento, poco apreciado, pero fértil.
Rotura y barro
Caña partida
Cosa olvidada
Alma perdida
Nada y vacío
Que ansía la vida.
Esas paredes, amigo.
Invita a abrirse a lo nuevo, dejarse conquistar por la naturaleza, las ideas nuevas, las personas, la apertura a sentir las experiencias.
Afuera pasa la vida
Y sucede que estás dentro.
Señor que de mil partes
Reconoce y escucha a Dios en y desde todos los elementos naturales o espirituales que dan origen a la vida, lo espiritual y humano, lo físico y natural.
Vine de soledades
y de quejidos lentos
de lágrimas postreras
de aves y lamentos.
A una garza solitaria.
Reconoce la tristeza que produce la soledad en una garza, pero también el apoyo del viento y la promesa de una nueva bandada. Se podría afirmar que es el mismo proceso de la vida humana en crecimiento. La tristeza y la alegría, lo dulce y lo amargo, la desolación y la esperanza.
Ya se va oscureciendo
La nieve de tus plumas
Ye el rayo de tus ojos mortecinos
Pero el viento sabe de tus cuitas,
Manojito de nieve pesarosa;
Él será cálido viento en tu contorno,
Soplo vital para tu alma entumecida.
En fin, esta parte de la antología de Freddy Bretón podría despertar la sensibilidad en el hombre posmoderno cada vez más automatizado. Un hombre que experimenta el miedo de perder su esencia a causa de los avances tecnológicos. Un hombre abrumado por la incertidumbre frente a un futuro cada día más cercano, que siente la obsolescencia en su carne y en su espíritu. Este que no ve el sol, devorado por las largas horas de trabajo. Esclavo de las pantallas, en una angustiosa carrera por el comprar y vender, que lo deja agotado sin sentir la vida. Es recomendable para cualquier ser, en especial para los jóvenes, a quienes les ha tocado vivir en tiempo que se torna totalmente impredecible el próximo minuto, que los valores y las utopías han sido cambiados por un pragmatismo asqueante, que les arranca las posibilidades de sentir y de soñar.
Andrea Teanni Cuesta Ramón en Acento.com.do