Es una de las fundadoras del taller del recinto Santiago de la UASD, también la que llevó a Juana García. Estudió una licenciatura en Derecho, siendo una joven dirigente estudiantil preocupada por los problemas sociales de su país. Muestra de eso, queda evidenciada en su poema Buscando un mundo mejor, aunque en su interior alberga una terrible soledad de tristeza y abandono. En los textos de ella, que ahora publicamos, observamos a una mujer adolorida por todas partes, donde su único reparo es el vacío y el olvido, que lleva a cuestas en su alma y en su vida.
Busco un mundo
Busco un mundo más allá
del infinito de sueños extraviados.
Busco la sonrisa de la inocencia
donde la esperanza vierta
perfumes de lirios.
Busco el silencio del alma
que camina entre palomas
perdidas.
Busco la mirada de ojos tristes
que colmaron el alma de la patria libre.
Aroma
Aún puedo oler el perfume
de tu piel, sin que estés conmigo,
en tu recuerdo vivo.
Te tengo, aunque no te toques,
porque el calor aún distante
me quema.
Eres tú, sol a quien sin mirar he sentido.
¿Cómo quisiera penetrar en tu esencia?
Aunque en el instante moriría de suspiro.
Al margen del abismo
Caída me encuentro olvida
de la vida, pérdida en el tiempo,
ya no sé ni adónde voy,
ya no sé ni lo que siento.
Vana ilusión pérdida:
pasajera en el tiempo,
sin distancia, sin media.
Sensación de otoño
en mi mente ya vacía,
aun estando plena
la primera no sé de ti alegría:
mi cuerpo se sumerge
en una honda pena
en cada amanecer, en cada día.
Me han deshecho la vida,
dejando al margen
de un abismo mi alma:
no podré abrigar ni destilar
una sola dicha,
porque mi alma está sola y vacía.[1]
Experiencia
En el taller, hemos tenido la oportunidad de conversar con escritores y recibir sus orientaciones literarias en cuanto a la lectura y creación. Tengo varias experiencias importantes con literatos, como Francisco Jerónimo, quien me recomendó hacer modificaciones a mis poemas. Mi estadía en el taller ha sido de crecimiento espiritual e intelectual. Tal como escribí en una ocasión, la palabra es eterna, ya que no termina con el escritor.
ALEJANDRA YUDELKIS VÁSQUEZ DÍAZ
Nació en Santiago de los Caballeros en 1972. Sus padres son Bienvenido Antonio Vásquez (fallecido) y María Esperanza Díaz. Es fundadora del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón.
Tiene una licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, obtenida en el año 2009. Está casada con Ernesto Vargas, con quien ha tenido a Alephany, Alainy, Ernesto Alexander y Manuel Ernesto. Durante su tiempo como estudiante en el Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA), fue miembro activo del FELABEL, ocupando cargos directivos. Desde pequeña ha sentido una gran inclinación por la escritura, la lectura y la música.
[1] Vásquez, A. (1995). Al margen del abismo. Voz Literaria, pág. 3.