En un PH al revé. En 25 de lo verde lo compré. Yo te prendo como un pre con la bala que compré.Yo soy má letal que Curry cuando la  va a tirá de tré. Al que estaba invicto en paja, ustedes le ganan. A mí me lo maman subiendo loma en el Can-Am (Letra de Rico Feo de El Alfa).

Tras disfrutar de un tapón de hora y media desde mi trabajo al sector donde vivo.  Nivel diez de carro público de la Bolívar a la Privada, igual que mi relato en Marginalia, Esta vez sin pica pollo y un haitiano parlanchín.

Una larga gira urbana que incluía el pregón radial de un tal Adonis.  Adonisssss, Adonisssss,  a cada rato, como si Adonissss  fuera la gran vaina de la locución y había  que aprenderse su nombre bien machacao.

Una hora y media sin poder escapar del mamey Sonata, aguantando la variedad de conversaciones. Todas pendejas y circulares entre el chofer y los pasajeros, y yo callao.

Leonel si jode, por qué no se calla, Alofoke tuvo la culpa, ese aqueroso. Tó tá caro, ¿y los frentes fríos cuándo vienen?

Déjame cuando cruce, chofer.  Para espantar el chorro de verborrea y disipar   la tensión de ser peatón en Santo Domingo, la Esquizofrénica de América.  decidí sentarme en el colmado clase media de por mi casa.

Me siento en la primera silla Presidente que encuentro en la fachada del colmado. Un delivery se me acerca a preguntar lo que quiero. Su pinta de bermudas negras, tenis rojos y gorra más grande que su cabeza, con una foto por delante del rapero norteamericano SnooP Dogg ,  contradice a mi pinta de guayabera blanca, pantalones y zapatos negros y un carnet que delata la fortuna mis días.

El deli no deja de moverse. Parece que está conectado a un enchufe, a un juego de baterías.  Bajito , moreno , me pregunta si vivo por aquí, le digo que sí.

  • Ah ok
  • No entiendo la pregunta, le digo. Me pongo chivo, uno nunca sabe con esta juventud de ahora.

-Tranquilo , patrón, se adelanta a decirme como si leyera mis pensamientos. Algo me motiva a seguir la conversación.

– ¿A qué tu aspiras en la vida?

-Yo? A la soledad que aburre, pero no traiciona. La vuelta e la soledad, patrón.

– Y tú no estudias?

– Pá qué. Yo hago mi diligencia y con eso compré mi solal. Yo solito. Yo namá fumo yelba. El perico me pone bruto. A mi abuela lo má grande, de la mía, patrón, me la mataron de un tiro en la Ovando.  Un bobete entre capo, ella era friturera. Le tocó a ella morilse.

– Y entonces

– Entonce qué , patrón, ná, ¿le traigo la celvesa?. Bohemia mediana me dijo.

– Si, ok.

Otro algo me dijo, descansa, y no sigas preguntando.