Patria y amores del ayer, de Alex Ferreras y Giovanni Di Pietro

La función principal de un antologador, es la de saber, muy bien, qué es lo que desea antologar, y, después, disponerse a seleccionar los trabajos que, según su criterio personal, responden a los cánones  que, de antemano, ya se ha prefijado. De él, a nivel personal, depende la selección de tal o cuál material a difundir.

En este caso, tenemos una Antología poética que, bajo el título de "Patria y amores del ayer"(Antología poética, 1903-1921), organizada por los investigadores y críticos literarios, doctor Alex Ferreras Cuevas y el doctor Giovanni Di Pietro. (Editora Unicornio, San Juan Puerto Rico y la editora Búho, y la editorial Santuario. Santo Domingo, República Dominicana, 2022. Con 129 páginas).

El espacio histórico que sirve de marco delineador, para que los antologadores registren su selección, no es algo al azar, se trata del año 1903, lo cual indica la entrada del siglo XIX, época en que, como respuesta a los problemas provocados por los ideales de la "Ilustración", aparece el Romanticismo, como respuesta a la crisis de los ideales de la Ilustración, surge en la primera mitad del siglo XIX , el Romanticismo, el cual, como movimiento cultural y artístico,  prioriza la imaginación, la fantasía y los sentimientos, frente al razonamiento del sujeto.

En el 1903, nuestro país vivió una época histórica de constantes conflictos políticos internos, y esto, conllevaba a los creadores a asumir su responsabilidad social o a adueñarse de un discurso aislado de las realidades sociopolíticas y/o estéticas del momento, con la finalidad de evocar una estética sustentada en la expresión las emotividades espirituales o románticas del Ser.

Hago estas aclaraciones, para que se pueda tener una idea de la estructura interna de esta antología poética, la cual consta de una introducción (pág. 17) y una serie de poemas escritos en el 1903. De ahí que los antologadores seleccionaron el poema "Himno escolar", de Federico Henríquez y Carvajal (pág.28); el poema "Lamento", de Porfirio Herrera (pág. 30); "Mi amada", de Publio G. Castro, y el poema titulado " "Patria", de Pedro M. Archambault.

Los antologadores van cumpliendo un ordenamiento temporal que abarca del 1903, al 1921, en la escogencia de sus poemas, para presentarnos un panorama descriptivo de cómo y de qué manera, las diferentes voces poéticas de nuestro país, se manifestaban, desde esta selectiva muestra de poemas de nuestra literatura dominicana del siglo XIX.

Es una obra que necesita ser llevada con cierta visión analítica, más allá de los ideológico y los principios éticos de los sujetos creadores, por lo que amerita de un estudio discursivo y estético de cómo los autores dominan la lengua en cada uno de los poemas escogidos en esa antología y saber cuál es su compromiso con el dominio de las metáforas y con el dominio del ritmo en cada poema. La anécdota y el contarnos la historia desde la literatura,no es suficiente.

De todas maneras, en esta antología hay un valor que debe ser puesto en evidencia en, y fuera de los espacios áulicos, me refiero a que debe ser llevada al estudio no solo de "los criticos", sino de los discentes o de los lectores comunes, para inducirlos al razonamiento y a convertirse en cómplice de la necesaria dialogía que debemos tener con el texto, para desentrañar sus múltiples universos poéticos, en este caso.

Esto me recuerda una reciente conversación que sostuve con el poeta Pedro Pablo Fernández, en el sentido de que en la literatura dominicana hay muchos entuertos que debemos debatir y desmitificar. Desde una antología cómo esa, tenemos el caso del romanticismo en nuestro país, y saber cómo  llega al país y desde cuáles voces poéticas nos llega (¿?), entre otros aspectos que todavía están en duda y necesitan ser debatidos en busca de bases de sustentación científica y analítica.

Los antologadores defienden la idea de que en estos poemas aflora lo patriótico y los enfoques propios del romanticismo, de ser así, hay que buscar en estos poemas las características más aproximadas a ese movimiento literario que traspasó la poesía.

No olvidemos que, en la literatura,  el romanticismo se caracteriza por las siguientes características en su discursividad poética:

  • Individualismo: el arte y la literatura se convierten en expresión del yo, de los sentimientos.
  • Irracionalismo: frente al racionalismo ilustrado, el Romanticismo valora todo lo no racional, como emociones, sueños, fantasías…
  • Defensa de la libertad: en la política, la moral y el arte.
  • Idealismo: los románticos buscarán ideales inalcanzables en todos los aspectos, en especial el amor, lo cual les conducirá inevitablemente al choque con la realidad y al desengaño.
  • Además, el nacionalismo: frente al espíritu universalista del neoclasicismo, los románticos valoran los rasgos diferenciales de su país, recuperan su historia, sus costumbres y su cultura.
  • Exotismo: el rechazo de la sociedad moderna lleva al romántico a evadirse, a ambientar sus obras en épocas lejanas (Edad Media) o en lugares todavía no dominados por la civilización europea (Oriente, América).
  • Espíritu rebelde y juvenil, frente a la madurez racionalista y moderada del neoclasicismo.
Una de las tantas interrogantes que nos deja esta antología, es preguntarse, están esas líneas poético-filosoficas en los poemas seleccionados?
Qué puedo hacer con esta obra, como lector o como maestro, dentro y fuera de los espacios áulicos?
Desde aquí, puede llevar a los discentes a conocer nuestra historia,como país subdesarrollado y dependiente?
 
Es posible construir nuevas realidades poéticas, desde esta antología poética?
 
Si puedo hacer eso, entonces se trata de un trabajo que conlleva a la búsqueda de nuevas vertientes en las funciones de los antologadores, como trabajadores que aportan a la organización y pertinencia de las producciones de nuestros autores.