Durante más de una hora y media consumo las imágenes de Papicha y, a decir verdad, no puedo evitar sentirme más que conmovido con las cosas que me presenta, a pesar de haber digerido otras propuestas con tópicos similares. Se trata de una ópera prima en la que su directora, Mounia Meddour, elabora con mirada crítica y cierta sutileza un texto sobre la lucha de la mujer en los tiempos de la opresión patriarcal del radicalismo islámico durante la guerra civil argelina, logrado con una actuación de mucho peso emocional de Lyna Khoudri.

Se sitúa en los inicios de la llamada "década negra" de los años 90 en Argelia y narra la historia de Nedjma, una joven que se aloja en la universidad de Argel y aspira a ser diseñadora de moda, donde a veces por la noche suele salir a divertirse en las discotecas con su mejor amiga Wassila, mientras las periferias de su mundo se derrumban lentamente por el auge de la guerra civil que toca la puerta para colocar los panfletos del fundamentalismo islámico más radical que predica con intolerancia las enseñanzas de la misoginia, el machismo y el sexismo en nombre de su dios. Nedjma, tras un suceso trágico que cambia su vida, se endurece hasta que su determinación la convierte en una mujer que se opone al aparato de dominio y de violencia que ejercen los supuestos ejércitos de liberación, confeccionando desde su habitación vestidos blanquecinos con las hiyab que una vez estuvieron manchadas de sangre, con el fin de presentarlos en un desfile de moda como acto simbólico de resistencia contra las prohibiciones impuestas por el régimen de los inmorales con kaláshnikov. Las telas de las "papichas" metaforizan la pureza de las mujeres inocentes.

A través de una cámara bastante sutil que emplea ocasionalmente el primer plano, Meddour captura con eficacia el clima sociopolítico argelino de los 90 y el fuerte sentimiento de opresión que vapulea la dignidad de esa protagonista que, junto a sus amigas, solo desea un atisbo de libertades femeninas para encajar en la sociedad que se desmorona a pedazos por la guerra que ocurre fuera de campo, evitando los golpes bajos ni el patetismo innecesario aunque a veces coloque algunas escenas previsibles para complementar el asunto que critica la putrefacción moral masculina de una parte del pueblo argelino.

En pocas palabras, utiliza la tragedia de la protagonista para ilustrar la fragilidad de la mujer argelina que pelea para exigir sus derechos y no perder su independencia a causa de los conflictos sociopolíticos que segregan el país con redes de alambrados. Pero lo consigue, sin duda, con una interpretación sobria de Khoudri, quien con una gestualidad bastante orgánica comunica la impotencia que se dibuja sobre el rostro de su personaje, añadiéndole profundidad cuando ríe, llora y se enfada. También la secundaria Shirine Boutella como la extrovertida amiga que comprende los límites de la confianza. Con ellas, el retrato feminista siempre me parece crudo y conmovedor.

Ficha técnica
Título original: Papicha

Año: 2019
Duración: 1 hr 46 min
País: Argelia
Director: Mounia Meddour
Guion: Fadette Drouard, Mounia Meddour
Música: Rob
Fotografía: Léo Lefèvre
Reparto: Marwan Zeghbib, Lyna Khoudri, Shirine Boutella,
Calificación: 7/10