No es común el pase de lista que ahora propongo. Conocer una obra literaria y valorarla no es solo decir, como es habitual en muchos lectores, “ya la leí”. Es bucear en las profundidades de los textos hasta descubrir las pepitas de oro , como cuando vemos y escuchamos a Juan Bosch contar sus personajes; nombrar las criaturas de sus cuentos.
Bosch es un gran hacedor de caracteres con sólo asignar nombres.Conozcamos esos apodos y esos cuentos, como parte del entorno familiar que cada uno de nosotros reproduce cada día. Al leerlos, los escucho como un eco de mí mismo. Al leer, y sobre todo al escuchar esos nombres me siento estremecido por una tragicómica e incontenible hilaridad . ¿Verdad que muchos de los apodos son jocosos, simpáticos y hasta ridículos? Es que así de raros forman parte de nosotros mismos, como la gente de nuestros barrios y nuestros campos.
Ahí está la nómina de los personajes en la mayoría de los cuentos:
La mujer:
Quico, Chepe, la mujer
Dos pesos de agua;
Remigia, Rosendo
La verdad:
Quique, don Aspacio
El resguardo:
Piloncito Piloncito,Tino, Mingo
El cobarde:
Fano, Meco, Monsito
La revolución:
Cholo, Toño, Deogracia, Tonila, Pirín
El Abuelo/Papá Juan
Abuelo, Papá Juan, Minguito, Nico, Vicenta
Sombras:
Telo, Minguito, Fiquín
El alzado:
Juan Antonio, Moro
La pájara:
Chilín, Nelio, Malico, Taquito, Felo y Fellé
El algarrobo:
Lico, Clemencia
Forzados:
Bolito, Amalio, Ninina, Viguín, Ricardo, Nelia
El cuchillo:
Saro, Negro, Ulogia
Cundito:
Cundito, Querito, Chucho, Genén, Masú,
Quintina, Ceíto, Gumersinda, Micafaíto
Guaraguaos:
Bucandito, Juan, Viejo Valerio
La sangre:
Nelico, Tato, Genjo, Balbino
Lucero:
José, Filo, Mayía
Lo mejor:
Tilo, Sico, Nano
San Andrés:
Guarín, Toño, Yayo, Eloísa, Andrés Segura,
Nandito, Fello, Rogelio, don Antonio
La negación:
José Dolores, Eufemio, Cunda, Ufemio, Lolito
Camino real:
Floro, Selmo, don Justo, Silvano, Liquito,
María, Prieto, Juan
Los amos:
Cristino, don Pío, Herminia
En un bohío:
Teo, Minina
Luis Pié:
Luis Pié, Valentín Quintero
La Nochebuena de Encarnación Mendoza:
Encarnación, Mundito, doña Ofelia,
Nemesio, Solito, Pomares
El funeral:
Don Braulio, Joquito
Rumbo al puerto de origen:
Juan de la Paz, Rosalía, Gallego
La desgracia:
Nicasio, Magina, Inés, Manuel, Ezequiel
El hombre que lloró:
Juvenal Gómez, Ontiveros, Régulo
Victoriano Segura:
Victoriano Segura, José, Abud
La mancha indeleble:
Sin nombres de personas, el Partido
El indio Manuel Sicuri:
Manuel Sicuri, Jacinto Núñez, María Sinsa
Señor Dios, María, San Gabriel, Gaspar
Cuento de Navidad:
Melchor y Baltasar
Todo un hombre:
Yeyo, Vicente Rojas, Eleodora
Fragata:
Fragata, doña Ana, don Ojito, Pepe, don Pedrito
Dos amigos:
Duck (nombre de perro)
Un niño:
Un niño (sin nombre)
La lista es infinita. Bosch jugaba a sumar figuras, a agregar marcas y señas de humanidad atadas a una designación, a un nombre, que por lo regular es un apodo. Los apodos que pueblan sus cuentos de estos antes y después del exilio son extraídos de la tradición dominicana.
En los demás cuentos que no incluimos en esta lista los nombres de pila son más frecuentes. Los más importantes son: Justo, Balbino, Damián, Maravilla, Quin, Felicio , Julián, don Anselmo. Sin embargo, se mantiene el patrón de los apodos, con algunas variaciones.