(Ilustraciones del Dr. Odalís G. Pérez)
 
Veintiún (21) relatos y un texto, a manera de prólogo, estructuran la organización el universo enunciativo y/o narrativo de este libro de cuentos, titulado "No pronunciaré su nombre"(Editorial Santuario. Impreso en Editora Búho. Santo Domingo, República  Dominicana. Año 2021), de la autoría de Minelys Sánchez. El texto de presentación está firmado por el escritor y editorAlejandro Santana.
Usted se pone frente a estos cuentos y de inmediato encontrará el perfil de tres ejes centrales del proceso narrativo que son los siguientes, el inicio, el nudo y el desenlace, desde una demarcada ruta narrativa, donde el final de cada cuento, es presentado con la preconcebida intención de sorprender al lector. 
 
En esta narrativa hay un decir organizado, planificado, repensado y manifestado en espera de una reacción de parte del sujeto-lector.
 
Es un libro que proviene de aquella memoria familiar y cotidiana que, de por vida, nos acompaña, desde la infancia.
Son secuencias de realidades cotidianas, recogidas en la hoja en blanco y que, convertidas en historia, nos atrapan y nos llevan  a su realidad ficcional.
 
En algo quiero que la narradora ponga mucha atención y es en dejar que los hechos salgan con espontaneidad, sin mucho cálculo, para que su narracion fluya de manera más abierta y ligera…
 
Dentro de la narrativa dominicana, esta obra va trillando su sendero, acicalando sus bordes de significación, ante la mirada cimarrona del lector. 
Portada del libro "No pronunciaré su nombre", de Minelys Sánchez.
Es un nuevo nombre que, con esta obra, nos deja su huella, su marca y su impronta, ante el espinoso panorama actual de  literatura dominicana, y, solo a partir de la continuidad, el trabajo persistente y la discuplina que requiere la creación, desde el uso de la lengua escrita, se puede mantener en vigencia o anularse.
Es una narrativa breve que convierte el relato en la expresión de hechos que nos son propios y/o que los hemos escuchado en la vecindad. Veamos:
"(…)Entre sueño, escuché un leve rumor como si alguien estuviera deslizándose hasta mi dormitorio. Aún así, no quise interrumpir mi descanso. Percibí sus pasos de felino que se acercaban sigilosos hasta mi cabecera. Su presencia imponente se detuvo a la altura de mi hombro y me.observó unos minutos que me parecieron eternos. Era él. Lo sé. Su aroma también estaba allí. Sentí una de sus manos grande pero suave, rozar mi rostro con la sutileza de un viento brevísimo. Entonces me despertó el sonido profundo de su voz gritando mi nombre justo en el instante que los médicos lo desconectaron y él, vino a verme antes de seguir su viaje hacia el universo".
(Fragmento del cuento "Su aroma también estaba allí". Pág. 69).
La muerte y el presentir del pensamiento mágico-religioso del sujeto , son parte de esta narración de gente común, muy propia de aquellos ambientes de nuestra clase media, donde conversar con fantasmas y espíritus errantes, es algo común o normal. A mí, en particular, eso me ha ocurrido.
En este libro, nos encontramos con el reto de enfrentarnos a su narratología, a su decir dialogante y darle la bienvenida a su autora, a este universo de falencias humanas que hoy se convierte en vecindad, en la literatura dominicana contemporánea.