Recientemente se firmó un convenio de colaboración entre el Ministerio de Cultura y la Alcaldía de Santo Domingo Este que dirige Manuel Jiménez, artista, gestor cultural y un hombre de la cultura que fue igualmente muchos años responsable de cultura en la Cámara de Diputados, y Milagros Germán, actual ministra de Cultura que ha estado por mucho tiempo relacionada con los temas de comunicación social y de cultura, con gran sensibilidad y compromiso con las mejores causas.

Alcalde Manuel Jiménez y ministra de Cultura Milagros Germán.

Dando un ejemplo de cómo deben articularse acciones para el logro de propósitos comunes, estos dos funcionarios aunaron sus esfuerzos para trabajar juntos competencias del ministerio y de las áreas que le son propias a la alcaldía, que solo ameritan formalizar y delimitar las funciones y responsabilidades de cada uno y hacer que la gestión del lugar sea más eficiente y rinda mejor fruto a la ciudadanía. Eso logrará este acuerdo marco firmado entre ambos funcionarios.

En el caso aquí abordado, entendemos que el Faro a Colón, que es un monumento patrimonial por sus características arquitectónicas y que además posee salas museográficas, tiene adjudicado a sus dominios un parque o área verde de más de 8.5 kilómetros cuadrados de campo, que bien podría ser para sus munícipes el gran espacio de recreación, deporte, ocio y divertimento familiar sano, bien diseñado, y dentro de una mirada de cuidado de sus áreas verdes, manejo adecuado del lugar, con protección y seguridad para que la gente pueda disfrutarlo y además visitar el faro.

Hablando de las competencias de cada sector involucrado en esta firma, es obvio que el parque y área verde estaría gestado por la Alcaldía de Santo Domingo Este, compartida sus decisiones con el Ministerio de Cultura, porque podría ser también escenario para que el arte y la cultura se exponga como arte público y sirva en doble sentido a los visitantes.

De su lado, el Ministerio de Cultura a través de la Dirección General de Museos, seguiría con el manejo y gestión del Museo Faro a Colón, mancomunando acciones igualmente con el Alcalde, dado que los gobiernos municipales tienen una cuota de compromiso con el arte y la cultura y por tanto, la gestión municipal debe ampliar su mirada hacia la cultura como parte de su compromiso con sus munícipes, cosa muy  clara en el actual alcalde de este municipio, y que el acuerdo promete potencial estas actividades para el disfrute de los visitantes y munícipes, y que estando en su territorio es parte de su propia responsabilidad municipal, como también así lo ha entendido la ministra de Cultura Milagros Germán.

La firma del acuerdo compromete a las partes con el cuidado y redefinición de acciones en el área y posibles medidas que podrían recomponer el mapa cultural del municipio y de la cercana Ciudad Colonial, pues podría ser parte de un gran circuito cultural aprovechado por ambos sitios urbanos.

En Europa se tiene más claro hoy este tema de museo y territorio que, en nuestros países de fuerte tradición centralizada, de una delimitación del poder muy alejado del sentido de descentralización alrededor del poder municipal que ya Juan Pablo Duarte lo había concebido como tal en su proyecto de constitución, resulta aún dificultoso su implementación. Retomar estas prácticas democráticas en países con viejas ideas autoritarias y centralizadoras, como pasa en la mayoría de los países latinoamericanas, es un compromiso con las nuevas generaciones.

De lo que se trata, es de abrir una ventana hacia un ensayo de nueva democracia participativa y compartida, desconcentrada y dialógica entre órganos estatales que persiguen los mismos fines, a veces por senderos diferentes, que no hacen más que atomizar, duplicar o hacer colapsar esfuerzos que son comunes, pero que, con varias cabezas, no conducen al éxito de la gestión y este acuerdo es un ejemplo y traza pautas a otras instancias para perseguir juntos, los mismos intereses.

La duplicidad de funciones y responsabilidades de instituciones estatales ante los mismos temas que deberían ser compartidos, no conviene al sano uso de los espacios y de su gestión, al disfrute ciudadano de estos y mucho menos, a su conservación y protección.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales posee una gran cantidad del suelo nacional para su protección, lo cual veo bien, sin embargo, a veces nos tropezamos que dentro de sus áreas protegidas existen espacios patrimoniales o culturales como ruinas y parques arqueológicos que, por sus competencias específicas deben ser coordinadamente gestadas por varias instituciones que permitan su recuperación, cuidado, salvaguarda y puesta en valor para los ciudadanos que tienen el derecho a su accesibilidad.

En ese sentido, las competencias del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales son los bosques y el medio ambiente natural, pero las del Ministerio de Cultura son los espacios culturales allí emplazados y como están en un territorio determinado, entran también las competencias de los gobiernos locales o municipales, y cuando vemos, hablamos de un abanico de gestión amplio que es el que garantiza una correcta acción compartida y mejor aprovechamiento.

Es un error dejar todo eso en manos de un Ministerio que no posee por ley ni profesionalidad, todas las competencias técnicas, profesionales y las experticias para su gestión, produciéndose, muchas veces, el abandono de estos espacios culturales.

La firma del reciente acuerdo entre el Ministerio de Cultura y la alcaldía de Santo Domingo Este, es una luz que podría iluminar el camino en la gestión compartida de espacios que, a veces los egos de los funcionarios por poseer espacios de poder, ni hacen, ni dejan hacer. Pesa en muchos funcionarios, la cuota de poder retenida, que la eficiencia de la gestión pública, que es finalmente su única responsabilidad con la ciudadanía.

Desde este acuerdo, la alcaldía de Santo Domingo Este y el Ministerio de Cultura, podrán impulsar un dialogo para democratizar aún más la gestión pública que, en todo caso, solo requeriría de iniciativas de convenios como este, apoyados en reglamentos de usos y responsabilidades interinstitucionales, para alcanzar buenos resultados que, con comisiones mixtas de supervisión y fiscalización de los manejos y acuerdos arribados, se cumplan con eficiencia y a tiempo. Adelante pues.

Carlos Andújar Persinal en Acento.com.do