En esta ocasión, vuelvo a mi terreno fértil de lo cognoscitivo, por lo que hoy, me remonto a la voz del saber que fluye desde las mujeres, en una sociedad de radicales acciones machistas.
En esta sociedad, la huella de la mujer es borrada y silenciada por un sistema social, político, educativo, cultural, económico,y administrado, dirigido por la conducta vertical del machismo, impuesta por nuestros mal llamados "descubridores", con el inconfesable apoyo de la iglesia católica, apostólica dominicana y con la bendición sacramental del Papa.
"Mujeres filósofas y sabiduría para el buen vivir", de Joseph Mendoza, es un libro disidente que desenterrar los ecos libertarios de la sapiencia y el reclamo libertarios del pensamiento feminista, lo cual es un grave pecado, en esta sociedad dominada por el "macho cubrío".
"Mujeres filósofas y sabiduría para el buen vivir", de Joseph Mendoza, fue editado en Sello Independent Published. Corrección de estilo: Marisela Jiménez. Diseño de Portada: Juan Polanco. Diagramación: Manuel Cubilete. Santo Domingo, República Dominicana, 2024. Contiene 547 págs.
Se trata de un extenso estudio sobre las más sobresalientes mujeres filósofas del mundo. Esta obra está integrada por un prólogo, págs. 23/24 y veintiseis (26) capítulos que constituyen la organización arquitectónica de este libro.
Más arriba, yo decía que este es un libro disidente, en verdad, es así. Es la negación al silencio y al olvido, contra quien representa la otra mitad del universo y del ser humano que nos aguarda en su vientre, para darnos vida.
Si partimos de que es de la duda, del asombro y de la necesidad de saber o indagar el por qué de las cosas que nace el saber, entonces, esta obra sí que nos llena de asombro, al ver y/o al constatar, tantas importantes mujeres investigadores, filósofas que en las diferentes escuelas de filosofía que han surgido, entre ellas, -la Estoica, donde tenemos a Teófila; Fania; Arrria hija y a Arria madre.
También tenemos la escuela de las Peripatéticas, donde encontramos a Teodora. La escuela Cirenaicas, donde está Arete. La escuela Magáricas, donde encontramos a Nicarete.
Además, La escuela Académicas, donde está Cerellia.
La escuela Epicúrea, donde tenemos a Argia, Teognida, Artemisa y a Pantaclea.
La escuela Cínica, donde tenemos a Hiparquía; la escuela Platónica, donde tenemos a Axiotea, Arria, Gemina hija, Gemania madre; Anfilia e Hipatía.
También estaban las filósofas Pitagóricas, donde tenemos a Temistoclea; Teano; Mía; Arignota; Damo; Filtis; Ocelo; Quilónide; Habrotelia; Equecratia; Torsinis; Pisírrode; Nesteadusa; Boio; Babelima; Cleecma; Perictione; Melisa; Ródope; Ptolemaide; Sara y Tímida.
También tenemos las Filósofas de la Escuela Incierta, donde están Hipo; Aristoclea; Cleobulina; Novella Diotima; Beronice; Pánfila; Clea; Eurídice; Julia Domna; Miro; Sosipatra; Antusa; Aganice; Atenaida; Santa Catalina; Ana Comnena; Eloísa; Panipersebasta y Apasia. Se dice que esta enseñó retórica a Pericles y enseñó filosofía y retórica a Sócrates.
Este es un libro que no es una antología de textos de filósofas, sino un espacio de saber filosófico que reclama la lectura de los estudiosos de la cultura y de la literatura, esencialmente, para creadores e investigadores vinculados al mundo cibernético de hoy y sus rápidas transformaciones.
Hasta el área de la enfermería tiene aquí su espacio de indagación cognoscitiva. La aromaterapia, la comunicación social, la cibertecnología y el sexo, son también temas tratados aquí, desde un enfoque filosófico, cuestionador y crítico.
Realmente, la disidencia reflexiva y cuestionadora es la voz que se proyecta en esta obra. Con sobrada razón, puede ser esta la obra que, en el mundo actual, sea la primera en abordar ese saber de profundidad reflexiva de la mujer, en el mundo del conocimiento filosófico.
Es el reconocer sin tapujos el potencial cognoscitivo de las mujeres en el campo de la filosofía, en este caso. En Latinoamérica y el Caribe esa acción, desde la práctica, a partir de los hechos, es algo extraño y que merece nuestro reconocimiento público, como ejemplo de ética y de sentido libertario del Ser.
Los contenidos organizados en esta obra, traspasan el discurso filosófico de las mujeres que están consignados aquí, porque la obra va más allá del hacer filosófico feminista o hecho por mujeres, porque traslimita el espacio cognoscitivo del filosofar, para abordar la discursividad humanística, en sentido general.
Eso es conlleva a convertir esa obra en un recurso imprescindible para los estudiosos de la salud, de la comunicación social, de la psicología y de los saberes cibernéticos. Es un libro de uso plural, por su enfoque analítico, por parte del sujeto autor.
-En su amplio estudio sobre mujeres filósofas, el sujeto-autor no podía dejar la representación de la mujer dominicana en esta área del saber filosófico, por lo que destacó los aportes de Camila Henríquez Ureña, a partir de un texto titulado "Invitación a la lectura y Hermenéutica del texto" (Ver págs. 157/159, obra citada).
Aquí se proyecta el valor estético y reflexivo del acto de leer, desde el enfoque filosófico de esta autora dominicana, en relación al acto de la lectura y su influencia en el desarrollo potencial del conocimiento en los sujetos lectores.
La otra mujer dominicana que el sujeto-autor nos ha presentado en este estudio, es la académica e investigadora, filósofa, Dra. Lusitania Martínez, bajo el llamativo título de "Símbolo vivo de la Filosofía, la sabiduría y el pensar"(Ver págs. 180/183, obra citada).
Sobre su perfil de investigación y pertinencia académica, el sujeto-autor nos resalta de esa intelectual, (…) "su certeza en el logo y el saber epistémico, (…) y cómo interpreta y reinterpreta, con profundidad crítica, el neoplatonismo, los sofistas, los epicúreos, hedonistas y los pitagóricos" (Ver pág. 180, obra citada).
Sabemos del dominio que tiene esta sobresaliente filósofa dominicana, sobre las teorías filosóficas de Jean Paul Sartre, sobre Simone de Beauvoir y del discurso narrativo y filosófico de Virginia Woolf.
Sobre esta filósofa dominicana, queda pendiente ampliar estudios sobre su práctica académica e investigativa, por parte de los estudiosos de la filosofía y el feminismo en la República Dominicana y el Caribe, porque con ella, la nación dominicana y el mundo, puede encaminarme a a aprender a filosofar, lo cual hace falta en las escuelas, en los liceos y en las universidades de nuestro país.
Algo más que tenemos en esta obra es, el caso de la filósofa Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, la primera doctora del área de la Filosofía, en la humanidad. Además, tenemos aquí en este libro a la filósofa Harrie Martineau, feminista y madre la sociología (Ver pág. 535-536, obra citada).
Eso nos induce al compromiso de indagación cognoscitiva, a que nos compromete el sujeto-autor, con esta obra que traslimita el ámbito del saber filosófico, para proyectarse en los linderos del saber humanístico, de ahí su importancia en los estudios pre-universitatios y universitarios en nuestro país.
Aquí encontramos los vínculos de la filosofía con la literatura, con la ética, con la estética, con el teatro y con la creatividad del sujeto pensante.
Temas como la filosofía y la danza, ética, sexo y hasta la aromaterapia, son enfocados aquí, desde la perspectiva del saber filosófico.
De ahí que el panorama conceptual abierto, no esquemático de este libro, conlleva al lector a profundizar en sus búsquedas en torno al pensar, al saber, el amar y el odiar, como temáticas muy propias del vivir y del morir, desde la palabra.