Quienes sentimos como público el influjo de su presencia en escenario, quienes nos maravillamos con su manejo de la voz, y que nos encandilamos con la maestría clásica y bien normada de su movilidad en las tablas, quienes disfrutamos de su figura y de sus parlamentos de sus desafíos histriónicos, no podremos nunca olvidar a Monina Solá, la gran dama y leyenda del teatro dominicano.
Monina, simplemente Monina, la marca más alta y pura de la actuación femenina nacional, falleció, para tristeza del gran escenario nacional del teatro, el 29 de abril pasado, y que cumpliría 90 años este pasado, el 23 de mayo.
Ella nos ofreció a los amantes del buen teatro de tres generaciones durante casi 80 años en los cuales, lo que nos aportó teatralmente, una entrega inmensa e impecable.
Solo la enfermedad la pudo retirar de su ejercicio actoral pero esa ausencia bien que se llenó de los recuerdos con sus actuaciones junto a Freddy Nanita, el maestro Franklin Domínguez, Marino Hoopelman, Antonia Blanco Montes Fernando Enrique Ariza, Oscar Iglesias (actor y locutor), la inolvidable (y ahora virtualmente una desconocida) Carmen Rull, o Thelma Nuris Espinosa, por solo mencionar algunos nombres enmarcados en una generación de actores ya pasada.
Pero el agradecimiento de un país, la gestión de un hijo que se enorgullece de su madre (Homero Luis Lajara Solá) doliente y la labor de un investigador teatral (Canek Denis) nos han permitido eternizar en el valor de su obra, mediante Monina Solá. Leyenda del teatro y que fuera presentado, hermosa y estéticamente producido, en un acto especial a su memoria, en el Teatro Monina Solá, de Villa Juana, en el cual estuvieron los imprescindibles, reporta con el tono de aguda perspectiva de Alfonso Quiñones, desde El Caribe, el detallado relato de aquel homenaje. Extraño que no estuviera Milagros Germán, Ministra de Cultura (¿Habrá sido invitada?).
Lajara Solá, hombre de la Armada y de las letras, expresada en cuatro libros y una obra como articulista de opinión, del decano matutino Listín Diario, tenía conciencia de la importancia de consagrar la obra de su madre, por lo que, junto a un equipo, no perdió tiempo alguno y compilaron datos e imágenes, que son elementos destacados de la historia del teatro dominicano.
Llama la atención la destreza narrativa de Lajara Sola por su intención claramente didáctica, matizada por el uso de voces narrativas simples y directas, que no tuercen el camino con vocablos de innecesaria complejidad.
Sabe narrar con el objetivo de contar una historia que resulte asimilable y que logre dar el cuadro biográfico completo.
Pocas veces como en este caso, se han editado unas memorias biográficas de forma tan rápida, oportuna y con la impecable rigurosidad, con que ha salido este título, cuyas páginas recorren su paso por programas de radio, televisión y, sobre todo, teatro. Claramente, le faltó un gran protagónico en cine, pero los astros no se alinearon para que fuera posible. Cuando el cine nacional entraba en su onda ascendente, ella salía del escenario.
El valor documental del libro viene dado por la completa panorámica de datos e imágenes, ubicados en los archivos familiares y de figuras del teatro: Augusto Feria, José Roberto Díaz García, Karina Noble, Karla Hatton y el de la Compañía Nacional de Teatro, y el Archivo General de la Nación entre otros.
El libro biográfico no es solo un vademécum de información personal, que recorre sus imágenes de obras teatrales y de anécdotas tan significativas como trascendentes que evidencian que ella supo cuál era su meta en la vida.
Desde su ingreso, como niña, a la escuela de Danza de la profesora Herta Brawer, quien percibe que la alumna ostenta actitud para el baile, el canto, la coreografía, la declamación y la actuación (Testimonio de Manuel Escobar Alfonseca).
Monina Solá. Leyenda del teatro dominicano es una obra ricamente documentada, que se entrega en el momento preciso y que debe ser objeto de lectura por parte del público y de estudio por quienes aman y hacen teatro.
Estamos ante un ejemplo de la diversidad interpretativa de una mujer que, sin proponérselo, se erige, sin buscar titulares, sin oficinas de Relaciones Públicas a su servicio, como la gran dama del teatro.
El mejor homenaje a lo que representa actoralmente esta mujer que sigue viva en el recuerdo, es buscar, leer y atesorar este título de diseño tan cuidado e impresión impecable sobre su papel satinado. En escala de 1-10, un 8.
Ficha Técnica
Título: Monina Solá. Leyenda del teatro dominicano
Autor: Luis Homero Lajara Solá
Primera edición, 2023
Investigación, transcripciones y digitalización documental: Canek Denis Corrección: Luis Musolino
Diseño de portada: Pamela Ortega
Prólogo: Karina Noble
ISBN:978-9945-18-33=55-0
Impresión: Editora Corripio