Anoche la sala de conciertos del Palacio Rudolfinum, de Praga, República Checa, reventó con la música de Michel Camilo. El tradicional festival de jazz para piano, que se celebra todos los años en Praga, inauguró su apertura con el destacado pianista dominicano.

Michel Camilo y su jazz caribeño dieron una nueva dimensión al virtuosismo del latín jazz, evocando eufórica emoción en el público que aclamaban en el idioma checo <<Prosím, ještě jedno>> ¡por favor una más! – Los aplausos estremecieron el Palacio de Rudolfinum.

Para mí, como un dominicano que reside muchos años en la Republica Checa, fue sentirme muy orgulloso con la presencia del maestro Michel Camilo.

En víspera de su llegada a Praga, el maestro Michel Camilo me concedió una entrevista para Radio Praga a través de la plataforma zoom, la cual quisiera compartir de manera resumida con los lectores de este prestigioso diario digital, Acento.com.do

Ariosto Sosa D’Mesa y Michel Camilo.

A: Michel, nos hace muy felices tener aquí, en Praga, con nosotros y te damos la bienvenida Festival de jazz para piano. Originalmente Tu presentación estuvo programada para el 2020. Fue suspendida por la pandemia del Covid19. Luego se programó para el año siguiente 2021 y por la misma razon fue cancelada. ¿Qué ha hecho Michel Camilo en los últimos dos años?

MC: Sí, estuvimos encerrados por dos años consecutivos. Pero durante ese periodo de claustro consigo mismo, hicimos varios live streamings. Algunos de ellos fueron super exitosos. Por ejemplo, hice uno que tuvo 160 mil espectadores. Fue una experiencia increíble, más cuando el público que te sigues, ves que aún estás vivo. Sí, sí, aquí estoy…(risas). Fue maravillosa la respuesta del público. Luego con el místico Club Blue Note de New York, se formó una cooperación con la NHK de Japón con estos live streamings. También, trajeron un equipo televisivo y se hizo otro live streamings especial, pero ya conectado directamente con el festival de jazz de Japón. También, hice un programa solo piano en Club Blue Note, que fue un gran reto porque tocar para una inmensa sala vacía, sin la interacción del público, sin sentir el calor humano de la audiencia, sólo con la presencia el equipo fílmico y 60 mil personas viéndote a distancia sin recibir la recompensa inmediata de los aplausos. También, estos dos años me sirvieron de practica y de composición. Por supuesto, sobre todo de no perder las esperanzas de que algún día todo esto termine.

A: Tu última presentación en Praga fue en noviembre del 2018. Para aquella ocasión la prensa checa escribió: El pianista Michel Camilo y el guitarrista español Tomatito han creado un nuevo lenguaje en el jazz. El dúo presentó una simbiosis de jazz, música caribeña y flamenco. ¿Qué impresión o percepción se llevaron del publico checo y que les pareció Praga?

MC: Con Tomatito es magia pura. Ya llevamos 22 años tocando juntos. Siempre nos sorprendemos uno al otro porque nuestros mundos son muy amplios. Así como él tiene su grupo de flamenco, yo tengo mi grupo de jazz. Podría decir que nuestro dúo estuvo desde un principio bendecido. El mismo Paco de Lucia era un fanático nuestro. El público checo quedó muy impresionado. Supongo, que era para ellos una nueva experiencia musical la combinación de flamenco y latín jazz caribeño.

A: ¿Piensas continuar tu colaboración con Tomatito?

MC: Claro, de hecho, tenemos ya un proyecto anunciado para noviembre. Es una versión a dúo del famoso concierto de Aranjuez. Es algo diferente porque un guitarrista de flamenco tocando la parte de la guitarra clásica nota por nota, acompañado por un pianista latino tocando la orquesta. Yo toco la orquesta completa.

A: ¿Si tendrías que elegir entre todas tus composiciones con cuál de ellas te sientes más satisfecho desde el punto de vista de su estructura: la melodía, la armonía, variaciones, los compases y el contenido temático narrativo musical?

MC: Caribe. Caribe es un himno. A veces en los conciertos ya me lo piden por adelantado, y si no lo tengo en reportorio el público no me deja ir del escenario. Siempre termino tacándola. Antes era ¿Why not? y como sabes la grabó Manhattan Transfer y se hizo muy popular despues que fue galardonada con Grammy. También porque ¿Why not? Es una pieza muy positiva. En ella está mi espíritu al llegar a New York. Lleno de ansias de triunfar. Es mi visión ante el mundo ¿Por qué no? Todo es posible. No hay trabas y todo lo que te propones puedes lograrlo. Esa es mi filosofía de la vida. Pero Caribe me conecta con mis ancestros y mis raíces culturales afrocaribeña. Los Camilos somos una familia inmensa de músicos y compositores. Mi tío era compositor de bolero y le componía Johnny Ventura, a Félix del Rosario y a Papa Molina.

A: Podríamos decir que Caribe es tu composición por excelencia más emblemática, donde pones el sello de tu origen, de tu país natal, Rep. Dominicana y es una pieza con compases difíciles. Unos de los temas más populares y un clásico jazz «Night in Tunisia» de Dizzy Gillespie tiene una estructura muy compleja de compases que van desde 12 a 16 y de 16 a 8 compases, y que se van alternando y expandiendo con las variaciones y que tú mismo interpretas de manera genial, si bien recuerdo está en el repertorio de tu álbum Trhu my Eyes. ¿Influyó en ti la estructura musical de «Night in Tunisia» cuando compusiste Caribe?

MC: Sí claro, veo que lo notaste (risa). Dizzy Gillespie grabó Caribe y a menudo la tocamos juntos. A él le gustaba mucho Caribe. Gillespie fue una figura muy crucial para todos nosotros, los jazzistas que veníamos del Caribe. La razón, es que fue Gillespie quien descubrió ese vínculo entre el jazz y los ritmos caribeños. Siempre trató de destacarlos, cuando comenzó a experimentar con afrocuban y Cubob. Trato de conectar los dos mundos, ya desde su epoca en el bebop. Gillespie fue quien descubrió el vínculo que existe en el jazz y la música caribeña, pues de que tienen una sola madre y esa madre es África. También Charlie Parker, ambos fueron miembros de la banda de Machito, el Big Band de Machito. Desde alli también ambos conectaron con Mario Bauzá, uno de los fundadores del latín jazz y a quien no solamente tuve el honor de conocer, sino también quien me ayudo muchísimo en primero anos de inicio en New York.

A: Michel no sólo eres un jazzista virtuoso del piano, eres también un pianista clásico. A menudo tienes conciertos en Europa, ya sea como solista o acompañando a orquestas sinfónicas en el género clásico. Interpretando Beethoven, Dvorak , Chopin, Debussy, y otros. ¿Cuándo interpretas estos clásicos europeos del siglo 19 tratas de ponerles alma cultural de sus respectivos orígenes, introyectándote esos elementos subjetivos que cada obra contiene para interpretar lo más fiel posible sus composiciones o proyectas tu alma, tu interpretación personal, les pones tu espíritu como musico que procede de orígenes culturales totalmente diferente?

MC: Hay que nutrirse de la tradición musical de 400 años de piano. Es necesario penetrar en la mente del compositor, leer las correspondencias que dejaron para adentrarse en sus almas. Con cuáles poetas se juntaban y cómo se sentían en el momento cuando componían. Muchos de ellos padecían de muy mala salud y eso influía en sus obras.El interprete tiene que penetrar en el mensaje que está detrás de las notas. Cualquiera puede tocar las notas. El misterio está en el mensaje que esconde esas notas que están plasmadas en el pentagrama.
Maestro, quisiera agradecerte tu generosidad por compartir con nosotros este espacio. También, por hacernos tan feliz a mí y a tanta gente en el mundo que te sigue y admira tu música. A la vez te deseo muchos éxitos. Un fuerte abrazo