Abiertos los ojos en el sueño, un pianista ciego, escucha fluir sonidos, en sus dedos de fuego, ríos de música, que fluyen en el sueño, arpegios y melodías, acordes hondos y ligeros, ligero sueño.
En la penumbra, Rainer Maria Rilke describe la música que escucha como un alto árbol que crece en el oído. Beethoven compone sonatas y cavatinas, para que el otro que escriba y cante, que ha creado un templo en el oído.
Fluye la música de la melodía al sueño, sueño sonoro, altura profunda, abismo alado. Contrapunto del acontecer, los sueños son la música de lo real.
Los sueños son fragmentos de absolutos, escribe Schopenhauer, en su ensayo sobre los sueños Pag,194.
La melodía, es una secuencia de impulsos, notas musicales orbitando en relación a un centro tonal que en su fluir, cristaliza un sentido.
Si al escuchar una melodía, depende enteramente de un sentido en relación de los segmentos mínimos que la componen, la memoria establece sus dominios, estableciendo los enlaces de un sonido a otro, preanuncia, comprueba y concluye.,
Verificar este proceso es similar a un tipo de sueño que se reproduce a partir de si mismo, sin apenas estimulo externo, a partir del punto en donde queda interrumpido y al que llamamos Sueño melodía, de esta manera lo describe Carl Jung, en el libro negro de los sueños, Pagg,21.
La idea de un sueño que fluye en arpegios y acordes, de forma análoga a una melodía o frase musical, es un argumento que lleva a conocer la función de la memoria, en su pureza, es decir desprovista de toda referencia externa como en la música en sonidos altos y bajos en las sonoras profundidades de la melodía y el sueño
¿Qué voz entre los pájaros de esta noche de ensueño, dulcemente modula los nombres en el aire?
Desesperado es el mundo en su música. canta Vicente Aleixandre en su poema Los desesperados, llamando a despertar a los ciegos y a contemplar la bellísima música del mundo,
Melodía del sueño, sueño hecho música que fluye entre los durmientes, los no nacidos y los muertos,
“…El nacimiento, el despertar soñando en lo profundo del mar, poblado de seres aun no nacidos y a medio nacer se entra en la comunidad de las sombras, de los nacidos y de los que nacerán del todo desde la muerte,,
Es un reino marcado por la vida y la muerte y entre ellos fluye la música, la melodía y el sueño.
Hundirse en el sueño es el origen de la música. Hay una sabiduría en el sueño, no reconocida por la razón, que lleva a concluir que la música es un sueño organizado, como nos los recuerda Maria Zambrano, en su ensayo, El sueño creador… Pag 433 O, C.
Al abrir los ojos en el sueño se crean melodías reales, melodías que vuelven lo real música.
En las melodías de los cuartetos de Beethoven, en donde la vida y la muerte se acarician y se besan , acordes cono sincopas de la consciencai, como si las melodías horadaran lo real como si esta fuera un redondo queso Gruyere, fluyen las sonatas, melodía y sueño, que hacen nacen nacer árboles en lo más alto y vuelven a crecer templos en el oído.