El monólogo teatral es, sin dudas, el género actoral más desafiante. Para el actor o actriz, es el proyecto que más demanda porque implica la exigencia que impone a un talento desarrollar en solitario el hecho escénico de principio a fin, teniendo que apelar a todas sus posibilidades expresivas.

En nuestro teatro este género escénico en excelentes piezas al punto de consolidarse y ser capaz de movilizar el público a la platea, teniendo su favor, regularmente, la trascendencia del texto, la habilidad del director y la excelencia de sus recursos técnicos.

al punto de constituir ya una corriente de gran calidad: La locura cuerda (dirección y actuación de Josema Rodríguez);  Juicio a una Zorra (Dramaturgo: Miguel del Arco,  dirigido y actuada por Elvira Taveras, producida por Juancito Rodríguez; “El último personaje de Cecilia B” (Giovanni Cruz, dramaturgo, Manuel Chapuseaux y Mileny Dipton); El último instante (Franklin Domínguez,  dirigido por  Guillermo Cordero e interpretado por Carlota Carretero; A veces grito (Escrito por Freddy Ginebra, dirigida por el cubano Raúl Martín y actuación del  actor colombiano Alejandro Vásquez); El Gallo, (Manuel Chapuseaux  con actuación de  Francis Cruz);  La Abuela del Escorpión  (sobre texto de Priscila Velázquez Rivera a partir de su novela La cuna del escorpión, dirigida por Manuel Chapuseaux, actuación de  Clara Morel); Silencio en Pausa, (Dramaturgia y dirección, Richarson Díaz y actuación de Aileen Said Ceballos Francisco;  “Yo tengo mi muñeca” (dramaturgia  dirección de Carlos Castro y actuación de  Yasser Michelén); Me embarace a los 40, (Javich Peralta -dirección- , Virgilio Peralta – dramaturgia – y actuación de Evelyna Rodríguez ; La mujer puerca (Manuel Chapuseaux- Judith Rodríguez) y Luz rabiosa, (texto sobre novela de Priscila Velásquez Rivera, con dirección de  Manuel Chapuseaux y actuación de Hony Estrella  y ro de reparto de Canek Denis), la cual ocupa ahora nuestra atención.

La novela, que logró mención honorífica en el III Concurso Iberoamericano de Cuento y Novela 2023, en el cual fueron presentadas 604 propuestas de 18 países, entre la cuales “CIC, el suplantador”, del escritor cubano/venezolano José Terradas, resultó ganadora en la categoría de novela y en cuento se eligieron 10 narraciones. El periodista y crítico literario Javier Aranda Luna fue el presidente del jurado, destacando la diversidad de temas enviados.

¿Qué comporta este montaje?

En primer lugar, la calidad de la narración de Priscila Velázquez Rivera, que logra una novela multitonal, engarzando , a partir de un hecho brutal, sangriento y con amplias justificaciones para haberse perpetrado, cinco historias, cinco personajes, cinco climas dramáticos distintos a cargo de cinco mujeres distintas en su procedencia (china, española, cubana y un  ¿dominicana?) entonando lo que finalmente es  canto a la libertad,  estallido contra  la abulia conyugal matizada por la ausencia de compromiso masculino respecto de la responsabilidad de la vida en común y una proclama que pide vivir plenamente, lo cual se logra al exponer, cómo el pintor de diestra mano sobre el pincel, los trazos sobre el lienzo, dibujando en detalles de alta dimensión cromática.

La pieza gira en torno a la paralización del tiempo, la congelación de la hora indicada, las acciones desarrolladas a partir de decisiones en torno a las cuales no hubo vuelta atrás.

Actuación

Para desembarcar estad​íos  desesperantes en escenario, se seleccionó Hony Estrella,  quien exhibe un desempeño histriónico a la altura  de un texto dramático  de este nivel.

La protagonista de Luz Rabiosa enfrenta retos con sus transiciones de proyectar de la historia desde el personaje principal en primera persona, a ser una carcelera opresiva y masculinizada. Su concierto de expresiones físicas le da a su gestualidad presencia respetable en escena y sentido de unidad como hilo conductor de sus personajes

Ella desarrolla los arcos dramáticos y se hace múltiple​ en variedad de cuadros. Se apropia de los acentos nacionales de sus personajes y lo hace con verosimilitud. Es una señora de la escena que con este proyecto​ que le ratifica su marca​, vista anteriormente en otros proyectos de teatro del "no divertimento".

Los recursos técnicos

Luz rabiosa expresa el buen uso, en general, de los recursos técnicos, en especial el diseño de la iluminación que dividió en varias zonas para las perseguidoras, la proyección horizontal cruzando el escenario, y la perpendicular que transmite la sensación de una demarcación especial. Un acierto.

La banda sonora contribuye al conjunto de acciones por su limpieza y aporte al resultado final.

La proyección de imágenes digitales en la pantalla apoya la ideografía propuesta en torno a los órganos de los sentidos, pero la percibimos innecesariamente sobreabundante y empleando imágenes muy conocidas en internet. Haber creado diseños de lenguas, oídos y narices, entendemos que habría contribuido mucho mejor. Además fue un recurso muy usado. La sugerencia de esos símbolos del cuerpo debió ser mejor administrada, con imágenes originales y de menor presencia.

El escritor colombiano Guido Leonardo TamayoL intervino al final de la obra para analizarla.

La danza española

Un recurso danzario exquisito fue la danza interpretada por Chantal Soler, quien ofreció una magistral expresión del cuerpo en función de la música. Fue un instante de éxtasis estético, para el gusto de algunos, un poco extenso, pero quien se “mete” en la interpretación, no lo fue.

Es un monólogo digno de ser visto más de una vez. Una pena que haya sido una función especial.

Ficha técnica

Título: Luz rabiosa

(Basada en la novela  homónima original de Priscila Velázquez Rivera)

Dirección , escenografía, diseño de luces, musicalización y dramaturgia: Manuel Chapuseaux

Actuación: Hony Estrella

Productor y Actor de soporte: Canek Denis

Regiduría: Indira Acosta

Coreografía: Chantal Soler