París, Francia, es una de las ciudades europeas preferidas por el turista que quiere descubrir su cultura a través de su gastronomía, arquitectura, literatura y sitios emblemáticos de zonas urbanas. Sin embargo, su demanda dispara el costo de la renta para quienes deciden establecerse en la capital, convirtiéndose en una demarcación exclusiva de una élite adinerada. En ese entorno se enmarca la trama de la novela “Un apartamento en París” de Lucy Foley, donde Ben, periodista de investigación, desenmascara una poderosa organización dedicada a la explotación sexual de jóvenes que emigran a la gran urbe parisina.
La autora emplea una narrativa viva, dinámica y algunos modismos del francés, que posibilita enganchar rápidamente al lector. Emergen problemáticas en entornos de crisis económicas, en que jóvenes, en su intento por no morir de hambre, emigran y son explotadas laboral y sexualmente, por organizaciones que se lucran, generalmente, dirigidas por personalidades que simulan provenir de familias prestigiosas.
Foley(2022) aborda dificultades que van desde el desamparo en la adolescencia producto de la orfandad, la protección en casas de acogida por parte del gobierno, para ser dados en adopción e ir a parar a familias donde a veces, son abusados así, como la violencia de género, convirtiéndose en un círculo vicioso, si los vástagos crecen en este ambiente violento y, tienden a normalizarse en la adultez, por lo que repiten los mismos patrones bajo los que fueron formados(P.53).
Por otro lado, pese a que la prostitución es un negocio prohibido desde hace décadas en Francia, esto, no impide que sujetos inescrupulosos se lucren y hagan de esta práctica empresas de servicios sexuales que, ofertan a sujetos adinerados, quienes pagan cuantiosas sumas por la compañía de estas chicas. En la mayoría de los casos desconocen el propósito de quien le ofrece contratos de trabajos atractivos, pero que al llegar al país extranjero se convierte en su peor pesadilla ya que, la inmigrante, en la mayoría de los casos, es secuestrada y obligada a prostituirse para saldar cuantiosas deudas en la incurren con el organizador del viaje.
El gran negocio se oculta bajo la fachada de un club, con un gran nombre, en el centro de la ciudad que se dedica a realizar espectáculos con chicas muy jóvenes, que se desempeñan como bailarinas y trabajadoras sexuales; las cuales son obligadas por ser cautivas de un sujeto que se desempeña como su proxeneta. Esta actividad resulta placentera para sujetos con mucho poder económico, que prefieren este tipo de diversión y, a veces, algunas consiguen casarse con algún cliente, es como cambiar su juventud por una vida de comodidad y dinero. Las chicas del club casi siempre suelen ser indocumentadas, situación legal que es aprovechada por el propietario del club, mientras el negocio opera en complicidad con las autoridades policiales (P.338), de esta manera logran actuar sin que ser sancionados por violar las leyes.
Los personajes que componen el elenco muestran una perspectiva distinta de la historia, en el caso de Jess, su instinto, perseverancia y audacia permite despejar el secreto, a partir del hecho que supuso investigaba Ben, antes de su llegada a París. Mientras, Sophie encarna la trabajadora sexual que consigue encantar al proxeneta, dueño del club y, escala de nivel socioeconómico, asumiendo un estilo de vida al que no pertenecía de no ser por el oficio que llegó a la gran urbe parisina. Y, que le asquea todo aquellos que le recuerda su procedencia (P.17), pasado del que huye camuflando su físico con adornos, materiales como armadura de las mejores marcas.
Por su parte, Ben es el periodista que descubre el entramado detrás de una acaudalada familia que mostraba una imagen totalmente errada de lo que eran en realidad y Nick es el joven que procede de una flamante familia parisina, pero que lucha contra su preferencia sexual, por temor a dañar la relación con su padre, hombre de carácter fuerte y ética frágil, en tanto Ben es el amigo con quien le hubiese gustado tener una relación, si este no hubiese sido heterosexual.
Mimi es la adolescente hermanastra de Nick, sin muchas amigas cercanas, muy consentida por su madre, rechazada por sus hermanastros y, sin experiencia en el amor, la única de la familia que desconoce a qué se dedica la familia, sin embargo, al conocer al apuesto Ben enloquece por este, pese a que para él es solo una niña.
La autora señala la relevancia que tiene el periodismo de investigación, que a veces, quien lo ejerce pone en riesgo la vida, al publicar problemáticas que afectan a personas de mucho poder económico y político. Desempeñándose con honestidad, justicia, convirtiéndose en la voz de quienes no pueden llegar a los medios para denunciar los atropellos, parte por quienes poseen poder económico y seducen a la autoridad político, que se supone le debe protección.
En síntesis, la novela evoca entornos parisinos, los que insta visitar, en medio del romance, el misterio, la traición, los miedos homofóbicos, ambiciones poco éticas, de grupos políticos que se alían con sectores económicos con el fin de explotar a mujeres inmigrantes ilegales.