El Carnaval Dominicano es la manifestación más importante y trascendental de la cultura popular del país, una celebración que desde sus orígenes se ha ido criollizando y transformando, producto de la mezcla histórica que tenemos como sociedad. Es importante establecer que a la isla de Santo Domingo llegó un carnaval con características europeas y coloniales, eso que los investigadores denominan carnaval de salón.
En nuestras investigaciones sobre el tema, hemos encontrado que los cronistas de Indias, no mencionan ningún tipo de celebración vinculada a las poblaciones tainas, con características de carnaval, a la llegada de los europeos. Por lo que estas poblaciones van asumiendo y enriqueciendo con su cosmovisión esas manifestaciones.
Carnaval y resistencia
Con el proceso conocido como “la trata de esclavos”, que se desarrolló en la isla, también se fueron integrando elementos culturales, traído por estos nuevos pobladores, esto fue enriqueciendo, lo que se denomina hoy en día “el ser dominicano”. Ha sido importante y significante el aporte de las diferentes etnias de esclavizados traídos desde África, aun llegando bajo las más crueles condiciones de vida, que se puede tratar a un ser humano, así, llegaron y desarrollaron su cultura e identidad contra viento y marea.
Visualización de la identidad afrodominicana
Los Tiznaos, esos personajes claves del carnaval, temidos por muchos y queridos por otros, son los hombres que pintan sus cuerpos con el aceite quemado de la transmisión de los vehículos diesel, mezclado con crema de payasos y pasta negras, que usan zapatillas cubiertas con lentejuelas y se echan escarcha sobre la pintura para que el cuerpo brille. Son de los tantos personajes del carnaval, que nos recuerdan la herencia negra que tenemos en la isla, la resistencia de estas poblaciones, el cimarronaje y la idiosincrancia de la afrodescendencia.
“El tiznao puede pintarse la parte delantera del cuerpo con sus manos, pero necesita ayuda para la trasera. Para quitarse el maquillaje usan una toalla o trapo viejo y se frotan la piel de abajo hacia arriba. Luego se bañan varias veces con champú y vuelven a su cotidianidad”.
Así lo expresa el presidente de una de la más emblemática comparsa de Tiznaos del país, de la Hacienda Estrella, Santo Domingo Norte, el Sr. Marcos de los Santos, compartiendo algunas informaciones con nosotros para este trabajo.
Ellos, con sus bailes exóticos en su paso por los desfiles de carnaval en los diferentes pueblos del país, a ritmo de tambor, ponen en valor y visibilizan esas poblaciones de hombres y mujeres que huían del español opresor, a los manieles para formar comunidades y desarrollar una nueva forma de vida. Los Tiznaos combaten el racismo, los prejuicios, la negación y la falta de conocimiento que se tiene sobre el aporte de estas poblaciones en la isla.
Orgullo y puesta en valor
Ser Tiznao es un orgullo para todos los que se presentan cada año en esas comparsas, que pasan de ser una concepción antropológica y sociológica del carnaval, para convertirse en un contra carnaval, trascendiendo y permaneciendo como una propuesta identitaria, contestataria, auténtica y tradicional, aun con los embates de negación de la identidad afrodescendiente que impera en el país.
El carnaval dominicano es una riqueza cultural, es la madre de todas las fiestas dominicanas, un espacio de libertad, participación y combate del pueblo, la mejor expresión y la más importante forma de comprender y analizar la sociedad, su evolución, contexto y cotidianidad.
Historia y tradición
De los años 1970 en adelante el investigador, folklorista y profesor Fadrique Lizardo, profundizó en sus investigaciones sobre los Tiznaos, al punto que los llevó a escena en una representación artística de dimensión internacional. Reconociendo su importancia en la cultura dominicana y teniendo claro que era necesario la permanencia en el tiempo de ellos, aunque fueran cambiando en su esencia, como parte del proceso y el dinamismo cultural.
A partir de estas investigaciones del maestro Lizardo, que se fue recreando, reconociendo e integrando a uno de los tantos personajes que representan nuestra herencia africana en el contexto del carnaval dominicano.
Todos somos Tiznaos
Si queremos encontrarnos en un carnaval para disfrutar de los hombres Tiznaos, todos estos pueblos del país tienen comparsas de ellos con sus características particulares, como son: San Cristóbal, Santiago, Bani, Cotuí, La Vega, Distrito Nacional, San Juan, San Pedro de Macorís, Santo Domingo Este, Oeste, Norte, Hacienda Estrella y Miches.
En La Vega y los barrios del Distrito Nacional, los Tiznaos tienen la costumbre de salir desde las mañanas de los domingos de carnaval por las calles pidiendo limosna, pero quien no les da, estos le caen encima ensuciándoles con el tizne del cuerpo.
Los de Santo Domingo, llamados Tiznaos Africanos, por su gracia y originalidad, son una de las comparsas más populares en los desfiles de carnaval, visibilizando la presencia y rebeldía africana en el carnaval de la capital.
En Miches al este del país, comenzaron como una comparsa, pintándose de carbón vegetal mojado, vistiendo pantalones cortos, con una lata en una mano y en la otra una espada, recorriendo los barrios del pueblo pidiendo habichuelas con dulces, un postre dominicano que se prepara en los hogares para la época de la Semana Santa con habichuelas o frijoles rojos endulzados, leche de coco y otros elementos propios que lleva el plato tradicional. Se establece que desde el año 1960 ya en el populoso barrio de Guachapita de la capital del país, existían otros grupos de Tiznaos.
Un Tiznao asumido
Lucas Hernández es uno de los Tiznao más conocidos, y es un gran admirador de la cultura africana. Su comparsa ha ganado en el Desfile Nacional de Carnaval en la categoría “Tradiciones”, entre muchos otros premios.
Ellos como accesorios usan huesos y cabezas de vaca, falda elaboras con pencas de coco, van descalzos, bailan en la calle, usan un palo en una de sus manos, que simula una lanza. “Yo lo hago con mucho amor”, nos dice con orgullo desde Villa Consuelo, el talentoso y reconocido Tiznao Lucas.
Reconocimiento a una trayectoria de una historia negada
Este año 2023, en el Desfile Nacional de Carnaval Dominicano, que organiza del Ministerio de Cultura, la comparsa “Los Tiznaos de la Hacienda Estrella” de Santo Domingo Norte, que dirige el carnavalero Marcos de los Santos, fue seleccionada por el jurado evaluador, como la comparsa ganadora del “Gran Premio Nacional del Carnaval”, y ganadora del primer lugar en la categoría tradicional, por su majestuosa y extraordinaria presentación en el desfile.
Aunque este premio no cayo de la mejor manera, para un grupo del sector cultural del país que siguen colonizados y niegan su identidad. Este ha sido un reconocimiento a un trabajo de años, de dedicación y entrega, de resistencia afrodescendiente, en un país, que todavía en estos tiempos, entiende que en este tipo de desfile se debe imponer las lentejuelas, los telares, la fantasía y los colores, y que la originalidad, la identidad y la tradición no tiene las competencias para competir con las más caras comparsas que se pasean en el Malecón de Santo Domingo cada año. A estos ganadores, se les hará entrega en un acto aun no anunciado, un reconocimiento nacional y un millón de pesos, como parte del logro alcanzado. ¡En República Dominicana, todos y todas somos Tiznaos!