Federico Jovine Bermúdez nació el 8 de abril de 1944 en San Pedro de Macorís y falleció en Santo Domingo el 16 de enero de 2017, fue un poeta, narrador y ensayista, miembro destacado de la promoción de Post Guerra, surgida a raíz de la guerra patriótica de abril en Santo Domingo 1965.

Era un apasionado de la poesía cuyas credenciales exhibía en un rótulo en la puerta de su hogar: AQUÍ VIVE UN POETA.

Descendiente de una familia de poetas:  Federico Bermúdez y Ortega, autor de  «Nosotros los humildes», América Bermúdez la madre del poeta y revolucionario  René del Risco y Bermúdez, a quien le rinde un homenaje en los siguientes versos:

«Cuando vuelva el silencio en torno / a tu nombre,/ cuando cesen el llanto, la congoja, / cuando renazca el sol, / y oigamos de nuevo tus cantos/ y tu risa, / Cuando vuelvan a renacer la primavera/ con el verde color de la esperanza/ y se colmen los surcos. //

Cuando Macorís del Mar/ recueste su cabeza/ en el seno bordado por la espuma/ de ese mar que aprisiona tus recuerdos. …

Tu verde provincia abandonada/ con rumores de tallos sorprendidos/ de negros cocolos abatidos,/ de viejos cocheros somnolientos, / de base-ball, de azúcar y lamentos, / de guloyas sudorosos en rítmica agonía, / De escaso pan amargo cada día,/ de azucar derramada/ y una eterna cosecha de tormentos, / sobre cada cabeza, / cada cosa, / cada hogar, / cada piedra, / cada detalle. / …

Cuando Tom, / ya cansado/ recline su cabeza/ y Celina contemple/ su noche ensimismada, / haremos con tu risa vegetal/ un poema, / y lo pondremos a tus pies/ junto a tu tumba.»

Federico muestra una profunda sensibilidad social y respeto a la memoria del guerrillero rural  Ramón Natera, quien enfrentó a los intervencionistas norteamericanos en el periodo 1916-24, destacando  su patriotismo, su entrega plena.

Levántate tú, Ramón Natera,

Levántate y camina Compañero

aquí estamos nosotros esperándote

para hablarle de ti a nuestros hijos

Anda y Levántate Natera

que nadie puede señalarte hoy

nombrarte sin respeto…

Levántate y camina Compañero

Gavillero de 1916, asesinado.

Estimado señor:

Tengo a bien escribirte

Amigo Mio

tantos años después

para decirte

que en los libros de historia

no aparece tu nombre

Dónde estabas entonces

porque mucho me temo

que alguien te ha dejado

expresamente fuera de la historia

Eras tú mucho hombre para tan poco texto

Y había tantos hombres para llenar tu espacio

Que si!

Había otros hombres

que querían lucirse

y destacarse a costa tuya

mientras

desesperadamente,

tu luchabas

descojonándote

en el 1916

contra los gringos

desde el vórtice de fuego

del Central

le amanecías al día

a quemarropa contra el viento

huyendo aquí y allá

quemándote los ojos

mientras en otro sitio

se escribía la historia

vaya usted a ver!

Federico le canta a la naturaleza a la primavera y recuerda con fruición a las bandadas de muchachos que perseguían mariposas que ‘volaban tan altas como sus sueños’

En “Tres cantos a Vivian Riviere” de su poemario ‘Huellas de la ira’ nos muestra su profunda sensibilidad ante los problemas humanos que afrontamos: se trata de una adolescente que lo tenía todo, belleza dinero, buen colegio, no obstante, los problemas familiares le resultaban insoportables y decidió lanzarse de un edificio de 13 pisos, siendo vanos los esfuerzos de la policía.

El poeta Federico le dedica una Elegía a Juan Sánchez Lamouth:  el poeta de ‘lustrosa piel morena con blanca sonrisa de nardo…’

«Lustrosa piel. / Piel morena/ Blanca sonrisa de nardo, alta nave de los sueños/ navegando en tu interior. /…Alto Lamouth de olvidos/ encerrados en tu alma, / vieja ojiva proyectada/ contra la luz de la tarde. …/ Grande poeta-niño/ descifrador de misterios. / Ahora tu muerte queda, / sólo tu oscura muerte. / Una tumba florecida albergara tu / existencia. // En tanto en tu callada aldea/ vendrán sonrientes los niños/ a nutrirse de tu sombra».

Federico ciudadano del mundo, traspasa frontera y eleva un Canto a Dalia Kautzmann, sargento de las Fuerzas de Israel en la Zona Ocupada de Palestina reclama que:

/ Con la injusticia a punto de fusil…/ no se bordan banderas …/ Ni se escriben himnos con llanto de inocentes!

«Quien al verte no dice/ Dalia Kautzmann/ que en tu corazón no hay espigas que germinen/ que no hay un nuevo amanecer en tus pupilas, / que el sol es más rojo en tus cabellos, / …

Tú/ que te has tomado el derecho / de proclamar la muerte/ de esparcir el llanto, /estrujar la risa, / de los hombres/ y desgarrar sus sueños/ proclamando tu Patria. / Y tu Patria no es más que un lugar/ ajeno donde los niños de otra raza aguardaban la primavera, / levantando castillos en la arena…

No Dalia, / no es posible encadenar las mariposas/ ni callar los grillos en las noches, / no se puede encarcelar las ilusiones/ ni poner término a los sueños, / Así no Dalia Kautzmann, / Con la injusticia a punto de fusil…/ no se bordan banderas! / Ni se escriben himnos con llanto de inocentes! / de Golán ni cambiar el curso de los ríos/ de este Jordán que muere en el desierto/ sonrojándose al pasar por sus heridas…

El poeta quiere ver a Dalia Kautzmann:

«Fuera de tu Kibutz/ corriendo desnuda por las praderas del mundo/ primitiva, sencilla/ sin el fusil que flagela tus espaldas, / ni el casco que oculta tu melena, / con el Torah y el Talmud en las manos/ sencillamente hermosa y femenina/ con tu sonrisa (ahora silenciada por la muerte) …

Algunas de sus obras:

Huellas de la Ira (1972), Salvo Error u Omisión (1983), Facer la América : el anti libro de los descubrimientos : poesía (2006) Pablo Mamá, Ardiente Pasión por la Palabra, Textos en Contexto (selección personal) (2002) y su poema Don Quijote de la Mancha; de teatro: José Francisco Peña Gómez; novelas: Vuecencia: novela, La Última Noche del Tratante, Papá Bonito, La Huída y Osorio; Ensayos: La generación de post guerra en la poesía dominicana y A lomo de RocinanteEnsayos : «El viejo Macorís de los poetas eternos»; edición de Amado Santana. Ediciones Rumbo Este, Ministerio de Cultura. Santo Domingo (2013). 109 p.

Loor a la memoria de Federico Jovine Bermudez en el 80 aniversario de su nacimiento en la Sultana del Este, tierra de poetas y peloteros, de guloyas, caña de azúcar y de los bellos atardeceres.