La lengua es un sistema de comunicación oral y escrita doblemente articulada. Esta tiene una función expresiva. El hablante es un ser que la usa para expresarse, y como interlocutor, espera dejar una impresión en quien le escucha. Tomando esto como base, la oralidad fue el primer medio que usó la humanidad para comunicarse.  Con la aparición de la escritura, se produce un canal distinto en la forma de transmitir y adquirir cualquier tipo de información o conocimiento.

En ese proceso, el culmen se produce en el año 1450 cuando el alemán Johannes Gutenberg inventó la imprenta. Con ella, se da inicio a la era del libro de papel impreso, que como bien dijo el escritor argentino Jorge Luís  Borges, maravillado por este magnífico invento, el libro es una extensión de nuestra memoria e imaginación. A propósito de la imprenta, el exvicepresidente de los Estados Unidos Al Gore, en su libro El ataque a la razón, expresa lo siguiente: se podría decir que la era de la imprenta dio inicio a la Edad de la Razón, que el siglo XVIII fue testigo de que cada vez más ciudadanos corrientes podían usar el conocimiento como fuente de poder.  A partir de este innovador acontecimiento, la galaxia Gutenberg determinó que las transformaciones sociales siempre van a estar acorde con el ritmo en que evoluciona la tecnología.

Imprenta de Gutenberg.

Algunos historiadores, entienden que la Edad Moderna, como etapa histórica comienza en 1453 con la caída de Constantinopla  por el Imperio Turco Otomano. Otros sostienen, que fue con el descubrimiento de América en 1492. En ese sentido, cuando Al Gore se refiere al inicio de la Edad de la Razón, coincide con la Edad Moderna  como período histórico, y con la modernidad  respecto del pensamiento. La modernidad, entendida como el inicio de la filosofía moderna, tuvo como fundamento principal la racionalidad.

Amparada en el ideal de la razón, en el siglo XVIII surge en Europa La Ilustración, un movimiento cultural e intelectual que provocó grandes transformaciones políticas e ideológicas,las cuales fueron determinantes para la humanidad. Un ejemplo paradigmático es la Revolución Francesa de 1789, influenciada por el ideal de la Ilustración y relacionada estrechamente con el racionalismo. El nuevo giro en el pensamiento que significó la modernidad, trajo consigo el pensamiento sólido, convicciones firmes y cierta uniformidad conceptual.  El razonamiento se constituyó en el sello de identidad en la formulación de las ideas, en la construcción del discurso, y el símbolo en la adquisición del conocimiento. En sentido general, fue de gran influencia en el pensamiento crítico durante un período bastante extenso.

La embriaguez del instante y el frenesí por el placer han creado un individuo despreocupado y fragmentado.

Con la invención de los medios audiovisuales, se produce un cambio en la manera de percibir la realidad, pues la imagen conllevó a que se modifique la idea de tiempo y distancia que tiene el individuo cuando lee.  En ese contexto, el filósofo y sociólogo canadiense Marshall McLuhan acuñó el concepto aldea global, para referirse a la presencia inmediata dela voz  y la imagen desde el mismo lugar en que sucedía un acontecimiento. Esta presencia de voz e imagen, daba la idea del mundo como una inmensa aldea según McLuhan. .Aun así, no dejó detener el libro un sitial  de prestigio en la formación del acervo cultural del individuo. La lectura como estandarte.

Un hecho marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento del siglo XX. En la década de los ochenta,surge la posmodernidad, un amplio movimiento contrario a la modernidad. No pretendo abordar sus aspectos, pero entre las discusiones sobre su origen, se tiene como uno de ellos el pronunciamiento  del filósofo francés Jean Francois Lyotard, cuando anunció la muerte de los grandes relatos. Cabe destacar, que entre esos metarrelatos, se encuentran los que escribieron los pensadores de la Ilustración. Alegan ellos, que las ideas contenidas en esos textos, revelaron los prejuicios de sus autores  creando la dualidad y olvidando la diversidad. Esta nueva corriente no se integra al compromiso social, tiene ausencia del sentido de comunidad, es individualista y vive la diversión como sinónimo de felicidad. Los posmodernos consideran anticuado el valor de la modernidad.

En concomitancia con el fenómeno de la posmodernidad, pienso que el aumento vertiginoso de la tecnología, (el Internet de manera específica)ha sido parte sustancial de esta corriente.Para mal, más que para bien, se está dando más importancia a la imagen que al texto, y esto ha contribuido al desinterés por la lectura.  Esta nueva tendencia, ha conllevado a que una mayoría se deje influenciar por la atracción hipnótica de la imagen. Se ha ido sustituyendo el texto por la imagen dando supremacía a esta, cuando lo cierto es que la imagen es un complemento del texto.

Es evidente que nadie puede controlar la dinámica del tiempo, y como es lógico, el avance tecnológico es una realidad que se nos impone. Aun así, una persona que dedique dos horas a ver vídeos, es casi seguro que sus respuestas cerebrales van a ser distintas a las de una persona que dedique ese mismo tiempo a leer. La razón es que la imagen nos presenta una reacción emotiva, contrario a la colaboración reflexiva que ameritan las palabras.

Es lamentable observar cómo hemos llegado a la banalización de la realidad. El consumismo y la diversión se han impuesto como lógica dominante. La embriaguez del instante y el frenesí por el placer han creado un individuo despreocupado y fragmentado. Es lo que en términos personales he denominado distorsión axiológica o de valores, la cual se ha reflejado de manera negativa en la convivencia social.

Si la modernidad ha terminado,  me inclino a favor del filósofo alemán Jurgen Habermas cuando dijo que  esta no ha muerto, que lo que debe hacer es renovarse. Como también me inclino a favor de la defensa de la lectura, sea esta en libro físico o digital. Necesitamos una renovación en términos humanos, una vuelta a los valores que dan sentido a la vida y a la dignidad, en un mundo cada día más deshumanizado y convertido hoy en espectáculo.

 

Rafael Andrés Guzmán Torres en Acento.com.do