El mercado tradicional en República Dominicana se diversifica gracias al talento joven y la generación centennials, quienes exploran y dinamizan las industrias creativas y culturales.

Esta transformación abre nuevas oportunidades para los artistas emergentes en el país, especialmente para las mujeres que buscan profesionalizar su creatividad e innovación.

La economía naranja en República Dominicana abarca las actividades relacionadas con la creatividad y la cultura, como la música, el cine, la literatura y el arte.

Este sector aporta el 1.5 % del producto interno bruto (PIB) nacional, generando US$ 198.3 millones de divisas por exportación y representa el 12.5 % de los empleos nacionales.

El fortalecimiento de la economía creativa no solo se traduce en beneficios monetarios, sino también en un reconocimiento cultural que permite a los artistas dominicanos posicionarse a nivel internacional.

La creciente inversión en eventos culturales y la participación en exposiciones colectivas ofrecen a las artistas una plataforma para mostrar su trabajo y establecer redes de contacto con sus homólogos.

En el marco de la exposición Inner Canvas en la galería Arte San Ramón, se destacan las historias y perspectivas de varias artistas dominicanas: Aida Vásquez Yarull, Amalia Estrada Sierra, Betesha Bloise, Ana Mueve Flore, Pamela Polanco y Zoraidy García. 

Exposición de arte Inner Canvas
De izquierda a derecha: Zoraidy García, Amalia Estrada, Aida Vásquez, Susy Guzmán, Pamela Polanco, Betesha Bloise, Ana Mueve Flore y Judith López

Oportunidades en la industria

A nivel nacional, las oportunidades de los artistas surgen, principalmente, de las exposiciones colectivas y las iniciativas culturales que abren las puertas para que los creativos emergentes demuestren sus habilidades y obtengan el reconocimiento que merecen.

Tanto Aida Vásquez como Pamela Polanco consideran que la creación de plataformas y espacios culturales es fundamental para empoderar a los jóvenes artistas dominicanos.

“Estas iniciativas no solo ofrecen un entorno propicio para el crecimiento personal y profesional, sino que también facilitan el acceso a recursos y aumentan la visibilidad”, comentan. 

Betesha Bloise observa con entusiasmo cómo las oportunidades para los artistas están dándose cada vez más, sin distinción de género. Esta igualdad permite que tanto hombres como mujeres desarrollen su talento y enriquezcan el sector artístico.

Pese a estas oportunidades, Ana Mueve Flore subraya que los artistas deben ser activos en la creación de sus propias oportunidades para avanzar en sus carreras.

“Yo he identificado que la oportunidad la tengo que crear yo para poder alcanzar mi meta en República Dominicana. Creo que son muy limitadas las posibilidades aquí”, dijo.

Exposición Inner Canvas

La industria creativa y cultural permite a las personas expresar sus sentimientos y emociones mediante el arte.

En la exposición Inner Canvas se destaca cómo cada una de las artistas utiliza su propio contexto y experiencias para dar forma a sus creaciones.

Betesha Bloise expone tres cuadros: Pasado Presente, Entre ser y Futuro Ser. Estas obras exploran el crecimiento y la identidad a través de etapas de la vida. Bloise utiliza elementos de su infancia para reflejar la evolución personal y la confrontación con la realidad profesional adulta.

Las obras de estas artistas dominicanas no solo reflejan su talento, sino también la diversidad temática y la profundidad conceptual que caracteriza a sus creaciones.

Pamela Polanco utiliza sus experiencias personales para crear obras como From A to Z y Marea, que abordan la ansiedad y la recuperación. Polanco emplea elementos como la porcelana y las flores para expresar la fortaleza humana y la capacidad de superar adversidades. Captura la esencia de la resiliencia y la individualidad en cada pieza.

Aida Vásquez, una artista autodidacta, presenta My own muse, Impermanence y Follow the light, obras que reflejan su filosofía de vida y resiliencia. Se enfoca en la autoaceptación y la paz interior, y recuerda la importancia de mantener la curiosidad y la esencia de la infancia en su proceso creativo.

Mientras tanto, otras artistas exploran la intersección de diferentes disciplinas.

Ana Mueve Flore fusiona arte y ciencia en su serie Viviente. Inspirada en la filosofía del yoga, Mueve Flore muestra representaciones visuales de la sangre y la respiración, basadas en muestras microscópicas antes y después de meditar y bailar. Explora la conexión entre la respiración consciente y el impacto a nivel celular.

Amalia Estrada combina las disciplinas de física, matemáticas, geometría, música, poesía e incluso arquitectura con el arte en sus obras. Emplea gráficos, ecuaciones o hasta un poema, como en su obra Realidad Paralela. Esta pieza contiene un bolso, tanto como objeto físico como símbolo gráfico pintado en el lienzo, e incluye una serie de versos inspirados en una nube dorada.