Idealizar tu mundo y haberlo conseguido porque las cosas fluyeron de forma sencilla, es algo excepcional pero ¿Qué pasaría si justo cuando piensas que lo tienes todo y has desafiado las convenciones, ese mundo es arrebatado por el viento implacable que lleva un nombre cambiante? eso es lo verdaderamente complicado. Tienes la opción de quedarte esperando el milagro o salir a buscar lo que perdiste, si tomas la última alternativa, al adentrarte en la búsqueda, verás que no lo has perdido todo, porque al pasar por el camino descubrirás que hay otro lado del mundo, en el que hay personas que han perdido sus derechos de libertad y dignidad, personas que viven en condiciones inimaginables y que todas son producto de la fuerza humana.

Estas situaciones se ven reflejadas en la novela La vorágine de José Eustasio Rivera, un destacado novelista, poeta y político colombiano nacido el 19 de febrero de 1888 en Neiva. Es considerado como una de las figuras clave del realismo y en su obra presenta esta tendencia, narrando historias de ambición, pasión y lucha por la supervivencia.

Además muestra las complicaciones de las relaciones humanas y la vida cruel de los caucheros. A pesar de ser publicada en 1924, La vorágine es como una campana que suena día tras día, hasta hoy, para transmitir mensajes de la vida cotidiana. Sus páginas son como un viaje en barco, en cada puerto descubres temas como el abuso de poder, la crueldad, la falta de amor hacia el prójimo, la deshumanización y el modo de actuar de los que llevan el mando de la clase oprimida.

José Eustasio Rivera.

En los primeros pasajes de la novela, el amor se presenta de forma singular, despojado de ataduras y restricciones que suelen caracterizar las relaciones humanas. Se trata de un sentimiento dócil, que no cuestiona el rumbo aunque parezca estar a la deriva. Es un amor que no se doblega ante las normas sociales, sino que fluye con esperanza y está dispuesto a vivir con intensidad sin importar las consecuencias. Este amor aunque sea frágil de apariencia, se aferra a la vida con ferocidad. Los protagonistas que encarnan este sentimiento son Alicia, una joven vulnerable, que vive las tensiones de las relaciones amorosas y Arturo Cova, un hombre impulsivo que lleva una lucha interna con su destino. Mientras Alicia busca el refugio en su amado, Arturo se arrepiente de haberse escapado con ella, pero está consciente de que la vida le ha entregado un amor fácil. Lo expresa con claridad en el siguiente fragmento:

«Alicia fue un amorío fácil: se me entregó sin vacilaciones, esperanzada en el amor que buscaba en mí. Ni siquiera pensó casarse conmigo en aquellos días en que sus parientes fraguaron la conspiración de su matrimonio, patrocinados por el cura y resueltos a someterme por la fuerza» (p. 6).

Sin embargo, surge una pregunta inevitable: ¿realmente todos son merecedores de un amor tan puro y entregado? A lo largo del texto, Arturo tiene una actitud indeterminada y contradictoria hacia Alicia, quien, lejos de ser su felicidad, la considera como una carga. Su visión sobre ella cambia, y su cercanía para él se convierte en una limitación de la libertad. Además, Arturo critica su forma de ser diciendo: «Pero Alicia me estorbaba como un grillete. ¡Si al menos fuera más arriesgada, menos bisoña, más ágil!» (p.7).

La vorágine. Portada.

Esta situación no es una ficción aislada de la realidad. Muchas veces, en las relaciones humanas, no todos los involucrados son merecedores del sacrificio y la entrega del otro. Al igual que Arturo, hay quienes no son capaces de valorar el amor que reciben. Este pasaje es el espejo de lo que sucede en las relaciones humanas, donde el amor no siempre es apreciado.

Por otro lado, así como la vida puede cambiar en cuestión de segundos y dar un giro de 360 grados, en la primera parte de la novela ocurre un acontecimiento que marca profundamente a los personajes, un secuestro. La víctima, Alicia, experimenta las duras realidades de la selva amazónica y, a medida que avanza la historia, se enfrenta a la violencia y la descomposición moral. Su desaparición simboliza tanto la inocencia como la pérdida de esperanza. Es un evento que impacta por completo al protagonista, ya que sus sentimientos empiezan a cambiar o a evolucionar, y se siente impotente y desesperado en medio del caos.

¿Qué sucede cuando te enfrentas a una realidad completamente distinta a la tuya?

¿Cómo cambia tu perspectiva al adentrarte en un mundo que es tan diferente a todo lo que creías saber? Arturo, el mismo narrador, se sumerge en un viaje que lo lleva a descubrir las duras condiciones de trabajo y de vida de los caucheros. Afronta la brutalidad de la selva, donde la naturaleza primitiva y salvaje, muestra su verdadera cara: enfermedades, animales salvajes, y sobre todo, la crueldad humana en su máxima categoría. Arturo observa el abuso a los caucheros por Petardo Lesmes y explica que: «Hizo limpiar una gran vasija y se puso a medir con una totuma la leche que cada gomero presentaba atortolándolos con insultos, con amenazas y reclamos, y mermándoles el mañoco a que tenían derecho para cenar» (p.219). Este fragmento evidencia que los caucheros eran maltratados físicamente y emocional, y que les privaron hasta de comer. En esta obra es notable el abuso de poder pero también situaciones muy crueles como los asesinatos de muchas personas.

La selva se convierte en un figura que arrasa todo a su paso y cambia la mentalidad de los personajes, por eso el final termina con la frase: «Los devoró la selva» (p.261). Esta novela da respuesta a la pregunta que se hace muy común en el siglo XXI y que ha sido un tema de debate discutido por expertos: ¿El entorno en el que se vive influye en la identidad? Tanto el ambiente natural como social en la selva va marcando y reconfigurando la identidad de Arturo. Lo que apunta al determinismo y sirve como base para replicar que el individuo se ve influenciado por los factores sociales.

Para finalizar, La vorágine es el reflejo del siglo XXI y se puede considerar como una fuente de inspiración para aquellos que buscan denunciar los problemas sociales y la opresión de los humanos en el siglo. Es la obra de hoy y de siempre, pues se viste de personajes que representan la realidad, exponiendo temas como el abuso, la supervivencia, la aventura, el sacrificio, la pérdida de libertad y la explotación. Además, a través de su representación de la selva y su influencia en los personajes, promueve la idea de que el ambiente es de vital importancia en la formación. Este tema lejos de ser obsoleto, continúa siendo relevante en nuestros días. La vorágine te invita a pensar en la idea de que tu mundo idealizado a veces puede verse obstruido por fuerzas inhumanas. Sin duda, es un escrito que a pesar del tiempo, entreteje su narrativa con la vida cotidiana, y sirve como guía para actuar en diversas situaciones. _______________________________________________________

Yesenia De Oleo Sosa es estudiante de la Licenciatura en Lengua Española y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, recinto Félix Evaristo Mejía de Santo Domingo.    202130253@issu.edu.do