La búsqueda, Juan M. Fructuoso Heredia.
En una segunda edición impresa y publicada en Amazon, Fructuoso ha relanzado su primera novela de este género que a muchos tanto nos gusta. Ahora bien, por qué yo el titulo así y a qué podría llamarse literatura policíaca del tercer mundo.
Antes de entrar en materia literaria veamos qué se entiende por tercer mundo.
“Aquellos países cuya situación económica, social y política los sitúa en un peldaño de desventaja respecto a los países “desarrollados”. Y son aquellos que brindan las peores condiciones de vida a sus ciudadanos.
El término “tercer mundo” fue propuesto en 1952 por el economista francés Alfred Sauvy (1898-1990), en una publicación titulada “Tres mundos, un planeta” en el diario L’observateur. Fuente: https://concepto.de/tercer-mundo/#ixzz84frf1vIk
Contar desde la realidad fue el tema del Festival Centroamérica Cuenta 2023, celebrado en RD, del 16 al 21 de mayo pasado. Sergio Ramírez, premio Cervantes, afirmó: “contar desde la realidad es ver algún hecho curioso en la sociedad y, a partir de ahí, sacar una historia verosímil”.
Primero, vamos a mostrar el andamiaje estructural de La búsqueda. Es una novela ilustrada con siete dibujos a grafito, quince capítulos cronológicamente que nombran los sucesos de la diégesis y que suman 191 páginas de puro relato. Cada capítulo está provisto de un epígrafe a fin de lo narrado en cada capítulo. En cuanto al contenido, tiene una subtrama histórica que, a mi juicio, es el santo Grial de la investigación. Un rifle (el verdadero cuerpo del delito), que perteneció a un héroe y líder revolucionario de fama nacional. Es el objeto fantástico que hace que los puntos de giros vayan cambiando la trama en la narración.
Así narra la obra lo siguiente:
“Pero allí estaba la victoria. La recuperación del fusil del general Cacique, que antes era del coronel Caamaño…” La búsqueda. Pág.187.
La novela empieza a narrar in media res, es decir, en acción. El escenario en que se desarrolla la obra es Rio San Juan, Cabrera donde tiene lugar el asesinato del general Cacique.
Canon clásico. Las novelas policiales norteamericanas, inglesas y francesas son de personajes pedantes, ingeniosos: (analíticos y deductivos), de hecho, algunos de ellos trabajan solos. El accionar de ese tipo de novelas es desmitificar un misterio o imponer la justicia ante un crimen perfecto.
La obra narrativa de Juan Fructuoso no persigue estas pretensiones que son el derrotero que conocemos. La forma de pensar de los personajes detectivescos del Caribe, según mi concepción del concepto imaginario, lo da el cambio de latitud. Para estos personajes, el Caribe es una dimensión que le permite hacer lo que hacen con originalidad. El Caribe jamás será EU ni UK, sin embargo, la justicia es la misma: hay que aprehender al culpable aunque sea un camaleón. Por ende, la obra de Fructuoso es una novela policíaca del Caribe y no del “tercer mundo”, dado que esto es un término más bien para establecer un rango de poder particular entre países.
En La búsqueda, los personajes exigen una remuneración: dinero o ascenso de rango a cambio de la captura del criminal o antagonista (Angelito). La inconformidad de los personajes se debe a una flaqueza de la perspectiva o visión del sistema en el que ellos viven. Les obliga a que piensen de una manera diferente dado que cada cual se particulariza para ganar una notoriedad absoluta ante su comandante.
“─ Porque en caso de que determinen que he detenido al verdadero culpable de la muerte de Cacique, haré contar en mi reporte que por su ayuda fue apresado, para que le entreguen una recompensa y a mí me reconozcan el mérito.” La búsqueda. Pág. 35.
“Pero, era algo más lo que movía a los agentes. Era eso que llaman orgullo policial, un germen que no se cura y con el que quedan infectados los agentes una vez comienzan a aprender el oficio, que no tiene fronteras, que no escatima sacrificios, que nadie valora y que al final solo llanto y dolor, pues cada vez la historia se repite en detrimento de ese hombre pobremente mal pagado, no solo material sino socialmente.” La búsqueda. Pág.141.
Entonces, aquí el pensamiento de los que están para imponer la justicia, fungen más como contratistas que como investigadores y, eso es correcto, porque de eso se trata contar desde la realidad. Estamos ante una obra particular en un accionar que define un imaginario literario en esta latitud geográfica que es Caribe antillano.
La novela policíaca del Caribe siempre nos presentará una historia cercana a nuestra realidad. Entiendo que es una narrativa con arraigo autóctono dado cómo los personajes ven el mundo que les rodea. Nos presentan un ímpetu de voluntad por hacer las cosas bien hechas en nombre de la justicia, pero a la vez, se muestran resentidos por las cosas que no han logrado en sus vidas y, que también, es de prioridad personal.
La falta de confianza entre los investigadores-personajes es de orden desidioso o el autor pretende bifurcar al lector para mantener la tensión de la narratología como parte de la trama.
“Angelito no era más que un mito, inventado por la jefatura ya que iba para tres años, algo nunca antes logrado.” La búsqueda. Pág. 148
La tardanza en las investigaciones en la novela La búsqueda tiene verosimilitud, porque es el pan nuestro de cada día, además, en todo proceso investigativo de las novelas policíacas, el tiempo es estratégico para la trama, pero aquí, el tiempo es un atenuante modular tratándose del asesinato de un general retirado. Es decir, que la tardanza es subterfugio para favorecer o desfavorecer a algunos, es desidia de los agentes para justificar las prebendas.
“Sobre todo ahora que muchos generales cercanos al presidente aguardaban un chance en ese codiciado puesto, y aunaban esfuerzos por hacer saltar del cargo al actual incumbente del máximo puesto.” La búsqueda. Pág. 148.
Esta novela policíaca caribeña suele ser bastante pintoresca dado la variedad de pensamientos entre los personajes, una sobrevivencia en pos de un objetivo que beneficia a solo algunos.