Homo Deus: breve historia del mañana (2015) es, según su autor, Yuval Noah Harari.

 

La evolución, decadencia y porvenir de los grupos humanos son temas que antropólogos, demógrafos, sociólogos e investigadores han estudiado con respecto a la cultura y el comportamiento de los sujetos.

De lo que se trata en Homo Deus: breve historia del mañana (2015) es, según su autor, Yuval Noah Harari, de un enfrentamiento entre las teorías del pasado y la “historia del mañana”, donde plantea la alarma de un futuro verdaderamente complicado como es el caso de “la nueva agenda humana”; “el umbral biológico de pobreza”; “ejércitos invisibles”; “quebrantando la ley de la selva”; “los últimos días de la muerte”; “por favor, ¿puede alguien pisar el freno”; “la paradoja del conocimiento”; “el océano de la conciencia” y la “gran desconexión”, entre otros interesantes temas.

En ese contexto, el autor y académico israelí, Yuval Noah Harari, doctor en Historia por la Universidad de Oxford, con especialización en Historia Medieval e Historia Militar, se pregunta en Homo Deus:  “¿Qué nos deparará el futuro? En esta obra, Harari “explora los proyectos, sueños y pesadillas que configurarán el siglo XXI, desde superar la muerte hasta crear inteligencia y vida artificial”.

También, su libro plantea:

“¿Qué pasará con la democracia cuando las grandes tecnologías conozcan nuestras preferencias políticas mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos? ¿Qué le ocurrirá al mercado laboral cuando la inteligencia artificial consiga mejores resultados que los humanos en la mayoría de las tareas cognitivas? ¿Cómo podremos lidiar con los avances en ingeniería genética? He aquí una mirada penetrante de la próxima fase de nuestra evolución”.

El celebrado autor no solo analiza cuidadosamente estos problemas tan complejos en Homo Deus: breve historia del mañana, sino también en sus otros textos como Sapiens: de animales a dioses (2014) y 21 lecciones para el siglo XXI que, según datos ofrecidos por los medios de comunicación físicos y virtuales, se han vendido más de 20 millones de ejemplares a nivel internacional.

En Homo Deus aborda también los fenómenos culturales de la presente época a partir de los sucesos telúricos y los modos de vida de los grupos humanos durante períodos de años, para arribar a la concepción de las ilusiones y desilusiones que han caracterizado los mundos imaginarios que estos sujetos continúan desarrollando a la luz de ineludibles necesidades existenciales.

 

Yuval Noah Harari.

 

Con relación a la problemática china, refiere: “Beijing ya está tan contaminado que la gente evita salir a la calle, y los chinos ricos pagan miles de dólares por sistemas de purificación del aire en sus casas. Los superricos construyen artilugios protectores incluso sobre el jardín. En 2013, la Escuela Internacional de Beijing, que atiende a hijos de diplomáticos extranjeros y de chinos de clase alta, dio un paso más allá y construyó una cúpula gigante, con un coste de cinco millones de dólares, sobre sus seis pistas de tenis y campos de deporte. Otras escuelas están haciendo lo mismo, y el mercado chino de purificadores de aire está en su auge”.

El gran pensador de moda, Yuval Noah Harari, nos ofrece una visión bien condensada de cómo se vislumbra “la historia del mañana” que, para quien esto escribe, dista mucho de la que vivimos si tomamos en cuenta los antecedentes de las utopías sociales derivadas de las distintas civilizaciones.

En su Homo Deus  (2015) dice que si hay que mencionar las tres principales preocupaciones de la humanidad (…) “la hambruna, la peste y la guerra coparon siempre los primeros puestos de la lista”. Expone, con mucha propiedad, que “generación tras generación, los seres humanos rezaron a todos los dioses, ángeles y santos e inventaron innumerables utensilios, instituciones y sistemas sociales…, pero siguieron muriendo por millones a causa del hambre, las epidemias y la violencia”.

Desde esta perspectiva, el planteamiento de Harari tiene la misma raíz política, social y económica desde el inicio de la humanidad. Los aspectos que plantea concuerdan con otras teorías de pensadores del siglo XX en cuanto a situaciones demográficas, guerras y epidemias, las cuales han representado una permanente preocupación para la humanidad.

Noah Harari centra su estudio sociológico en el proceso individual-religioso-militar, al formular la idea de que: “Muchos pensadores y profetas concluyen que la hambruna, la peste y la guerra debían de ser una parte integral del plan de Dios o de nuestra naturaleza imperfecta, y que nada, excepto el final de los tiempos, nos libraría de ellas”.

Desde el punto de vista básicamente antropológico, Noah Harari nos está alertando de las catástrofes que a menudo han hecho sus apariciones a lo largo de la historia de la humanidad y, en ese y otros aspectos, estamos de acuerdo que “estos problemas no se han resuelto por completo, pero han dejado de ser fuerzas de la naturaleza incomprensibles e incontrolables para transformarse en retos manejables”.

Desde su óptica: “No necesitamos rezar a ningún dios ni a ningún santo para que nos salve de ellos”. Y agrega: “Sabemos muy bien lo que es necesario hacer para impedir el hambre, la peste y la guerra…, y generalmente lo hacemos con éxito”.

En este punto, para lograr el éxito al que alude Harari, los gobiernos deben velar por el medioambiente al que tanto daño se le produce en distintas regiones del mundo como consecuencia de la deforestación, la escasez de productos e impedir que estos gobiernos otorguen permisos a compañías para extraer cientos de miles de toneladas de minerales de los ríos y consientan la tala de árboles de manera indiscriminada.

La teoría de Noah Harari no se trata de una construcción mental sino de interesantes argumentos antropológicos y sociológicos que nos permiten conocer la complejidad de la naturaleza de los grupos humanos y los pueblos, después de años de investigaciones para llegar a resultados concretos.

Su teoría sobre el “futuro del mañana”, se inicia con el período del hombre primitivo hasta nuestros días, poniendo en contexto los peligros que acechan a la humanidad como resultado del cambio climático y los comportamientos del género humano. Nos suscribimos a la idea de Noah Harari en el sentido de que: “Aunque viajáramos por todo el planeta y estudiáramos todas y cada una de las comunidades humanas, solo acabaríamos cubriendo una parte limitada del espectro mental de los sapiens”. Y añade: “Hoy en día, todos los humanos han sido tocados por la modernidad, y todos somos miembros de una única aldea global”.

A nuestro modo de ver, Homo Deus: breve historia del mañana resulta una teoría que obliga a los cientificistas a replantearse nuevos enfoques y esquemas con respecto al futuro de la humanidad sin recurrir a especulaciones y utopías, sino a hechos concretos que, en tal sentido, obligan a las naciones del mundo a desempeñar un rol más proactivo para disminuir las hambrunas, cuidar el ecosistema (por ejemplo, la capa de ozono) y llevar a cabo programas y políticas para definir el futuro de la humanidad.

Por fortuna, las grandes naciones han hecho conciencia sobre la necesidad de asignar capítulos en sus respectivos presupuestos para asistir a países grandes y pequeños en casos de huracanes, terremotos y epidemias. También los lleva a replantearse un nuevo papel con respecto a los grupos humanos que trabajan día a día y sin descanso para salvar el planeta Tierra.

Como puede verse, la teoría de Yuval Noah Harari se inserta en lo cognitivo de la era de la inteligencia artificial, la cual permite que, hoy día, los grupos humanos trabajen a favor de ellos mismos teniendo en cuenta que el hombre es hijo de su cultura y, por tanto, su vida y perspectiva del mañana se sustentan en ideales fuertes, los cuales son la columna que sostiene culturalmente sus realizaciones, sueños y fantasías.

 

Cándido Gerón en Acento.com.do