La gastronomía es una disciplina basada en herencias patrimoniales que se pueden convertir en productos y servicios diferenciados. Este contexto le brinda a la industria gastronómica un papel protagónico, porque da visibilidad y diferenciación a destinos y ofertas culturales que impactan directamente en el crecimiento del turismo y tienen resultados económicos tangibles.

El séptimo capítulo de la publicación Dominicana Creativa: Talento en la economía naranja desarrolla la disciplina gastronómica, su gran incidencia en el Producto Interno Bruto (PIB), impacto en el turismo y el alto grado de creatividad que emplea. Cada uno de estos aspectos son grandes características de la economía naranja.

María Marte fue la persona escogida para redactar las páginas que rinden tributo a la profesión. Chef dominicana, la única en Madrid con dos estrellas Michelín, Marte refiere que la gastronomía dominicana tiene un enorme potencial para darse a conocer a nivel mundial debido a la diversidad de los platos típicos de cada región.

En República Dominicana necesita crear conciencia sobre incorporar de lleno las sus políticas culturales y estatales para contribuir a la economía naranja como lo han hecho Colombia y Chile.

El país es uno de los países más ricos en variedad de restaurantes con productos, estilos y cocinas provenientes de Europa, Estados Unidos, China, países árabes, mexicana y de otras partes del mundo.

Del mismo modo, la cocina dominicana ha ido incorporándose como una gastronomía gourmet, gracias a la labor de chefs emprendedores y creativos que han convertido la comida habitual en delicia gastronómica para criollos y extranjeros. Empero, hay que difundir la idea, muy práctica por demás, de que la cocina es un bien cultural. Por lo tanto, tener un restaurant, aún sea pequeño o mediano, o una venta de dulces caseros y de frutas criollas, no es un negocio de pequeña relevancia. Quien crea este tipo de negocio está ayudando a crear conciencia del valor de la cultura gastronómica dominicana. Y colabora, por tanto, en la incorporación de esta industria a la economía naranja, como sustento y contribuyente del PIB de la nación y como proyección de la marca país.

La gastronomía es un ingrediente tan importante en la economía de un pueblo que proviene de sus haberes y tradiciones culturales, como el teatro, la música, las artes en general, la publicidad o la producción editorial.

Urge entender que la gastronomía mueve un conjunto de ejes que viabilizan su importancia: la producción agrícola, la hotelería, el entretenimiento, el ocio, el convite, el ejercicio laboral, los núcleos económicos que sirven de intermediarios en este proceso, y hasta la música que se interpreta en los restaurantes. Si se unen todos estos aspectos, algunos de directo componente económico y otros de componentes sentimentales o propios del intercambio humano, se llega a la conclusión de que es uno de los valores de mayor trascendencia de la economía. Lo que se necesita es lo que ya se hecho en otras naciones: hacer rentables los negocios de comida, crear una buena producción que genere interés en los comensales potenciales con creatividad constante, organización, conciencia empresarial y, en especial, con experiencia y talento profesional.

“Alguien ha dicho que no hay aspecto más “naranja” que el talento”, María Marte.

La chef de origen dominicano piensa que los reales destinatarios de esta conquista y de esta meta son una nueva generación de cocineros, de chefs profesionales, entrenados en círculos exclusivos del negocio, dentro y fuera del país.

Una gastronomía para crecer

Junto a María Marte participan otras voces del sector como Juan Febles, director de la Escuela AyB Masters; Carlos Romero, sous Chef del restaurante Maraca; Paulette Tejada, asesora gastronómica y chef privada; Nicolás Frigerio, chef y copropietario del restaurante Nipau; Alberto Taveras, sommelier y Consultor Gastronómico de La Bodega; Francis Peña, chef y copropietario de El Gallego; y Lázaro Sierra, propietarios de Buche Perico, El Conuco, Okra y Viralata.

Entre todos, se resume que para un futuro de crecimiento económico hay que articular propósitos, agendas empresariales, criterios financieros, gerencia efectiva, gestión dinámica, para que la gastronomía sea medida como una contribuyente eficaz y permanente de nuestra economía. En acciones específicas:

  • Buscar un rol más activo del Estado para cohesionar todo.
  • Responsabilidad gubernamental en cuanto a los controles para los pescadores y controles de producción, de manera que el impacto ambiental sea mínimo.
  • Desarrollar estrategias de marketing para formar nuevos profesionales y promocionar los colores culinarios del país.
  • Hacer equipos que se encarguen de la aplicación y creación de productos gastronómicos.
  • Desarrollar estrategias para posicionar platos dominicanos a nivel internacional.

Otros productos que tiene el capítulo de Gastronomía

Podcast: “El arte culinario, un mercado amplio y diverso”

Gabriel Medrano y Álvaro Reyes comparten sobre su experiencia en Knife Culinary Space.

Historia

Inés Páez (Chef Tita), chef propietaria y jefa de cocina del restaurante Morisoñando.