Hace unos cuantos meses, cuando escudriñaba el catálogo de la edición pasada del Festival Internacional de cine de Fine Arts, consumí durante hora y media las imágenes de La fiera y la fiesta, la nueva película de Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán. Por lo que me habían contado pensaba que se trataba de una obra mayúscula del cine dominicano, pero por lo visto vi otra cosa.

La película de los directores de la regular Dólares de arena, digamos, muestra una especie de homenaje póstumo al cine de Jean-Louis Jorge, ese inclasificable cineasta dominicano que a principios de este siglo murió en circunstancias bastante escabrosas. Pero, incluso contando con un estilo visual que mezcla el onirismo kitsch y la transgresión vampírica de tintes tropicales, me parece un ejercicio anodino y terriblemente indulgente que pone sobre la mesa una serie de personajes que son tan huecos como el fondo de una piscina. Su protagonista es Vera, una actriz en el ocaso que viaja a República Dominicana para realizar una película a partir del guión inconcluso de su difunto amigo, Jean-Louis Jorge.

La trama de Vera tiene un arranque más o menos interesante cuando ella hace turismo interno mientras evoca los recuerdos perdidos de los filmes de Jorge y discute detrás de cámaras con el director colombiano Luis Ospina y el vampírico Udo Kier de Morrissey. Pero a la media hora, el trato innecesariamente arrítmico de su narrativa, me produce efectos dormitivos al observar que la rutina de la protagonista se repite cuando camina desilusionada por los platós y asiste a fiestas de culturetas esnobs que solo hablan de arte kitsch y bailan semidesnudos en los jardines a merced de la luna llena. La Vera, que interpreta Geraldine Chaplin, es un poco olvidable cuando emplea su expresividad para capturar la melancolía de la actriz septuagenaria absorbida por los recuerdos y el fantasma del cineasta que busca apuñalar a los que chupan la sangre de los que hacen cine como acto de redención.

A modo subrepticio, Guzmán y Cárdenas no solo encuadran la acción de la protagonista para esquematizar un discurso sobre el olvido y los pasajes recónditos de la memoria, sino también sobre la polisexualidad y la naturaleza diegética del cine como una puerta para reflejar el dolor producido por la crisis creativa de un cineasta. Pero de nada sirve la estética del metacine, los bailes exóticos y el aroma a melodrama cabaretero de los 70 que, en efecto, solo busca señalar una y otra vez el universo excéntrico e irrealista del cine de Jorge con películas como La serpiente de la luna de los piratas y Mélodrame. Su resultado luce algo adocenado, siútico y mecánico con esos personajes de plástico, consciente en todo momento del artificio camp que, a fin de cuentas, no dice nada revelador, nada que no haya visto antes con resultados más sobrios.

Ficha técnica
Título original: La fiera y la fiesta
Año: 2019

Duración: 1 hr 28 min

País: República Dominicana

Director: Israel Cárdenas, Laura Amelia Guzmán

Guion: Israel Cárdenas, Laura Amelia Guzmán

Música: Leandro De Loredo

Fotografía: Israel Cárdenas

Reparto: Geraldine Chaplin, Udo Kier, Jaime Piña, Jackie Ludueña

Calificación: 5/10