El reconocido pintor y escultor Manuel Macarrulla ha estado observando con ojo acucioso todo lo que sucede en República Dominicana desde siempre.

Se mudó a New York cuando era todavía un niño y desde ese entonces ha estado obsesionado con todo lo dominicano y la forma en que opera en nuestra nostalgia.

Este es el discurso que trae en Diáspora, distancia, e historia, su más reciente exposición, una recopilación de su arte que ha estado cociéndose a fuego lento durante décadas y que ha tenido como propósito el encender la luz de nuestro entendimiento sobre cómo opera la memoria.

La exposición fue inaugurada este 1ero de noviembre 2024, a las 6:00 pm, en la sala de exposiciones de la Dirección de Cultura Dominicana en el Exterior, en un evento cargado de valor y significancia con la comunidad dominicana residente en Nueva York.

“Este es un precedente en la historia de la dirección y de Manuel Macarrulla como artista visual”, dijo Rey Andújar, quien junto a su equipo ha dinamizado a niveles considerables las actividades de la dirección y su exposición ante un público demandante.

El trabajo de Macarrulla como grabadista, pintor, y fabricante de máscaras lo ha llevado por todo los Estados Unidos, y en particular por galerías y museos de New York y la República Dominicana.

El discurso visual de Macarrulla ha buscado desde sus inicios desentrañar esos aspectos esenciales de la cultura dominicana, combinándolos con una simbología precisa que busca asociar a proverbial Chivo, con los diablos cojuelos, el carnaval, la colonización de la isla, y aspectos de la vida rural dominicana.

“La nostalgia la podemos sentir todos, pero, aunque constituye emoción legítima, me parece que para una obra de arte puede resultar un colorido un poco debilitante”, comenta.

“Trato de expresar mi dominicanismo y mi sentimiento de los hechos culturales e históricos vistos a través de un lente personal idiosincrático y fabuloso. O sea, mi realidad en los cuadros está fabricada de la nada. No sé si mi sentido de Dominicanidad corresponde al de nadie más en este mundo. Pero, quizás es digno de la visión artística de cualquiera. Y, quizás, esté bien que contenga nostalgia, además de invención.”, dice Macarrulla.

La exposición estará abierta al público durante todo noviembre de forma gratuita.