“Llorar es una forma de liberar las emociones del alma -Leibi Ng

Leibi Ng es una de las ilustres escritoras de literatura infantil de República Dominicana, poeta, publicista y fundadora del círculo dominicano de escritores para niños y jóvenes. La autora en Agua de Sal describe un cuento donde la emoción del llanto brota de un estallido mágico ante la estupefacción del mar, desparramando toda la hermosura v iviente que lo habita. Nos hace estremecer con la invención de un conjuro sorprendente para mover la sensibilidad de Rocío que estaba estancada. ‘

’Yo invoco, deseo, me atrevo y ordeno que mi niña sueñe con el grande, el místico, el inmenso mar’’ (Página 22) En esta historia tan bien hilvanada convergen la burla y la dureza de la insensibilidad por el llanto. Rocío, la protagonista de este texto, es una niña singular, curiosa, que se le ha encendido con mucha malicia la curiosidad por ver las diferentes maneras del llanto de sus hermanas.

‘’Rocío jamás había llorado. Le parecía fascinante la manera en que sus hermanas derramaban lágrimas, gesticulaban, gemían y empapaban pañuelos. Era tanta su atracción que desarrolló un gusto insano por observarlas o burlarse de ellas’’ (Página 6)

A lo largo de toda esta historia la autora retiene al lector inmerso en el desenlace. Rocío, en el transcurso de la lectura de este libro, irá descubriendo diferentes emociones que causan las lágrimas. ¿Cómo nacen? ¿Cuál era la intensidad que las provocaban más?

Leibi Ng nos brinda una obra distinta, llena de magia, sabiduría, sentimentalismo, empatía y estrategia. Un libro que nos atrapa, que nos cautiva a leer con avidez, este mundo pletórico de tantos sentimientos que habitan en él. ¿Por qué lloramos? Cuando la tristeza nos abraza, por una emoción y por el desborde de una alegría emerge el llanto.

‘’Otras veces, pocas, se dedicaba a recrear o actuar graciosos chistes hasta que lograba que algún miembro de la familia se apartara lo que se dice muerto de risa con lágrimas en los ojos’’ (Página 13)

La escritora expresó que: ‘’La historia a pesar de ser insólita hace un llamado de atención a los padres para que entiendan acerca del comportamiento de sus hijos y las razones de por qué algunos no pueden llorar y otros lo hacen de más’’. ‘’Pasaban los días y Rocío seguía inmutable, sólo conmovida por la curiosidad del dolor y su contrario, observados en las risotadas o en las lágrimas ajenas’’ (Página 15)

¡Qué sentimientos encontrados Leibi Ng nos deja! ¡Cuánto sentir a través de este cuento, nos deja flotando después de leerlo! Es maravilloso lo que sucede luego de su lectura envolvente. ¿Qué sigue? ¿Qué nos queda en su aire?

En su aire metafórico que emociona, que se queda brillando, que nos deja pensando en su melancolía, en su burla y en su dolor. Pero pesa más el asombro de su conclusión, de ese fin inimaginable. La literata nos sitúa en un escenario que estremece cuando despierta la susceptibilidad de Rocío.

Esta joya de la literatura tiene ilustraciones muy poderosas y evocadoras de Henry Cid, que convidan a explorar otros conocimientos más allá de sus vocablos. Este texto es una gran invitación estética y literaria, auténtica. Alejada de los sitios frecuentes de los cuentos infantiles.

Por eso escribo de este libro, por eso me atrae. En las instituciones escolares, en los parques de diversión y en otros ambientes donde sucede la conexión colectiva entre los infantes, puede ocurrir la desdichada situación en que un niño se mofe de otro.

Esto ciertamente debe ser reformado por los progenitores del pequeño que se mofe. La formación, los valores y el respeto hacia los otros comienzan en el hogar.

El pequeño que se burla es el que verdaderamente se percibe más frágil y el que probablemente sea más temeroso. Por eso se pone un antifaz de acosador para percibirse bien.

Cuando los niños se burlan la mayoría de las veces lo hacen porque no se sienten felices con ellos mismos o a veces por conductas que han observado y la han descubierto en su hogar.

Lo normal es razonar que las implicaciones nocivas son para el niño que sufre las burlas, pero también el niño que se burla padece repercusiones. Si los padres y adultos no actúan en estos trascendentales trances, el niño que se burla experimentará efectos serios en su crecimiento como son: Inoperancia social, autodevaluación, inestabilidad personal, agresividad, rechazo, dificultad de aprendizaje, desconocimiento de las reglas y buen comportamiento social.

Hay que cultivar la empatía. Es fundamental que los niños y niñas asimilen por medio de la formación emocional lo que implica la empatía, ya que es esencial que aprendan cómo se siente cuando alguien se burla de otro. (Ponerse en los zapatos de cada quien).

Cantan las lágrimas en este universo fabuloso de esta historia, la disposición de la palabra poética de los versos, la rima y el tema. Leibi Ng juega con el lenguaje, utilizando diversos recursos para proponer sentires, imágenes e impactos. Hace gala de un juego encantador con la sonoridad y el ritmo en un lenguaje prodigioso.

Aquí se interpretan las lágrimas desde un punto de vista inequívoco, positivo. Su optimismo nos da la sensibilidad de sentir la emoción hasta sin el uso de la palabra. Este aspecto es básico para derrumbar muros a la hora de prohibir el llanto. ¡No llores! En una exégesis más sutil queriendo ser afectuoso o ¡Ya basta de llantos! Cuando es demasiado fastidioso y se quiere resolver a través de una disposición. Los infantes lloran por motivos diversos. El lloro es una contestación emotiva, una vivencia o estado de angustia (pena). El nivel de dolor precisa de los grados de crecimiento y de las vivencias preliminares. Los pequeños lloran al sentir turbación, enojo, pena, tristeza, frustración, miedo o cuando no puede manifestar estos sentimientos. El lloro es respuesta frecuente a las fases de aflicción que los niños no pueden solucionar, cuando su competencia para hacer frente a una problemática mengua, su lloro es inmediato y surge con toda naturalidad. A través de su diario vivir aprenden a expresar emociones de desengaños, furia o desconcierto sin llorar.

Es probable que los padres y adultos requieran instituir reglas para que el niño aprenda a desarrollar conductas correctas. Aplauda al niño por no llorar. Hay que enseñarle otras respuestas ante circunstancias de sufrimiento. Es bueno animar a los pequeños a usar vocablos para que describan lo que no les agrada. A medida que ellos aumentan sus habilidades para solucionar y confrontar obstáculos, su llanto no es constante.

En Agua de Sal, la escritora busca que todos consigamos aceptar las lágrimas, identificando la emoción que las redime, libera. Para consentir que son parte de nuestro ser. Hay lágrimas que despuntan del dolor, las lágrimas que brotan de la alegría y las lágrimas que ocultan abusos, enojo o descabelladas intenciones. Las lágrimas contenidas de alegría y asombro se convirtieron en inverosímiles perlas de considerable fascinación. Rocío se sentía extraña, la sorpresa la invadía y una apreciación de cálida ternura la ocupaba. Evidente, que de sus ojos florecían llantos de remordimiento.

En Agua de Sal no hay un cotidiano lenguaje, no es un lenguaje de todos los días. Hay una voluntad de decir de otro modo, de maneras menos estereotipadas, pero más comprometidas. Este cuento hay que leerlo con otros ojos. Es polisémico. Cada lector le dará el significado que le sugiere a su sensibilidad. ¡Cuánta riqueza léxica entre sus páginas!

Qué bueno que en nuestra literatura infantil se encuentra esta célebre escritora, que tenga una propuesta estética, una propuesta con tanto nivel para nuestra infancia. Leibi sugiere, invita primero que aclarar, lo considera como obvio, tiene confianza en el lector. Estamos acostumbrados a que no den todo triturado. Ella como buena autora exige que el lector se mezcle en su trama con una sutileza envolvente.

¡Cuánta libertad nos da para imaginar! La particularidad de su mensaje no nos cierra a otros sentidos. Al contrario, nos abre a tantas posibilidades increíbles. ¡Cuántas imágenes sensoriales que apelan a lo visual o lo táctil! Experimentación con el espacio, otros versos, no siempre la misma rima, sino que estos versos juegan en las páginas coloridas, con sus verdades, sus absurdos entuertos y la solución oportuna a la complicación de la trama. Estrellas de mar oyeron la nostalgia de sus versos. Cuidando sus sentires en el pecho de ese piélago verde-azul. En el alma de Rocío ondea la utopía de un poema nuevo de Coral y Sal. Con versos de lágrimas y alegrías donde ella descubrió una lluvia finísima de llanto. Las lágrimas la fecundaron, regaron sus párpados, sembraron caracoles, nácar y peces salados muy dentro de ella, para que sensible renaciera otra vez, repleta de un candor en flor.

Agua de Sal es una celebración a la empatía y a la sensibilidad de la infancia. ¡Bravo, Leibi! Tu creatividad innata nos cobija en las reflexiones que circundan los sentimientos de la infancia.