Colaboración especial de Noel Ventura/@LaNuevaCrítica
El pasado sábado 17 de julio fui a ver la obra "La abuela del escorpión", una puesta en escena que, en el boca a boca de los espectadores, el feedback, era estupendo y sobretodo motivador, daba la impresión de que se tratara de una pieza teatral única y definitivamente el sábado comprobé que lo es.
Describo con tres frases esta maravillosa pieza:
La abuela del escorpión es la definición de teatro de principio a fin
Es una pieza teatral que contiene todos los elementos de una puesta en escena en sintonía. El ejemplo más claro es cuando bajas todas las piezas de un ábaco para que todas las columnas tengan la misma cantidad de fichas alineadas a la par. Diseño y manejo de luces impecable, comunicativo y funcional. Manejo de la utilería exquisito, resaltando lo primordial y necesario, una dirección de Manuel Chapuseaux características de su estilo, siempre recurriendo a los colores cálidos y fríos (Naranja – Amarillos – Purpura – Azul) que además de ser utilizados para representar cambios temporales, comunican incertidumbre, soledad, ingenuidad, valentía y fortaleza.
Y lo más destacable de todo el montaje es la estupenda interpretación de Clara Morel, la cual cultiva en todo espectador el deseo de querer encontrarse una vez más con una puesta así de interesante y en el teatrista cultiva el deseo de subir a escena y crear algo inspirado en esa picadura que recibimos por ese escorpión teatral.
La obra contiene una dosis de todo lo que busca un espectador
Esta obra contiene lo que todo espectador desea ver en una obra, así como hay diferentes estéticas, hay diferentes espectadores, Clara con su interpretación y Chapuseaux con la dirección complace al espectador histórico, al artístico, al metafórico, al curioso, al juzgador, al ofensivo, al morboso, al que busca "periquitos" y sobre todo al que no consume ese "tipo de teatro". Cada uno de esos espectadores al final de la función, con la tremenda composición visual que nos regala Morel debe ponerse de pie y aplaudir o como dicen en la jerga juvenil, "Dársela a Clara".
Es arte en su máxima expresión
La actriz logra transmitir diferentes emociones al espectador, logra decir groserías que no distraigan al público con una risa innecesaria, pero también sabe decirlas para provocar la complicidad y la risa de este. Los elementos no son decorativos, son comunicativos, cada uno con la ayuda de su interprete cuenta un dato relevante en la historia. Y lo más interesante, convierte a Trujillo en una víctima de un acontecimiento natural tomando en cuenta que la historia se cuenta desde el punto de vista de la abuela, y toda abuela que se respete es apoyadora de sus nietos.
La ñapa
Ver a la autora de la novela "La cuna del escorpión", Priscilla Velázquez Rivera, disfrutando la obra, era la misma imagen de ver a tu hijo de cinco años haciendo una dramatización escolar, al padre no le interesa si lo está haciendo bien o mal, simplemente disfruta ver a su hijo/a crecer, desarrollarse y ser aplaudido.
En conclusión, Clara Morel con este montaje demostró tener un arma magnifica, su cuerpo. Logra interpretar a un personaje interesante mostrando coraje, valentía, talento y consciencia artística y estética, demostrando que el miedo no es algo que exista en ella ya que ella es "La abuela del escorpión". En pocas palabras, ella le da miedo al miedo.
Felicidades a Manuel Chapuseaux, a Canek Denis y a todos los que formaron parte de esta obra de arte.
(El autor es actor y director teatral)