El Soberano, el premio más trascendente del reconocimiento nacional al arte (popular o clásico) y que se entrega el próximo miércoles 22 en el Teatro Nacional Eduardo Brito, tiene que ser a ser justo y oportuno, a partir de una trayectoria artística de vida y evitar las rutas veleidosas de la popularidad del instante y del arte vacío en trascendencia.

La tentación de sugerir nombres para el Gran Soberano, es tentadora y pocas veces bien pensada. Este galardón tiene que ser un reconocimiento a la trayectoria.

Lo del momento, lo “popular” de ninguna forma puede ser un factor decisorio, por muchos reglamentos que dejan abierta esa posibilidad. Justicia es justicia y tiene un solo sentido de ser aplicada: la que llama a valorar el arte hecho toda una vida.

Los artistas son lo que representa toda su carrera, una que no se mide por éxitos momentáneos, por ofensivas de prensa, por estrategias de mercadeo o por la configuración de un arte vacío y en no pocos casos, tóxico, huérfano de historias y conceptos.

Los premios al arte no se deben exclusivamente de la institución que los otorga. El reconocimiento a la creatividad es de la gente y de los artistas. Todos los premios son así. De entre los premios existentes, el más importante es el Soberano, galardón que no dudo en respaldar.  Lo mismo que podría decir todos los premios de arte que necesariamente llegaran a ser proclamados, probablemente con un perfil y protocolos y ceremoniales distintos a todo lo conocido.

Para tener idea de quienes podrían merecer de este principal galardón de Acroarte veamos quienes han ganado antes:

Ganador/a                             

EL GRAN CASANDRA

Luis Rivera,1985

Freddy Beras-Goico,1986

Maridalia Hernández,1987

Jorge Taveras,1988

Agliberto Meléndez,1989

Michel Camilo,1990

Juan Luis Guerra,1991
Ramón Orlando,1992

Pochy Familia,1993

Guillermo Cordero,1994

Julio Sabala,1995

Ángel Muñiz/Luisito Martí,1996

José Antonio Molina ,1997

Milly Quezada,1998

Nuria Piera,1999

Sonia Silvestre ,2000

Johnny Ventura,2001

Wilfrido Vargas,2002

Fernando Villalona,2003

Joseíto Mateo,2004

Carlos Piantini , 2005

Rafael Solano,2006

Charytín Goico,2007

Juan Luis Guerra,2008

Johnny Pacheco,2009

Aventura,2010

Corporán de los Santos,2011

Los Hermanos Rosario,2012

GRAN SOBERANO

Héctor Acosta,2013

Cuquín Victoria,2014

Iván García,2015

Fefita La Grande,2016

Cuco Valoy,2017

Sergio Vargas,2018

Antony Santos, 2019

Niní Cáffaro,2020

Romeo Santos,2021

Algunos innecesariamente, (no injustamente), otorgados más de una vez. Otros a artistas del momento reconocidos por la presión de la abrumadora oleada de popularidad del momento.

Los galardones justos reconocen una vida, una carrera consistente, positiva, sin manchas en sus edredones. En esos casos ̧ quien primer sale ganando es Acroarte, en segundo lugar, el artista y en tercer plano, el inspirador sello de justicia que disfrutará todo el mundo.

La premiación 2023 se supone que va a reconocer 2021 y 2022. ¿Quiénes que deberían estar en ese listado, no están?, a menos que una decisión del Comité Ejecutivo decida inclinarse por un solo premio y no por dos, restándole la oportunidad de dar “honor a quien honor merece”.

Mis candidatos: Cecilia García (2021) y Luis Segura (2022).

El Gran Premio Soberano sin ninguna dura podría hacer justicia a una artista de múltiples expresiones en la creatividad y de impecable desempeño en todas: cantante, actriz, comediante, productora y con una carrera que inició y la única artista dominicana que recibió en tres oportunidades el máximo galardón del anterior premio al talento dominicano: El Dorado.

Cecilia García recibió, merecidamente de Acroarte, el Premio 2017 a las Artes Escénicas, pero ¿Es lo que merece una artista de su estatura nacional? Apreciamos que su labor requiere de mucho más. Ella debe subir al escenario y levantar la estatuilla mayor de El Soberano.

Luis Segura

Desde sus inicios profesionales, de la mano del compositor dominicano Manuel Sánchez Acosta, quien era amigo de su familia, en el programa “La Taberna de Babín”, que se transmitía en el canal 4 de Radio Televisión dominicana, en 1967, perteneciendo a una  generación de  grandes artistas: Milton Peláez, Freddy Beras GoicoCuquín Victoria , Felipe Polanco, Rhina Ramírez y Ángela Carrasco.

Hoy día Cecilia García exhibe una larga lista de éxitos sobre todo en televisión, música y teatro.

No es necesario citar cada uno de sus proyectos, todos concebidos en la más alta de las expresiones posibles, estableciendo una especie de “Sello Cecilia” a lo que hace.

Cecilia García es una artista mayor y nada que no sea el mayor de los premios, le hará justicia. Dejar de entregárselo seria una oportunidad perdida de justicia para con ella.

  1. Luis Gonzaga Segura, nacido en Mao, Valverde el 21 de junio de 1939, tiene ya una extendida carrera comoPadre de la Bachata que lo hacen merecedor, Maxime cuando ha sido la inspiración para bachateros posteriores que ya recogieron el Gran Soberano.

Su historia inicia cuando en la radio dominicana comenzó a sonar Cariñito de mi vida, en la voz de un joven cantante desconocido hasta entonces , en 1964, entonado en un aliento rítmico intimista y pegajoso, con un ritmo que llegaría a ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en junio de 2020.

Con Cariñito de mi vida, primero, y Pena por ti (1982), se consagra este cantante, que devendría en ser sin duda alguna, el Padre del nuevo ritmo: la bachata. Entre esos dos éxitos, escribió e interpretó: Perdido, Déjame ya, Falso amor, Dicen, Una chica como tú, Traicionera y Corazón de acero.

En 2022, para quienes deseen evaluar los éxitos de un año, hizo colaboraciones con artistas de primer nivel que lo llevaron a la cabeza de las listas de popularidad.

Los Premios Soberano de 2023 deben ratificar sin espacio para dudas, su carácter de galardón caracterizado por la justicia y la racionalidad del mérito.

Esta vez no hay brecha alguna para equivocaciones, desviaciones, decisiones adoptadas en función de una popularidad y difusión que no se puede tomar a la ligera.