ACCIÓN Y PENSAMIENTO 

III.

Si los españoles tienen su monarquía española, y Francia la suya francesa; si hasta los haitianos han construido la República Haitiana, ¿por qué han estar los dominicanos sometidos, ya a la Francia ya a España, ya a los mismos haitianos, sin pensar en constituirse como los demás?  (Juan Pablo Duarte).

No es fácil tratar en un breve ensayo: la acción y pensamiento en la vida de Juan Pablo Duarte, uno de los más notables y consumados patriotas nacionales de todos los tiempos. Jamás el país había podido configurar, con tan altísima dignidad y altruismo, la dominicanidad y el tricolor de nuestra bandera. Muchas veces he oído decir que una personalidad de su estirpe nace cada mil años y, definitivamente, es así. Su desprendimiento para la causa nacional, siempre será uno de los mayores ejemplos de amor a la patria; nadie como Duarte pudo consagrarse tanto para accionar y concretar la libertad de la patria ofendida, que durante 22 años se mantuvo invadida por Haití.

La historia dominicana está sustentada por complejos y conflictivos períodos históricos y políticos, pero nadie había podido describirlos y sintetizarlos tan bien como lo hizo el padre Juan Vásquez en su famosísima quintilla:

Con motivo de sucesos anteriores, y sonándose que andaba una escuadra inglesa rondando la isla, el Presbítero D. Juan Vásquez, cura de Santiago de los Caballeros (en el coro de cuya iglesia fue quemado vivo cuando las tropas de Cristóbal, teniente de Dessalines, degollaron a los habitantes), improvisó la siguiente quintilla: Ayer español nací, / A la tarde fui Francés, / A la noche Etíope fuí, / Hoi dicen que soi Inglés: / No sé qué será de mí/.

El país vivía en ese vaivén histórico: siendo un ejemplo de ello, «la España Boba» 1809 -1821. Una de las causas que produjo dicho período fue que España incumplió algunos de los acuerdos que se habían hecho con el país. Un grupo independentista, dirigido por el ilustre intelectual José Núñez de Cáceres (quien por demás era esclavista y tenía un cargo jerárquico importante en el gobierno), empezó a aglutinar a personalidades e intereses para reconquistar el territorio. Para promover y difundir tales propósitos, fundaron ˝El Telégrafo Constitucional de Santo Domingo˝ y ˝El Duende˝. Sin embargo, la evolución de ˝La Reconquista˝, produjo que naciera el ˝Estado Independiente de Haití Español˝, que buscaba integrarse al proyecto político de ˝La Gran Colombia˝, que presidía el libertador Simón Bolívar:

La debilidad de Cáceres y las rivalidades entre los propietarios de la capital y los del interior del país favorecieron las acciones que Boyer fraguaba. Núñez de Cáceres le envió una correspondencia a Boyer en la que le pedía reanudar los vínculos comerciales, pero Boyer le contestó que su plan era ocupar Santo Domingo, atendiendo al llamado de la población, es decir, no como conquistador, sino como protector. Núñez de Cáceres buscó el apoyo de Simón Bolívar, pero cuando este lo supo ya era tarde, pues el 9 de febrero de 1822 Boyer entró con sus tropas a la ciudad de Santo Domingo. Además, Bolívar no actuaría contra Haití, pues le agradecía a Pétion (quien antecedió a Boyer) el apoyo que le dio en su lucha contra el domino español en Venezuela y otros países de Suramérica. Boyer fue bien recibido y no ejerció violencia. Núñez de Cáceres abandonó el país en 1823 y nunca regresó.

Es decir, cuando el proceso empezó tres años antes de haber nacido Duarte, y concluyó cuando él apenas tenía 8 años de edad, entonces un año después se produce la invasión haitiana. Algunos dominicanos consideran que Duarte en su accionar fue un revolucionario, Juan Daniel Balcácer, quien es uno de sus historiadores, nos lo hace saber:

Revolución quiere decir cambio. Quien desea y lucha por cambiar las cosas es un revolucionario. Juan Pablo Duarte nació en una colonia española; creció y vivió primero durante el período de La España Boba y luego bajo la Dominación Haitiana. Ser colonia significa que un pueblo no es libre, que depende de otro mucho más poderoso social y económicamente. Duarte comprendió que no era necesario vivir dependiendo de otro país, y que los dominicanos no solamente necesitaban gobernarse por sí mismos, sino que eran capaces de proclamarse y sostenerse como república independiente. Quiso, pues, cambiar la situación política del país y luchó por cambiarla, por lo que merece el título de revolucionario.

La vida, en su condición natural, siempre está apegada a algo, el desapego absoluto no existe ni en la contemplación mística: Duarte sólo se apegó a la patria, aunque cuando tuvo que desapegarse, también lo hizo para que no fuera quebrada por los egoísmos personales de algunos de sus compañeros de lucha. Era un hombre noble en su ser y en su accionar; cuando el país necesitó dinero, fue el primero en solicitarle a su familia que vendiera sus bienes materiales, para liberar la patria del yugo opresor, incluso convenció a otros para que los hicieran, porque: «Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin honor».

Nunca se dejó arrastrar por las turbias aguas de la codicia ni la banalidad, tampoco tuvo ansia de poder, porque su único y verdadero propósito fue: «Trabajemos por y para la patria, que es trabajar por nuestros hijos y para nosotros mismos».  Hizo de ese ideario patrio una praxis permanente de su existencia, no hay acción tan laureada en ningún dominicano.

La nobleza y la grandeza de Duarte fue siempre trabajar y luchar para ver la patria liberada, no sólo de Haití, sino de cualquier nación del mundo: «La nación dominicana es la reunión de todos los dominicanos. La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia, ni mucho menos extraña».  Pero, no conforme con eso, en otro de sus pensamientos nacionalistas, también señala: «Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde la isla»Nadie como él supo idear y concretar su pensamiento político y patriótico en acciones libertarias. Juan Pablo Duarte hizo del pensamiento y la acción su vida.

Haití no tenía tanto interés económico por Santo Domingo, porque su población era cinco veces mayor que la del país, aunque hubo algunas medidas que favorecieron la pequeña burguesía campesina, quienes les vendían a los más grandes para que revendieran, teniendo así control de sus cosechas. La economía empezó a ser dominada por los grandes comerciantes de la época, que en su mayoría eran extranjeros. Se multiplicó la exportación de tabaco, incentivando todo un movimiento económico en el Cibao.

Haití y la República Dominicana, a sabiendas de compartir el territorio en medio de una misma isla, tienen diferencias abismales, en términos estructurales, sociales, culturales, lingüísticos y religiosos. Era entonces de esperarse que nueva vez un grupo de valerosos dominicanos tuviera que levantarse en armas para reconquistar el territorio perdido. Hubo una serie de factores, circunstancias y medidas que acontecieron durante la dictadura haitiana que posibilitaron dicho proceso independentista. Un grupo de hateros empezó a conspirar contra Boyer, pero en realidad lo que querían era regresar al modelo colonialista español, iniciando un bloqueo económico a través de la no importación de la madera, que era su fuente de producción empresarial.