La creación del Instituto del Carnaval de Santiago (Inscasan) será un organismo que trabajará la parte cultural de nuestro carnaval y tendrá entre sus objetivos fundamentales: fomentar y profundizar en la preservación, la formación y la promoción de sus distintas manifestaciones. La significación social y simbólica de los carnavales, como bienes culturales intangibles son indispensables en cualquier ciudad o país del mundo, de ahí que incentivar su preservación es parte esencial de las políticas culturales de las instituciones públicas, privadas y sin fines de lucro.
El Carnaval de Santiago, es uno de los activos culturales más trascendentes con que cuenta nuestra provincia, siendo uno de los carnavales más diversos y auténticos de la República Dominicana. Su diversidad es producto de la tradición de diferentes expresiones adquiridas de nuestros ancestros culturales, desde ese ámbito viene reconstruyéndose y recreándose, en procura de sus propias costumbres, diversidades e identidades culturales.
La riqueza de los carnavales dominicanos es impresionante e infinita por la genialidad creativa de su gente, son pocos los países que pueden demostrar tanta diversidad carnavalesca como los nuestros. Una concreción de lo que decimos, inmediatamente se evidencia con el Carnaval de Santiago de los Caballeros: un verdadero mosaico de la diversidad y la autenticidad de nuestra cultura dominicana. Entre sus códigos carnavalescos más destacables, podemos encontrar y reconocer a los famosos lechones santiagueros; los cuales son distintos a todos los demás por sus tradicionales disfraces y sus legendarias y artesanales caretas joyeras, pepineras, fantasías y de Pueblo Nuevo.
Destacándose entre ellos, el legendario lechón Guarino de la Cruz, y la famosa careta pepinera, la cual se destaca en la tradición de nuestro carnaval por sus dos cuernos lisos, usada por primera vez por el destacado personaje carnavalesco Macuyo Belliard. Principio y fin de las temibles batallas de los lechones de “pueblo arriba” y “pueblo abajo”. Es decir, de los lechones de Los Pepines y La Joya, que para diferenciarse empezaron a utilizar sus caretas con sus dos cuernos llenos de chiflitos.
Teniendo como contraparte igualmente al histórico lechón joyero Tony Vargas. Sus luchas carnavalescas todavía son recordadas, entre las tradiciones culturales de nuestra ciudad, incluso se han formado grupos de lechones de ambos barrios con sus respectivos nombres. A través de esa tradición, surgió la careta de Pueblo Nuevo, que es una continuidad de la joyera, porque coloca los chiflitos en forma de rosa, convirtiéndose en una de las caretas más hermosas del carnaval, su pionero es el artesano Luis Ureña.
Otra de las grandezas de nuestro carnaval, es producto de la originalidad de los personajes y las comparsas, porque la creatividad popular se apropia de la imaginación y la realidad para diseñar su propio mapa cultural. Las diferencias sociales, económicas y políticas se unen para masificar y gestar nuestras verdaderas identidades culturales. El carnaval es una de las manifestaciones culturales más democráticas que posee la identidad dominicana, donde todos tenemos acceso y derecho a su disfrute, de manera natural y espontánea.
La imposición de la cultura en la tradición carnavalesca no funciona porque, al fin y al cabo, la gente se disfraza de lo que quiera o quiso ser. Valga decir, en el lenguaje popular, de lo que le venga en gana. Ni siquiera los propios grupos pueden obligar a sus miembros a disfrazarse de lo que ellos no quieren. Es por eso, que el carnaval es la verdadera representación de la democratización de cultura, donde cada sector, barrio o provincia expresar sus tradiciones y valores, desde sus propios entornos culturales.
El Instituto del Carnaval de Santiago (Inscasan), surge para concretar acciones e impulsar proyectos para fomentar y profundizar en la preservación, la formación y la promoción del Carnaval de Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
Preservación
La preservación es una prioridad fundadora de cualquier cultura del mundo, ella es la que registra y concreta las tradiciones como elementos fundamentales y forjadores de nuestras identidades y diversidades culturales. El instituto trabajará para el rescate de la tradición carnavalesca de Santiago, en procura de rescatar y preservar los personajes auténticos y emblemáticos, igual que sus comparsas o cualesquiera de otros componentes que ayuden a su conservación.
Continuar con el Curso de Caretas del Carnaval de Santiago, es el único carnaval del país que tiene dicho certamen, donde se premian las mejores caretas tradicionales y de fantasías, haciendo que nuestro carnaval sean uno de lo más auténticos y creativos del país, convirtiendo a sus artistas en verdaderos artesanos. Gracias, a la férrea voluntad del empresario televisivo a Adalberto D’ León, dicho concurso fue retomado hace dos años, producto de que fue abandonado por la Dirección de Cultura de Santiago. La semana pasada se realizó su premiación y exhibición en el Centro de Convenciones y Cultura de Usted, en el área monumental, donde se entregaron a las caretas ganadoras un millón doscientos mil pesos. Un jurado compuesto por los gestores culturales Rafael Amánzar Mármol, Fausto Domínguez (Kiwa), Elvira Castro y Enegildo Peña.
Reincorporar el Concurso de Afiches, en la categoría tradicional y artística, para utilizarlos como la línea gráfica de difusión del Carnaval de Santiago. Ambos concursos son significativos para mantener viva la preservación de la tradición carnavalesca, fueron creados por el legendario folklorista y poeta popular Tomás Morel, el de caretas va a cumplió más 60 años de su creación. Como parte de la estrategia de preservación y difusión, hace unos años fueron creados dos nuevos concursos: Concurso Fotográfico del Carnaval de Santiago ´´Alfonso Khouri (Fonso)´´, y el Concurso de Música Carnavalesca.
Formación
Crear la Escuela del Carnaval de Santiago, la cual servirá para formar y educar sobre las tradiciones y costumbres carnavalescas. Asimismo, realizar cursos, talleres, charlas, conferencias, paneles, coloquios, simposios. Involucrando a los personajes y los artesanos más emblemáticos como profesores y forjadores de nuestra tradición carnavalesca de Santiago, impartiendo clases en los barrios, las escuelas, colegios y clubes de la comunidad.
Concomitantemente, integrar las instituciones culturales y escuelas de artes de la ciudad, para que sean facilitadoras y mediadoras asumiendo cursos y talleres de formación carnavalesca, y otras actividades, dentro de sus programas culturales y académicos.
Todo esto, serviría para que nuevos jóvenes se integren a la elaboración de los distintos utensilios que se usan en el carnaval, como son: las caretas, los disfraces, los trajes, las zapatillas, ´´las morcillas´´, las vejigas de vaca, los fuetes, entre otros. Aprovechando la sapiencia de los maestros y de los alumnos más aventajados, también podría abrirse una Tienda Artesanal del Carnaval de Santiago.
Promoción
La promoción del carnaval está sustentada en incentivar y crear las condiciones apropiadas para impulsar e institucionalizar el desarrollo de los carnavales escolares, barriales, intersectoriales e interinstitucionales por ser la manifestación cultural más masificadora e integradora de la acción cultural de la ciudad y la provincia.
Desde este ámbito, el instituto trabajará en la realización de los carnavales barriales, apoyado desde su propio entorno, igual con los intersectoriales e interinstitucionales. Es decir que cada barrio, interceptor o institución pública o privada financie y promueva las costumbres y manifestaciones carnavalescas como una prioridad de nuestras identidades culturales locales.