El Quijote me trajo hasta María José Rincón González, hoy tantísimos libros después de alimentarme de su pasión por las palabras y su respeto por quienes juegan a crear con ellas, vuelvo a entrevistarla para conocer su nueva obra.

Nació en Sevilla (España) y reside en la República Dominicana desde 1992. Es doctora en Filología y especialista en lexicografía, con una maestría en Elaboración de diccionarios y control de calidad del léxico en español.

Es directora del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua desde 2011, donde tiene asignada la letra zeta. Es académica correspondiente de la Real Academia Española y miembro del consejo asesor de Fundéu Guzmán Ariza.

Elaboró y dirigió el diseño y la redacción del Diccionario del español dominicano, publicado en 2013, que se ha convertido en la obra de referencia en la lexicografía dominicana, y del que trabaja en una segunda edición. En junio de 2019 publicó De la eñe a la zeta, recopilación de las columnas divulgativas semanales que publica desde 2010 en Diario Libre sobre lengua y literatura. Ha participado en congresos internacionales y ha contribuido en las ediciones de diccionarios del idioma español.

Pero eso no es todo, mantiene una activa labor de difusión del conocimiento y buen uso de la lengua española a través de su página www.letrazeta.com y en las redes sociales, donde se la conoce como @Letra_zeta.  Cuenta con artículos sobre el español y la lexicografía dominicana en destacadas revistas nacionales e internacionales.

Apasionada por compartir su pasión realiza talleres de divulgación sobre la lengua y sobre lectura de la literatura clásica, así como asesoría lingüística para empresas e instituciones.

 

PREGUNTAS:

  • Ángela Suazo: María José, Cuando pienso en ti inevitablemente pienso en la palabra «palabra», forma y poder de expresar. ¿Qué evoca en ti este término?

 

MJR: Vivo rodeada de palabras. Trabajo con los diccionarios, las casas de las palabras, y la lectura forma parte esencial de mi día a día. Para mí la palabra es vocación vital.

 

  • AS:¿Dónde nacen las palabras?

MJR: Las palabras nacen de las gentes que las necesitan para decir. Pero más importante que dónde nacen, es el camino que recorren. La historia de las palabras es un mundo fascinante en el que nos falta todavía mucho por recorrer.

 

  • AS:¿Las palabras se cuentan o se inventan en la literatura moderna?

MJR: En general, la literatura no inventa palabras; la literatura se sirve de ellas para contar. Lo que sí hace la literatura es recobrar la intensidad que las palabras van perdiendo con el uso cotidiano.

 

  • AS: Algunos intuyen un deterioro en la lengua española que conocemos. ¿Los idiomas se reconstruyen o se destruyen?

MJR: Los idiomas ni se destruyen ni se reconstruyen. La lengua está viva, cambia y se adapta al servicio de sus hablantes. Si la lengua les sirve para comunicarse, sobrevive. Otra cosa muy distinta es la amplitud del mundo de los hablantes; si este mundo se simplifica y se reduce, la lengua inexorablemente lo hace con él.

 

  • AS: ¿Los diccionarios, tal como los conocemos, morirán con el avance de la tecnología?

MJR: Por supuesto que no. Si a «tal como los conocemos» se refiere a los diccionarios en formato papel, probablemente. Pero el diccionario es mucho más; el diccionario como herramienta no ha hecho más que crecer y mejorar con los avances tecnológicos, tanto en la forma de diseñarlo y construirlo, como en su formato.

Indigenismos antillanos

“Las palabras viajan y se establecen con eso que nombran”. Su última obra, Indigenismos antillanos, invitada de esta edición, ha sido publicada por el Centro León y la Embajada de Francia en la República Dominicana y nos trae de la mano un recorrido guiado por la historia de los términos indígenas que permanecen vivos en nuestro idioma. Ella los llama “pequeños tesoros léxicos”.

Esta obra busca contribuir al conocimiento y a la apreciación de estas palabras indígenas, tan nuestras. Una invitación a conocer y valorar la lengua que compartimos, celebrar su hallazgo dentro de cualquier expresión del arte y reconocer nuestra cultura ancestral.

Como establece su sinopsis el libro Indigenismos antillanos es una obra de divulgación sobre la historia de los préstamos indígenas que se incorporaron a la lengua española desde su llegada a América. Hace un repaso de su aparición en crónicas, cartas, diccionarios y obras literarias y analiza los que perviven en el español dominicano y caribeño y los que traspasaron la frontera antillana para formar parte del español general.

Hablemos sobre Indigenismos Antillanos 

  • AS:¿Cómo se desarrolló el proceso de documentación para la escritura de esta libro?

MJR: Es el proceso de toda una carrera dedicada al estudio del español en América, especialmente del español dominicano. Mi formación filológica me llevó desde muy temprano al estudio de los textos que mostraban cómo el español se iba enriqueciendo en América. Desde entonces convivo con ellos como investigadora. Esta obra trataba de llevar al público no especialista ese conocimiento atesorado.

  • AS:¿Alguna anécdota durante el proceso de escritura?

MJR: Muchas, casi una con cada palabra. Me encantó ir descubriendo cómo se estrechaban los lazos lingüísticos entre una y otra orilla del Atlántico en un infatigable viaje de ida y vuelta del que nos queda todavía mucho por investigar.

  • AS:¿Cuál es la palabra indígena con mayor presencia dentro del español actual?

MJR: Si hablamos de palabras indígenas taínas y caribes, la canoa taína fue la primera; a partir de ahí maíz, hamaca y huracán son prácticamente generales en el español desde muy antiguo.

  • AS:¿Alguna palabra que se convirtió en una favorita después de trabajar este libro?

MJR:  Mis favoritas siempre han sido hamaca y barbacoa, que tienen una historia maravillosa. Son palabras viajeras con un largo recorrido en español que no dejan de sorprenderme.

  • AS:¿Qué tal la experiencia de compartir el proceso creativo con tu hijo? Cuéntame como surgió y se desarrolló esta posibilidad.

MJR:Desde el principio la idea de la obra surgió como libro ilustrado. Los indigenismos antillanos están ligados estrechamente al entorno natural, así que mi hijo. Juan Ramón Peralta, como doctor en Biología, especialista en imagen científica e ilustrador y, por supuesto, conocedor de la naturaleza dominicana fue mi primera opción. Nuestra experiencia trabajando juntos nos ha vinculado creativamente, y siempre es especial crear nuevos lazos con las personas a las que queremos.

AS:      ¿La República Dominicana tiene una deuda con sus raíces indígenas? MJR: No se trata de una deuda. Se trata de asumir el compromiso con el conocimiento de nuestra cultura, de lo que nos hace ser como somos, y de lo que, con toda seguridad, puede ayudarnos a continuar el camino con seguridad y con orgullo.