Él estudiaba Políticas, ella cursaba Periodismo. Y allí se dieron la mano, se intercambiaron miradas y entrelazaron ideas. Ideas revolucionarias que querían cambiar el mundo. El mundo no cambió, o al menos no cambió tanto. Pero ellos pensaron que los libros tenían que ayudar en algo. “Y ahí -dice ella-, de nuestras ideas revolucionarias y de cambio en el momento que se vivía en España en los años 1975 y 1978, surgió nuestro querer hacer las letras”.
Santo Domingo es una ciudad para bailarla. Y ellos, Charo Fierro y Antonio Huerga, vinieron a bailar con ella. Y trajeron libros, un montón de libros y un montón de ideas. Y aquí están, en una discreta esquina del Pabellón de las Editoras la Feria Internacional del Libro, este año, en su de la XXVI edición, dedicada a Washington Heights, a los creadores de la diáspora dominicana y al poeta Mateo Morrison.
Huerga y Fierro Editores ya es una editora adulta y con los sueños encaminados. Tiene 50 años de edad y tres mil libros publicados. Un día sus gestores se pusieron a mirar a este lado del mar y a olfatear los aromas de la literatura del Caribe, y hoy sus estantes de la Feria están llenos de libros de autores dominicanos, catorce en total.
Charro Fierro está sonriendo como una quinceañera, con una sonrisa que no cabe en esta orilla del mar. La vida sembró trigales en su pelo y hace tiempo que camina entre libros. “Desde el año 2019, en el que República Dominicana fue el país invitado a la Feria del Libro de Madrid, nosotros supimos enamorarnos de la literatura dominicana por Rosa Silverio”.
En el nuevo elenco de la editora española están Basilio Belliard, con sus versos sonrientes; Plinio Chahín, el circunspecto José Mármol -nuestro Jochy- y Luis Reynaldo Perez, el poeta casi casi joven, de versos blandos y voz de trueno que parece un profeta.
A Rosa Silverio, que para ellos es una embajadora literaria, le han publicado varios títulos, entre ellos Invención de la locura, El ángel de la casa y Matar al padre; y a Martha Rivera-Garrido, que ha estremecido el alma de los lectores de esta orilla del mar y de la otra con la belleza de Memorial de Medusa, dos.
También están Marielys Duluc Reyna, Angela Suazo y varias antologías de cuento y poesía.
Desde el año 2019 -expresa Charo Fierro- que República Dominicana fue el país invitado a la Feria del Libro de Madrid, nosotros supimos recoger o enamorarnos de la literatura dominicana, encabezada, y Rosa Silverio ha sido la embajadora.
A Angela Suazo le editaron Colmena de llano, a Leonardo Reyes Jiménez, La rosa de la nada, y a Daniel Tejeda, 30 años de la nueva literatura dominicana en España 1994-2004, un recorrido por los creadores dominicanos que residen en ese país.
Con sobriedad, belleza y elegancia, Huerga y Fierro Editores ha puesto un vestido de lujo -por decir, un vestido de domingo- a la literatura. Y ha convertido la calidad en una filosofía. “Que la calidad de contenido vaya acompañada de la calidad del continente, ese es nuestro lema”, precisa Charo Fierro.
La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo es un encuentro cercano con el libro y un inolvidable intercambio de sonrisas, conocimientos y culturas; un escenario que les ha abierto puertas, les ha dado geografías inesperadas y les ha traído nuevos amigos.
Ellos son los convidados de la Feria. Y para ella, editora de mil batallas, editar un libro es un acto de amor.
¿Cuántas veces ha venido a la Feria del Libro de la República Dominicana?
Este es el tercer año. El primer año fue en la Ciudad Colonial, con toda la lluvia, con todo. Fue una experiencia maravillosa. Y desde el año 2023, ya con estos pabellones maravillosos, la Feria ha dado un salto cuantitativo y de calidad en cuanto a proyección y visibilización.
¿Qué traemos? Traemos literatura dominicana, novedades de la literatura dominicana. Pero a su vez mostramos nuestras distintas novedades en las distintas colecciones que tenemos.
Traemos, por ejemplo, a doña Emilia Pardo Bazán, una recopilación de sus artículos; traemos, por ejemplo, a John Berger, dos de sus títulos maravillosos, que son problemática social unida al arte. Él es crítico de arte, y esa crítica social, va unida al texto y al arte.
Traemos, por ejemplo, a Cesar Antonio Molina, que hace un recorrido por la Costa Da Morte, una costa acantilada de Galicia, pero un viaje literario por la costa gallega; traemos a Clara Janés; traemos a Antonio Gamoneda; traemos a Antonio Tabucchi; traemos a Pessoa y traemos luego voces nuevas, pero que tienen proyección de lo que son poetas y narradores españoles y españolas.
Desde el año 2019, que República Dominicana fue el país invitado a la Feria del Libro de Madrid, nosotros supimos recoger o enamorarnos de la literatura dominicana, encabezada por Rosa Silverio, que ha sido la embajadora.
Huerga y Fierro ha publicado a muchísimos a catorce autores dominicanos. “Y lo que nosotros pretendemos ahora -expresa Charo Fierro- ya con esta consolidación, es también mostrar a nuestros autoras y autores españoles, para que se enamoren, lo mismo que nos hemos enamorado nosotros de ellos, que enamoren a los lectores y a las lectoras de Santo Domingo, de República Dominicana”.
¿Es posible que la editora pueda sirva de correa de transmisión entre los escritores dominicanos y los de España y otros países?
Sin duda. De hecho, ya la propia Feria o la propia organización de la Feria invita a autores españoles. Por ejemplo, este ano, que ya es el segundo o tercer año que viene, Yolanda Castaño.
Yolanda Castaño en el ano 2024 y 23 fue Premio Nacional de Poesía de España. O sea, que la Feria del Libro de Santo Domingo no olvida esos destellos que desde España se están lanzando.
¿Qué ponderación tiene usted como editora de la literatura dominicana de hoy?
De una riqueza que nos da goleadas en términos futbolísticos, a toda Europa, en cuanto a la forma y expresión, de decir y hacer, tanto en la literatura, la poesía y el ensayo.
¿Cómo surgió Huerga y Fierro Editores?
Antonio Huerga y Charro Fierro se conocieron en la facultad, en Madrid. Antonio Huerga en Políticas y yo en Periodismo. Y ahí, nuestras ideas revolucionarias y de cambio en el momento que se vivían en España en el año 1975, 1978, ahí surgió nuestro querer hacer las letras. Y nacimos con un nombre muy revolucionario, Ediciones Libertarias.
Publicamos desde Francisco Umbral, pasando por don Julio Caro Baroja, por Fernando Savater, por Juan Benet, tótem de las letras en España.
Pero a su vez descubríamos autores que hacían una literatura transgresora, vanguardista y absolutamente de esos tiempos, que querían un cambio absoluto en España.
De ahí, pasado un tiempo, fuimos creciendo y pensamos por qué no con nuestras ideas, con nuestra forma de ser, llevamos nuestros apellidos a sellos. Seguimos con la misma filosofía y convicciones sociales políticas, idealistas con nuestro nombre. Y ahí nos pusimos Huerga y Fierro Editores. Y seguimos siendo unos bohemios, románticos e idealistas, que publicamos los que nos gusta. Si nos emociona, tiramos para adelante.
¿Cuántos títulos han sido publicados por la Editora?
La edición primero es amor. Nadie está en el sector editorial publicando si no le gusta esto porque hay que acostarse con ganancias y con pérdidas y levantarse con lo mismo. Si con las ganancias te acuestas y te levantas con las ganancias, tienes que saber acostarte con las perdidas y levantarte con ellas porque siempre hay que estar en la resistencia.
Y los títulos, pues llevamos tres mil títulos publicados desde nuestros comienzos.
¿Editar, entonces, es un acto de amor?
Editar es un absoluto acto de amor y de resistencia.