La hiperrealidad, como concepto que enuncia una pluralidad de expresiones sígnico-semánticas y simbólicas, nos conlleva a pensar en una ultrarrealidad o en una realidad agrandada, llevada al más allá de su límite de existencia.

Ese concepto de la hiperrealidad,  fue creado por Jean Baudrillard (27 de julio de 1929-París, 6 de marzo de 2007). Baudrillard, fue un filósofo y sociólogo francés, un crítico de la cultura francesa. Su trabajo se relaciona con el análisis de la posmodernidad y la filosofía del postestructuralismo.

Rostro esotérico, pintura de Geremía Méndez.

Fundó la revista “Utopía”, junto con el crítico, teórico literario, semiólogo y filósofo estructuralista Roland Barthes, además de ser un destacado filósofo, fue uno de los fuertes críticos políticos, se consideraba a sí mismo como una persona desilusionista, aunque creía en el resurgimiento del ser humano.

Mural (Neiba), de Geremía Méndez (Original).

Baudrillard, el creador de la definición de la hiperrealidad, menciona que “El hombre en la Postmodernidad, vive en un mundo paralelo, en el que los avances tecnológicos se han encargado de que los humanos se refugien en la ficción" (Ver Baudrillard, en Wikipedia).

He recurrido a esa explicación, para que usted, amigo lector, se aproxime de manera objetiva a la clasificación que le he fijado al joven pintor y muralista, Geremía (sin s) Méndez, mejor conocido como "Original".

Productos de cocina.

De ese artista, al estudiar parte de sus creaciones, veo cómo su obra repotencializa el espacio contextual de su imagen pictórica, haciendo que el espectador crea estar viendo o tocando en realidad la imagen y sus tonalidades cromáticas, por sus proyecciones patéticas.

Uno mira gallos y rostros pintados por Geremía, y esas pinturas simbolizan universos en proyección, con siluetas de vivacidad y esplendor, bastante llamativas, sobresaliendo la armonía y el colorido en sus trazos.

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Gallos en pelea.

Su visión sobre lo pintado traspasa la línea de mirado o percibido, transgrediendo los sentidos de objetividad de lo pintado, ya sea desde el cuadro en tela o papel o desde cualquier pared que soporte la imagen en un mural.

Cuando el artista asume su hacer desde la presentación del retrato, lo hiperreal se redimensiona y adquiera el valor de lo traslimitado. Así nos pasa al mirar sus murales, uno, como observador, es inducido a tocar la imagen, a sentirla, a vivirla, y presiente su movimiento, desde el manejo de colores llenos de viveza y luz.

El rostro de Babey. Retrato de Geremía Méndez.

Su juventud no ha limitado el alcance estético de su quehacer, como pintor- muralista hiperrealista.

Su pintura entra a la representación contextual del ambiente vivencial del pintor, quien nació y vive en Neiba. De ahí que los productos de allí, como las uvas, los plátanos, la cebolla y las jugadas de gallo, entran a formar parte de su expresión temática.

Hay en su pintura y en sus murales, una transfigura lúdica de nuestra realidad geográfica, traslimitando los alcances gráficos y simbólicos de su realidad socio-económica, cultural y política.

Sin, tal vez, proponérselo, ese joven pintor neibero, asume la memoria barrial y visual de su entorno vivencial, para fijar su hiperrealismo simbólico, desde un panorama que trasciende lo geográfico y lo provincial, consciente de que su arte es pluriexpresivo y multisígnico.

Hay en su pintura un discurso en movimiento, una imagen patética, como si el Sur y su realidad-sentido, se adueñara de las percepciones visuales del pintor.

Debo admitirlo, he estudiado una muestra breve de su amplia producción, lo que me compromete a guiarlo u orientarlo, para que, en agosto o durante alguna feria del libro, él pueda organizar una muestra pictórica de sus creaciones, y, así, el país y el mundo puedan disfrutar de su pintura y de los universos hiperreales que de allí se desprenden, bañados de tonalidades cromáticas subjetivas.

"Es esta una pintura de ritualidades sígnicas. Aquí, los signos y los símbolos enuncian el código expresivo del creador, para conllevar al pintor a su magia creativa, haciendo se su imaginario, la narrativa gráfica de un discurso que tiene como sujeto comunicativo de su decir, los colores y el pincel.

Este pintor, tiene por recorrer muchos senderos pendientes, por su juventud; pero es un académico del oficio. Hay en él una sostenida pragmática estética, perfilada desde las aulas.

Por eso, para que tengan una idea más completa de sus búsquedas o indagaciones, desde el saber de la academia, presento parte de su historial académico. Al final, conforme usted su juicio sobre este creador, sin dejar de observar el tamiz de su pintura, auxiliándose de los recursos que hoy le facilita la tecnología.

Su vida

El pintor Geremía (Original) Méndez, mientras retocan su mural con uvas.

Fernando Geremia Medina Méndez, mejor conocido co "Original", es oriundo de Neiba, provincia Bahoruco. Desde temprana edad, dispuso su tiempo al aprendizaje y realización de dibujos y pintura, tanto así que, apenas con 16 años, ya estaba impartiendo clases de dibujo a niños y adolescentes.

Una vez terminado sus estudios en la secundaria, ingresó a Chavón, a la escuela de diseño, donde pudo impulsar su talento artístico. Ha participado en diferentes actividades culturales, aportando al desarrollo a su ciudad natal.

Ha tenido algunas exposiciones artísticas, destacando su última exposición colectiva en Roma, en conjunto de grandes artistas dominicanos. Hoy es maestro de artes visuales, en el Centro Educativo en Artes Jaragua, en Neiba.

Como se puede evidenciar, Geremía "Original" Méndez, ha traspasado los límites de nuestra provincia sureña, para situar su arte y sus producciones, en el plano internacional. ¡Adelante!  Que el cielo sea el límite.