Todavía sigo sin entender la lluvia de elogios que ha recibido Fue la mano de Dios desde su estreno el pasado diciembre en Netflix, porque a decir verdad no creo que merezca ni un intento fallido de aplauso. Me parece pura bagatela, aburrida en potencia. La película de Sorrentino, alejada de su estilismo más ampuloso, carece de cualquier impulso dramático cuando presenta su retrato autobiográfico de mayoría de edad en clave felliniana.

Su historia, escrita por un guión del mismo Sorrentino, se ambienta en el Nápoles de los años 80 y relata los episodios de Fabietto Schisa, un chaval solitario, sin amigos ni novias, que pasa los días de su cotidianidad disfrutando por televisión los partidos de fútbol de Diego Armando Maradona y presenciando las ocurrencias de cada uno de los miembros de su familia y de los vecinos que viven en el barrio.

En una primera mitad, Sorrentino me muestra las vicisitudes de la familia del chiquillo cuando se bañan en las costas mediterráneas y discuten sobre diversos tópicos a la luz del sol, con un estilo depurado que me recuerda aquel costumbrismo pintoresco de Fellini en Amarcord (1973) y Los inútiles (1953), donde cada personaje del vecindario encierra un microcosmo personal de inquietudes sobre la vida doméstica, el adulterio, la infelicidad matrimonial, la juventud, el chisme, la decepción, la sexualidad, la confraternidad y la tragedia. En la segunda, adquiere el acercamiento convencional de mayoría de edad para mostrar la transición temprana hacia la adultez y la determinación del muchacho golpeado por el dolor de la pérdida familiar que lo endurece hasta tomar la decisión de partir hacia Roma para hacerse cineasta. Desafortunadamente, en ninguna de las dos mitades registro algo de emotividad.

A pesar del tratamiento estético con el que Sorrentino encuadra cada escena, tengo la sensación de que su narrativa es demasiado redundante contando los capítulos agridulces del muchacho y su familia. La mayoría de los tibios personajes permanecen en la superficie de las descripciones sin mucho apuro y la falta de golpes de efecto le restan valor al núcleo intimista, porque todas las acciones se desenvuelven a desganas, sin ritmo, sin ningún tipo de brío dramático, donde todo se reduce a charlas anodinas sobre fútbol, el amor al cine italiano y los vínculos familiares.

Quizá se trate de la obra más personal de Sorrentino por razones demasiado obvias, pero la forma en la que transita por los recuerdos ficcionalizados de su adolescencia no deja de parecerme terriblemente plana.

Ficha técnica

Título original: The Hand of God (È stata la mano di Dio) 
Año: 2021
Duración: 2 hr 10 min
País: Italia
Director: Paolo Sorrentino
Guion: Paolo Sorrentino
Música: Lele Marchitelli
Fotografía: Daria D’Antonio
Reparto: Filippo Scotti, Toni Servillo, Luisa Ranieri, Teresa Saponangelo
Calificación: 5/10