El 12 de agosto de 1942 Juan Bosch perdió el interés en escribir cuentos. Vivía entonces en esa especie de huacal o laberinto que era el Edificio Carreño de La Habana. Ese día había puesto el punto final a su relato “El río y su enemigo” y, como le comentara a Bruno Rosario Candelier en una entrevista de 1977, tras darse cuenta de que ya dominaba la técnica, dejó de interesarse por el género. Ese dominio sobre esta manifestación del relato le llevaría después, en 1955, a producir una pieza que desde esos años despertó la atención de la crítica: “El indio Manuel Sicuri”. Incluido entre los ocho cuentos del libro La muchacha de la Guaira, esa narración fue escrita por Bosch en Chile, basado en una experiencia en Bolivia, donde había llegado en abril de 1954 tras ser expulsado de Cuba, acusado de participar en el complot del asalto al Cuartel Moncada. Permaneció allí hasta agosto, y en esos meses tuvo la oportunidad de conocer el altiplano y sus gentes.
“El indio Manuel Sicuri” desarrolla su programa narrativo en torno a un sujeto (Manuel, indígena aimará “de corazón ingenuo como un niño”) que, movido por el hecho de que su esposa fue violada, asesina al violador. Su proceso de transformación ingenuo-asesino implica un desarrollo frenético de la acción relatadora, en medio de descripciones funcionales y bellas del altiplano boliviano. En aquella entrevista de 1977, Bosch le dijo a Bruno que ese cuento se constituyó en una pieza importante en Bolivia. Entonces comenta, con ligero amargor, que en dicho país le habían plagiado ese cuento. En realidad, no utilizó la palabra “plagio”, sino que lo expresó de esta manera: “en Bolivia ese cuento se ha constituido en una pieza importante, tan importante que se hizo una película que ganó un premio en Cannes. Pero yo la película no la he podido ver, naturalmente; tampoco me lo dijeron”. Si no se lo informaron y si no le dieron el debido crédito, entonces está claro que se trataba de la posibilidad de un plagio.
Para 1985 el autor de El oro y la paz seguía siendo del mismo parecer en cuanto al uso de su cuento, según le hizo saber al periodista boliviano Juan Carlos Salazar del Barrio, famoso por haber cubierto la guerrilla del Che en Bolivia en 1967, así como varias conflagraciones suramericanas y centroamericanas entre 1970 y 1994, incluyendo el levantamiento zapatista de Chiapas (https://shorturl.at/rAHNQ). También entendía lo mismo en 1989. En este año, mientras Bosch se encontraba realizando campaña política en Nueva York, el escritor boliviano Homero Carvalho Oliva se reunió con él a tratar temas literarios. Durante su plática, aunque sin mencionar la palabra “plagio”, el autor se volvió a referir al hecho de que habían utilizado su cuento. Aunque la obra de Bosch no ha sido popular en Bolivia, su idea de que se hubiese tomado su cuento ha sido asumida por diversas personas, entre ellos el escritor Marcelo Arduz Ruiz.
Ukamau, la película de Jorge Sanjinés
La pieza que según Bosch se basó en su cuento “El indio Manuel Sicuri” sin habérselo dicho es la película Ukamau (1966), del cineasta boliviano Jorge Sanjinés, quien escribiera el guion basado en un argumento que le contara el cuentista Oscar Soria. Esta obra fue su ópera prima. Se trata de un filme importante para el cine revolucionario latinoamericano. Fue el primer largometraje de ficción grabado en lengua aymará. También fue la primera pieza latinoamericana en ganar un premio en el Festival de Cannes, al ser galardonada con el Premio Grandes Jóvenes Directores en 1967.
La idea de Bosch, de que Ukamau se basaba en su cuento sin obviamente haberle dado el debido crédito, circuló por Bolivia. En respuesta, Jorge Sanjinés negó la especie. Juan Carlos Salazar del Barrio comenta que el cineasta le dijo que “se trataba de una curiosa coincidencia argumental” ya que el argumento original de Soria “se inspiró en una historia verdadera ocurrida en Caquiaviri hacía más de 30 años”. Ante los puntos de vista encontrados, para saber del lado de quien se encuentra en este caso la verdad, lo más sano es tomar bajo comparación la película y el cuento.
La película y el cuento
Ambas historias se desarrollan en el altiplano. En “El indio Manuel Sicuri”, Manuel regresa a su casa, donde su mujer, María, le revela que acababa de ser violada por el chileno Jacinto Muñiz. Manuel sale a perseguir al violador, al que termina por darle alcance y asesinarlo luego de una lucha. En Ukamau -que en aymará significa “así es”-, Andrés y Sabina son campesinos que viven en una isla del lago Titicaca. Un día en que la mujer está sola en la casa, el comerciante Rosendo viola a Sabina y la deja por muerta; ella, antes de expirar, le dice a Andrés que Rosendo era el culpable. El viudo no sale tras la búsqueda del asesino, sino que madura pacientemente su plan de venganza, hasta que un año después lo confronta en la isla y lo mata. De la acción narrativa, se puede observar que en el cuento la mujer sobrevive y el marido sale a vengarse, a la vez que en el filme la mujer muere y el hombre aguarda fría, largamente, hasta el momento de la venganza.
Las diferencias son extremadamente marcadas entre el cuento y la película. El interés espacial es radicalmente distinto. Bosch presenta, con particular maestría, una imagen horizontal y a menudo panorámica del altiplano. En cambio, Sanjinés se detiene en planos más cercanos y de valor ideológico: como espacio abierto, prefiere las aguas mansas del lago Titicaca; desde el blanco y negro del filme, sugiere el colorido de las expresiones tradicionales; a menudo se detiene en el detalle expresionista del rostro o del conjunto humano; se apoya en el cuadro del intercambio comercial, en que el campesino se convierte en sujeto de la explotación; y en medio del juego de planos, el narrador se mueve del espacio cerrado de la choza al valle del altiplano, del pueblo a la barca casi disuelta en el agua, del campo a la ciudad, recogiendo un complejo puzle de contrastes visuales e ideológicos.
En el cuento estamos ante dos oprimidos antagonizados por una acción moral, mientras que en la película observamos un abuso de poder, en que el comerciante extiende sus garras hacia la destrucción del pobre, concretizado en el personaje femenino. Como resultado de estos enfoques, mientras que a Bosch “El indio Manuel Sicuri” le parece “un cuento muy hermoso que define la condición humana de todo un pueblo, de toda una raza”, para Sanjinés, Ukamau “es una alegoría, es una metáfora de la soberanía perdida” (http://shorturl.at/muwSV).
Sobre si hubo plagio sí o no
No hubo plagio. Más allá de la diferencia técnica que se encuentran en la naturaleza del relato literario y del relato cinematográfico, se trata de dos historias distintas, con objetivos diferentes, con tratamientos y perfiles distintos. Sus únicos puntos comunicantes son el altiplano, la presencia del personaje indígena y el ataque hacia la mujer. Pero estos son componentes comunes a numerosas historias de violaciones en el altiplano andino, que involucran indígenas y cuyo desenlace es un acto de venganza. Considerando la seriedad y el compromiso de Sanjinés como artista, es perfectamente convincente su versión de que la película está basada en un hecho real sucedido unas tres décadas atrás.
Se debe notar que cuando en 1977 Juan Bosch comentó que el cuento fue llevado al cine sin decirle, no había visto la película. Piezas cinematográficas como esa no solían llegar al cine o la televisión local. De hecho, la Cinemateca Dominicana la proyectó el 1 de febrero de 2017, y posiblemente haya sido esa la primera vez que se Ukamau se presentó en el país. Es decir que Bosch se basaba en lo que le habían dicho. En vida, este autor contó en nuestro país con una pléyade (¿todavía se puede decir “pléyade”?), con toda una pléyade de admiradores de su cuentística que, en muchos casos, no habían leído de ella ni un párrafo. Quienes vivieron aquellos años lo saben o lo callan. Así que no es sin cabello imaginar a uno de esos “admiradores” ver el filme, o escuchar a alguien que lo vio, y susurrarle “Profesor, ello le plagiaron un cuento suyo”.
De Juan Bosch haber visto la película, posiblemente se hubiera dado cuenta de que no estaba basada en su relato. En fin, sirvan estas líneas para dejar en el ruedo, debidamente bordado, este breve episodio relativo a la obra del más grande cuentista dominicano. “El indio Manuel Sicuri” se puede leer, pues abunda en libros e inclusive en la Internet. Ukamau, cuyo tráiler puede verse aquí verse en http://shorturl.at/ioxBZ, se puede encontrar en varios sitios de streaming. Lo mejor que puede dejarnos este episodio que involucra los nombres de dos grandes artistas latinoamericanos comprometidos, es disfrutar de ambas obras y, si se quiere, curiosear, a ver qué tan cierto es lo que ambos dijeron.