La exposición fue clausurada el pasado lunes 13, pese a que en principio iba a estar hasta el 20 de noviembre, pero el tiempo se redujo para otras cosas, menos importantes por las autoridades del Teatro Cibao de Santiago de los Caballeros. Como dice un adagio bíblico: «Las cosas tan hermosas duran poco y yo lo sabía,» […] Mientras las malas se les dan más importancia y permanencia, ya lo han dicho algunos pensadores y escritores, estamos viviendo en el mundo del espectáculo, donde lo banal y lo insignificante es lo que se exhibe y se vende. Esta es la sociedad líquida que nos habla el célebre sociólogo polaco Zygmunt Bauman, quien falleció el 19 de enero de 2017, nació el 19 de noviembre de 1925.

Escribir un texto literario es un riesgo — ya sea de poesía, que es el caso que ahora nos ocupa, o cualquier otro como es el cuento o la novela—, leerlo lo es también. Más aún, en un país donde la crítica es más subjetiva que científica. O sea, queda claro, asimismo, de que son muy pocos los dominicanos, que ejercen dicha epistemología. Pero tampoco los profesionales han hecho de la lectura una cultura de vida, incluyendo a los propios escritores e intelectuales jóvenes.

Un refrán que suele decirse por doquier: «cada cabeza es un mundo», —poco saben que lo escribió Locke en el siglo XVII— así es el mágico, misterioso y laborioso universo de la literatura. Este precepto antiquísimo del refranero popular, es una gran verdad. La poesía es lo más sagrado y complejo que posee la literatura, en una nación donde ella es la más cultivada de todos los géneros literarios. La misma muestra, que se exhibió en el Teatro de Santiago, es un ejemplo con la participación de 39 vates. Desde luego, no hemos podido colocarlo todos, en cuatro entregas periódicas, pero sí pudimos hacerlo con un gran grupo, con el cual hoy, terminamos.

Entonces ahora veremos y leemos, algunos poetas de diversas tesituras textuales: Rafael Fernández con un poema de carácter histórico y patriótico al glorioso e insigne Simón Bolívar, que «[…] alimentó el camino, / la sombra en alas, /el sueño, / el aire intenso de los pueblos». Martín Almengó se vale del silencio para cantarle a una fémina, que solo la sostiene en la memoria de la madrugada «[…] al caer la noche se mudaba el idilio sin rencor […]». José Espinal Marcelo cabalga en la tristeza que «[…] persigue los tormentos/ y se desdibuja/ […]». En el otro, recurre a la negritud de una mujer donde «[…] recorren la ciudad de los placeres». Ramón Gil halla un día para no hablar con ella, entonces reflexiona hasta llegar a la conclusión de que «[…] hay un vacío que nada fuera/ de ti llena, como si el día naciera y/ muriera en tu voz». Erol Díaz, en el aliento de su voz, trata de buscar la integridad de su vida: […] «lleno de virtud/ tiempo que distingo/ vida en plenitud».

Luis Balboa Guitián es médico, gremialista y maestro de la UASD, que después de ser Encargado de Extensión del Recinto Santiago y vincularse con el Grupo de Poesía Coreada que dirige Martín Almengó, le ha dado con ser un bardo. A esa agrupación coral, le escribió su canto de presentación, como es un hombre multifacético, hace de todo, hoy mostramos un poema de su autoría. Acercándose al reservado y difícil laberinto de la poesía, se la ha adjudicado como su motivo de vida, tratando de dejarse ir por la profundidad de su encantamiento, infiere: «Eres la luna que quema la noche/ […] sed que quema, […] Soplos de magia y de poesía/ […] /eres el futuro y mi presente/eres Leit Motiv de la vida mía». Igual que Gustavo Adolfo Bécquer, se vale del amor y el erotismo de la mujer para definir el hecho poético; no obstante, considero que la poesía es algo más encumbrada y grande que ese simple axioma.      

Rafael N. Fernández

Rafael N. Fernández.

Simón Bolívar

 

Una espada

cayó en tus manos

y un caballo

como el hierro

alimentó el camino,

la sombra en alas,

el sueño,

el aire intenso de los pueblos.

Tu estrella fue el agua entre las piedras,

y como un trébol terrestre y rojo

tocó el silencio y su pálida simiente;

detuvo el áspid,

condujo el alma de las rosas,

y el aire con sus odres

alzo el canto de los surcos,

trajo el verde hasta la orilla

y una luna como el Ebro,

de latidos como el viento

que grafiaron tus racimos,

tus colores desatados

y te buscaron en la noche,

te adivinaron el día

con sus trajes de profetas,

y desataron el rito

donde encarnaron tus huellas,

donde nacieron las puertas

y las banderas con tu nombre,

donde el alba tejió sus hilos

y el camino se hizo espejo

y nos miramos despiertos

y caminamos contigo,

con América en las venas,

con tu sed de estatua luminosa,

con tus claros y plurales nacimientos.

 

Martín Almengó

Martín Almengó.

Comprando un silencio

 

Una caricia me robó el recuerdo del olvido

y mató los besos que había en tu mirada,

durmiendo en los desvelos de mis tristes madrugada.

Y al caer la noche se mudaba el idilio sin rencor,

presagiando la ironía de lo bello.

 

José Espinal Marcelo

Tristeza

 

La tristeza,

ya no es mi compañera

se escapó

en la memoria de la noche

a galope

persigue los tormentos

y se desdibuja

en el baúl de la nostalgia.

 

Insinuación del olvido

Habitantes de tu piel morena

recorren la ciudad de los placeres

caminan descalzos

sobre las ruinas de sudor.

 

Ramón Gil

Ramón Gil.

1

 

Al día sin hablar contigo, le falta algo,

quizás un hueco para colocar la risa

o una larga lista de palabras sin pronunciar.

Al día sin hablar contigo,

le suceden minutos interminables,

pequeñas caídas del ánimo,

todas cosas tristes y extrañas.

Al día sin hablar contigo,

le sobreviene una escasez de alas

y el mundo se vuelve insoportable,

terrenal y cotidiano.

Al día sin hablar contigo, se le detienen

sus perfectas manecillas del canto y la

alegría y hay un vacío que nada fuera

de ti llena, como si el día naciera y

muriera en tu voz.

 

Erol Díaz

Vida en plenitud 

Canto de la aurora

duerme la ansiedad

clima que enamora

lluvia en la ciudad.

 

Paz de la mañana

late un corazón

brisa en la ventana

verso en mi canción.

 

Calma que me alienta

musa para dos

pan que me alimenta

soplo de mi voz.

 

Magia de domingo,

lleno de virtud

tiempo que distingo

vida en plenitud.

 

Luis Balboa Guitián     

Luis Balboa.

Leit Motiv

 

Eres la luna que quema la noche

sosiego de gélidas madrugadas

sed que quema, noches apasionadas

invierno tibio, amor y derroche.

 

Tu eres el puente, yo el aproche

por donde cruzan mis ansias mojadas

huyen de mis ojos chispas doradas

al caer tu bata, al quitar el broche.

 

Soplos de magia y de poesía

eres la chispa en mi subconsciente

estas en el alma y la mente mía.

 

Tu mi razón de vivir cada día

eres el futuro y mi presente

eres Leit Motiv de la vida mía.

 

Al terminar con esta entrega, se hace oportuno publicar la lista de los nombres de los poetas que participaron, en la innovadora exposición poética. Quizás, una cosa que mermó la posibilidad de que se pudiese hacer una selección más selectiva, fue el hecho de que no apareciera financiamiento de ninguna institución o empresa, los mismos actores tuvieron que pagarla. Ahora bien, hay que admirar y respetar su realización, porque nunca se había hecho en nuestro país, que bueno que tan importante iniciativa haya comenzado en la Ciudad Corazón.

Lista de la mayoría de los poetas participaron: José Enrique García, Carmen Comprés, Ramón Peralta, Ibeth Guzmán, Elsa Brito de Domínguez, Enegildo Peña, Pedro Antonio Valdez, Erol Díaz, Rita Evelyn Díaz, Rosa María Rodríguez, Luis Balboa, Minerva Calderón, Juan Elías Rodríguez, Daniela Cruz Gil, Máxima Hernández, Silvana Almonte, Jesús Escaño, Evelyn Ramos, José Espinal Marcelo, Evelyn Taveras, Rafael Fernández, Guillermina Izquierdo, Francisca Hernández, Marilin Pichardo, Leibi NG, Martín Almengó, Niurca Herrera, Ramón Gil, Luis Córdova y Arelis Albino.