‘’En el silencio se encuentra la fuente de toda sabiduría’’ – Hermann Hesse
Yuan Fuei Liao, licenciado en arte publicitario y escritor de literatura infantil y juvenil, minificción y poesía, nos regala con su cuento infantil "Sombra para escuchar el silencio", un relato conmovedor para todas las edades. Este cuento nos invita a reflexionar sobre cómo afrontar la generosidad y el ofrecimiento cuando no se cuenta con los recursos económicos, pero nos recuerda que siempre podemos dar algo valioso, algo que no tiene precio, si buscamos profundamente en nuestro corazón. Hay regalos inigualables, aquellos que no se compran ni se venden. Es hermosa la manifestación de esa revelación, ese momento en que surge la alternativa: ¡Wao! ¡Sí, lo tengo! Los protagonistas descubren en este relato algo que se ilumina, algo que les permite evolucionar. La historia tiene ese ingrediente transformador.
"Por su parte, Sigilo se quedaba callado porque era muy tímido. Se presentó ante el pequeño Jesús, sin saber qué regalarle, pero frente a la cuna tuvo una idea."
El autor enmarca este cuento en la festividad de la Iglesia Católica, celebrada el 6 de enero, en conmemoración de la adoración de los Reyes Magos. Reyes eruditos, maravillados por la Estrella de Oriente, se sintieron magnetizados por ella. Iniciaron su viaje, guiados por esa estrella. Tras muchos días de camino, llegaron a Belén, al pesebre, para conocer al niño Jesús. Sus corazones se llenaron de gozo y, arrodillándose ante él, le ofrecieron oro, incienso y mirra.
Camino a Belén iba presurosa, risueña y alegre,
mirando a lo lejos gente que cantaban,
gente que reían de felicidad.
Una estrella hermosa guiaba sus pasos.
De repente, al trote, pasan por mi vera
tres reyes galantes saludan con gracia.
Yo les pregunto:
¿A dónde dirigen sus pasos ligeros?
Y ellos me responden:
¡Es de última hora!
Todo el mundo sabe la grata sorpresa.
¿No te has enterado?
¡Ya nació Jesús!
¡Corred con nosotros,
a adorar al niño,
al rey de este mundo, nacido en Belén!
Yuan Fuei Liao, en este cuento navideño, nos hace sentir la magia que siempre le acompaña, porque la Navidad es amor, ilusión y esperanza. En este relato, el autor no solo captura la esencia festiva que la Navidad encierra, sino que transmite la felicidad que le viene de ella. Se manifiestan valores importantes como la amistad y la generosidad. ¡La natividad es tan mágica! En nuestras vidas complicadas, se transforma en un intervalo de reflexión, un tiempo para meditar y pasar días de calidad con las personas que amamos. Al coincidir en un festejo, un cumpleaños, una cena, contando cuentos y disfrutando juntos, creamos recuerdos que perduran y unen lazos entrañables.
Escribir sobre este cuento infantil me hace muy feliz. Es una oportunidad más para hacer que estas fiestas decembrinas sean una época en la que aprendamos todos y abracemos el vínculo de afecto a través de nuestras vivencias compartidas. El ilustrador de este cuento, Edison Montero (Eddaviel), ha realizado un trabajo con una estética delicada y sublime, utilizando un colorido que rinde homenaje al título del cuento. El autor evoca el sentimiento de amor que se celebra durante la Navidad. Un cuento que celebra el afecto, lo tierno de estar juntos, y crea espacios y momentos donde el amor nos unifica. Los pesebres, la brisa fría del otoño e invierno, los árboles decorados con luces y guirnaldas, los encuentros familiares, el chocolate con jengibre, los angelitos, los aguinaldos, los villancicos, los regalos, las fiestas con amigos, las casas y edificios adornados. Todo esto forma parte del espíritu navideño que se adentra en nuestra alma y nos inspira a ser mejores seres humanos, deseando paz, alegría y bendiciones a otros. ¡Ese sentir de pureza y bondad no tiene igual!
Yuan Fuei Liao nos atrapa en lo fantástico del espíritu de la Navidad y nos empuja a ver el mundo con la mirada de un niño. En nuestra cultura, donde el arte, la literatura y sus elementos son tan fundamentales, los libros de cuentos no pueden evitar esa conexión que nos recuerda, tanto a adultos como a pequeños, que la bondad, la generosidad y la solidaridad con los que menos tienen son esenciales. Esta lección es profunda, no solo en estas fechas, sino siempre.
Por los senderitos que tienen los montes de mi Nazaret,
va un niño trigueño paseando a Belén.
Le dan los cabreros tortitas de trigo,
leche de sus vacas y panecillos llenitos de miel.
El chiquillo lleva entre sus ricitos un halo de luz.
Descansa, reposa, mi niño querido,
duérmete feliz, sueña con los Reyes Magos
que velan la cuna del hijo de Dios.
Duérmete, descansa, sueña con la risa del mismo Jesús.
Este relato se presta para realizar tantas actividades lúdicas como educativas: dramas, veladas, composiciones, investigaciones, etcétera. Fomenta la imaginación, desarrolla la creatividad, aumenta el vocabulario, estimula la memorización y acrecienta la concentración. Encauza los sentimientos y acerca más los lazos familiares. Es fascinante el abordaje poético que fluye en este cuento. El silencio, esa privación de palabras, es también efusivo y sugerente. El cuentista usa el mutismo como instrumento para revelar sentimientos y estados anímicos complicados de expresar. La brecha del silencio descierra el origen del verso en esta narración infantil.
"El silencio que se rompe para brotar una vida. El silencio del corazón sincero cuando hace una obra de bien."
El literato nos concede ser sabedores de la emanación de la palabra, del eco, de la tonalidad, el compás y lo polifónico que engendra la lírica. Este accionar en la composición, esa afonía, contribuirá a que los leyentes se afiancen en lo verdaderamente valioso. Aquí, el silencio tiene una actuación destacada. Vemos lo interesante que es su exploración. Es un recurso que podemos utilizar favorablemente con los niños para conmoverlos a través de esos textos que elegimos o que les motivamos a leer para su propio discernimiento. El silencio fue primero, y este letrado lo sabe. Y sabe bien que toda palabra brota del silencio. Nada está terminado en la epifanía del diario vivir, y son esas revelaciones las que iluminan el resplandor perdido del mundo circundante.
"Refrescado por la sombra de Asombrina, Jesús sonrió y cerró los ojos."
La existencia no se desvela hasta que somos capaces de mirar esas verdades minúsculas en los sucesos que surgen como destellos, vinculándolos con lo indefinido, lo incalculable. Este poeta descubre ante nuestros ojos algo nuevo frente a lo supuesto. Separa el ruido del bullicio. Acentúa la expresión, el impacto. Y apreciamos un resplandor que asombra nuestro ser.
Lo objetivo siempre está presente en este mundo, brindándonos oportunidades para inventar, redescubrir y amar. La escritura de Yuan es un trabajo que aparece a mitad de la noche, cuando el día le susurra ideas luminosas y metáforas prolíficas. Al contar este texto y acercarnos a él, el autor pretende inaugurar el ingenio del asombro. A los infantes les fascinan las interrogantes sin contestación, todos esos objetos y elementos impensables. Cuando los niños ven el mundo con ojos de asombro, están ante un conocimiento diferente y significativo para ellos. Es inusual, y nos maravilla. Estos conocimientos que surgen desde lo interno hacia lo exterior son los más especiales.
"La rapidez con que se durmió el niño Dios hizo que el asombro atrapara a todos los presentes."
Nada como el misterio para seducir a la edad temprana. Los cuentos siempre serán esa chispa para encender el asombro. Todo lo que ocultan en sus páginas. ¡Qué deleite ver el interés de un niño ante lo que sucederá al final de un cuento, cuando lo escucha con atención! ¡Y es aún más significativo cuando lo vemos leerlo con avidez!
Este cuento tiene sus raíces en la Navidad y su significado a través del tiempo, con su lenguaje, leyenda y los modelos que forman nuestra esencia quimérica, tan influyente para cristalizar posturas y apreciaciones. En estas letras se aprecia tanta belleza, que está exactamente en la concisión, la densidad efectiva y la expresión acrisolada. Sin los cuentos, médula decisiva de la invención, nuestra naturaleza en abundantes matices no sería como es.
¡Cuánta belleza desbordada en la pluma de Fuei Liao cuando nos dice: "qué encantador relajarse debajo de la penumbra para oír el rumor de la calma"!
Esta obra considera el ritmo de cada niño, deja que la premura se aleje, para que pueda frenar y deslumbrarse. Pondera el silencio con sus luces, el juego con su enigma. Atrapado en su hermosura, sin invadir sus percepciones. Ahonda en las palabras escritas de manera brillante y llana, utilizando un estilo accesible. ¿Cómo logra que estemos quietos, pensando qué pasará? ¿Cómo observamos en quietud esta avalancha de silencio y sombra que nos arroja?
La gratitud de la sombra nos posibilita mirar las cosas que compartimos con otros. Nos favorece descubrir lo que tiene sentido en nuestro existir. Es una sorpresa descubrir la hermosura de la luz y la sombra. La valía de esa estabilidad que encuentra lo hermoso en lo insondable. El niño Jesús reside en los detalles más inusuales e increíbles que tiene la naturaleza y el universo. Están en la luz fugaz de un meteorito que se cuela en las sombras de la noche, en la sonrisa de una flor cuando el rocío la abraza en el silencio del alba.
Escribir para el asombro es reconsiderarlo todo. Es una aventura que brota desde el alma y el corazón. Leer lo que escribe Yuan es ver el respeto que fluye en la emoción, en el afecto y el efecto de sus letras. Es asistir a una fiesta de alfabetos que reverencia el carácter de un niño, su inocencia, su candidez más pura, la cadencia que lo estrecha y su apertura a la belleza, la sensibilidad y los secretos que abrigan el cosmos.
La sombra duerme a nuestro lado, tiene alas de encanto. El silencio fascina cuando se descubre. Su magia nos invita a un viaje sin igual. El silencio y la sombra tienen magia alada. Invitan a una aventura desbordante nunca imaginada. Sombra y silencio sonríen, no pueden hablar, pero en su vuelo fantástico se adivina todo lo que dicen. Yuan Fuei Liao, ¿cómo no agradecer el aroma de tus letras, escritas con el corazón?