El estudio del discurso toma cada día más notoriedad en los campos académicos, libros, simposios y cátedras universitarias se dedican a dicho fin.  Lo han vinculado a sus estudios, disciplinas como la sociolingüística, la pragmática, antropología, etnografía y otras de las ciencias sociales y las humanidades.

Según Van Dijk, el estudio del discurso es una empresa interdisciplinaria. Las gramáticas del texto deben ser integradas con otras teorías de estructuras discursivas, tales como la estilística y la retórica de los modelos cognitivos de la comprensión y producción del discurso, cuyos efectos sociopsicológicos inciden en cambios de opinión o actitud. Por medio de estos análisis se puede determinar cómo el texto y el acto de habla están relacionados con los contextos sociales, históricos y culturales. De manera que, un estudio crítico del discurso, en este caso el literario, puede indicar las diferentes relaciones sociales de poder, de desigualdad, de discriminación, que aparecen en estos y en su contexto social.

En virtud de lo anterior, resulta provechoso motivar a leer desde esta perspectiva, a fin de lograr ciudadanos más íntegros y humanos, fruto de la acción transformadora de la lectura, la sensibilidad que despierta y una mayor capacidad para conocer e interactuar con el mundo.

En consonancia con esos supuestos, este artículo pretende sondear tres obras de José Saramago en las que a partir de los mundos creados se constatan los discursos de la epidemia, el caos y el manejo del poder, factores que han formado parte del devenir de la humanidad. Dichas obras son Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez y Las intermitencias de la muerte.

En su obra   Ensayo sobre la ceguera   José Saramago crea una hipótesis ficticia, en el que una epidemia de ceguera blanca se extiende por todas partes con la excepción de una mujer. Los ciegos se ponen en cuarentena, pero en la medida en que el contagio crece se producen situaciones caóticas, refleja la falta de voluntad e incapacidad del Estado para manejar la crisis. Las relaciones de poder se manifiestan en todo tipo de abusos, la muerte fruto del abuso de poder o como estrategia de sobrevivencia.

En dicho relato, el contexto juega un papel fundamental para la comprensión del discurso, puesto que incide en el ser, en lo que es y en lo que piensa. En el contexto actual, por ejemplo, ante la crisis sanitaria del COVID 19 el discurso está presente al instante; revela el pánico, el buen o mal manejo de la crisis, las políticas de salud, el horror, la muerte, la corrupción y la superposición de intereses económicos ante las medidas de salubridad. Porque desde una perspectiva ideológica, el discurso lleva implícita las creencias de su emisor, cuyo propósito es movilizar la voluntad del receptor.

De manera que, desde una lectura crítica está la posibilidad de identificarse, relacionar ficción y realidad tanto desde las ideologías del autor, como del lector.  En ese sentido, ¿quién en la actualidad, desde la aparición de los primeros casos de COVID 19 no se reconoce en el siguiente pasaje?

"La ocurrencia había brotado de la cabeza del propio ministro. Era una idea feliz, tanto en lo referente al aspecto sanitario, como en sus implicaciones sociales y sus derivaciones políticas. Mientras no se encontraran las causas de aquel mal blanco, la cura, tratamiento o vacuna, toda persona contagiada o en contacto con las mismas serán recogidas o aisladas. Poner en cuarentena a todos, de acuerdo con las antiguas prácticas heredas de los tiempos del cólera y la fiebre amarilla."

La identificación y reconocimiento de los lectores se da en su interacción con el discurso friccionado y el real. Según la teoría de la recepción el discurso literario contiene ciertos dispositivos que el lector pone en funcionamiento, paradigmas y referentes que generan identificación. Desde la perspectiva sociopsicológica del lenguaje que habla de identidad social y colectiva.

"… aguantaban los golpes en los brazos extendidos, otros se arrastraban a gatas hasta tropezar con las piernas de los adversarios, que los recibían a palos y puntapiés. Golpe ciego, se suele decir. No faltaba en el cuadro de las protestas indignadas, los gritos furiosos. Exigimos nuestra comida, reclamamos el derecho al pan."

Habría que ser muy insensible para no indignarse ante semejante escena. En el presente ese horror se siente por segundos frente a los medios de comunicación masiva. El horror del presente y el recreado por la ficción de Saramago conforman un mundo referencial en el lector, que tienen sus implicaciones psicosociales e inciden en el pensamiento.

Del mismo modo, se recrea en la ficción de Saramago un discurso de dominación, en la que los ciegos imponen su poder y abusan de las mujeres en violaciones sexuales y agresión física por parte de bandos contrarios que surgen durante la cuarentena, al igual que son obligadas a ceder por sus compañeros para conseguir la comida. Así se establecen relaciones de dominación, que a auicio de Foucault se dan cuando el ejercicio de poder impide las prácticas de libertad. Lo que en consecuencia genera abuso de todo tipo y recurre a patrones autoritarismo y sumisión. El siguiente pasaje es una muestra de ello.

"Pasada una semana, los ciegos malvados mandaron un aviso de que querían mujeres. Así, simplemente tráigannos mujeres.  Si no nos traen mujeres no comen. Humillados, los emisarios llegaron a las salas con la orden. O van allá, o no nos dan de comer."

Las ideas expuestas sobre los postulados del análisis del discurso y el Ensayo sobre la segura permiten afirmar la pertinencia del análisis crítico del discurso literario para la formación de ciudadanos íntegros y humanos. Tanto unas como las otras fomentan el desarrollo del razonamiento crítico, por las implicaciones pragmáticas de las mismas.