El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Andrés L. Mateo, presentó la conferencia “Particularidades de la formación del Estado nación dominicano y la identidad”, en el marco del Salón Internacional del Libro (Siel), en Rabat, la capital de Marruecos.

El embajador de la República Dominicana ante el Reino de Marruecos, Amaury Justo Duarte, tuvo las palabras centrales del acto y la presentación del embajador Mateo, por la consejera Patricia Faxas, frente a un público compuesto por diplomáticos acreditados en el país, catedráticos y estudiantes.

Al iniciar la conferencia, el representante dominicano ante la UNESCO, destacó los acontecimientos y esfuerzos de la República Dominicana, para construir el Estado nación y la idea de la identidad.


Durante su disertación, Andrés L. Mateo, sostuvo que, “desde el triunfo de su revolución, los líderes haitianos concebían la estrategia de sobrevivencia de su Estado nación, contando con la ocupación del lado español de la isla, temerosos de la reacción de la metrópoli francesa”.

Se refirió a que, “de las particularidades de la formación del Estado nación dominicano y de su identidad, la primera consiste en el hecho de que nuestra independencia es procesual. Los límites de la historia se derivan del imperativo de veracidad que proclama en su morfología, y el historiador se embriaga con el absoluto de lo real”.

El también escritor enfatizó en que, “la historia es siempre una pluralidad de prácticas concretas, y lo que estaba en juego en la junta gubernativa de la primera república es el ideario de la independencia enfrentado entre liberales y conservadores”.

Atribuyó a que, “todas las acciones de los conservadores tenían como telón de fondo la búsqueda del protectorado francés. La falsa conciencia de la pragmática del conservadurismo los llevaba a creer que la independencia era imposible sin el protectorado de una gran metrópoli”.

El embajador dominicano agregó además que, “es el resultado del reconocimiento de una otredad histórica, cultural y lingüística. Los prohombres de nuestra independencia, en su inmensa mayoría, dudaban de que ese conglomerado humano alcanzara el estatus de nación. Fraguamos una identidad conformada por numerosos afluentes étnicos y culturales, pero asumimos una ideología hispanista para alejarnos del arquetipo haitiano”, puntualizó.

Finalmente el también Premio Nacional de Literatura 2004, sostuvo que, “República Dominicana es un país sonante, que para entendernos a nosotros mismos, y situarnos en el mundo que nos ha tocado vivir, hemos luchado con pasión por la idea de la libertad”.