Sabor del silencio, al morder las palabras encontraras el hueso, y en el hueso, un sonido, y en el sonido, un átomo y en el átomo, el ruido; máscaras del vacío son las palabras.
Un cristal se rompe, una pelota salta al vacío, la hoja en la que se escribe este artículo es una cierva blanca, nube ligera que se escapa, huyendo de todos los ruidos.
El lápiz, un relámpago, entre nubes purpuras, explota en la pagina y estallan en ruidos las palabras…
En los inicios de su labor creadora como compositor, John Cage busca lo contrario del silencio, busca lo opuesto: El ruido.
Persiguiendo sonidos mas novedosos, motivado al leer el ensayo de Luiggi Rossi, Los futuros músicos del siglo XXI, John Cage hace de su estudio de compositor un laboratorio para la experimentación y la creación de nuevos instrumentos, le incorpora un martillo a las teclas del piano con el cual golpea las cuerdas, y el piano se convierte en instrumento de percusión, busca romper los limites entre el sonido y el ruido, convierte a la música en un universo de expansión sonora.
“…Donde quiera que estemos, lo que oímos en su mayor parte es ruido; cuando lo ignoramos nos molesta, cuando lo escuchamos, lo encontramos bello”.
Así lo afirma Cage en un ensayo que publico en 1937 con el titulo … “El futuro de la música: credo”. Aquí sostiene los primeros conceptos que darán forma a su pensamiento musical … “Los sonidos no son más que sonidos y todos son válidos por igual, un compositor actúa como experimentador y su función es descubrir nuevas posibilidades sonoras y nuevos instrumentos y nuevas técnicas de interpretación”… (Pág. 37.. El futuro de la música, John Cage).
En este ensayo la palabra sonido aparece 24 veces, las palabras tono y ruido 36, y la palabra silencio no aparece en el texto.
Lo muy cierto es que John Cage se refiere a todo lo largo del ensayo a la estructura musical, en búsqueda de sonoridades muy cercanas al ruido.
“El compositor tendrá frente a él, no solamente el campo completo del sonido, sino el campo completo del tiempo. El fotograma o fracción de segundo en donde el sonido es ruido, y el ruido un átomo del vacio” (Pág. 41. El futuro de la música: credo.)
Sonido, innecesario, molesto y desagradable es la limitada definición del ruido por el Diccionario de la Real Academia.
Sonido desagradable, pero sonido al fin al cabo es el ruido… Desde este punto de vista la más bella música puede ser clasificada como ruido, si esta clasificación depende de la percepción individual de quien la escucha.
El sonido se mide en función de la amplitud y frecuencia de una onda sonora.
La amplitud de una onda sonora se mide en decibelios, y el tono describe la frecuencia de un sonido y se mide en Hertz o hercios.
El principal instrumento técnico para medir los sonidos en el aire es el Sound level met. Monitores del ruido. En la actualidad se utilizan aplicaciones, en Smartphone, para realizar Crowslicing e identificar el ruido local en un espacio determinado o en una comunidad.
El rango de transición entre el ruido y el sonido, se denomina Tonalidad y desde el punto de vista del ruido afecta especialmente su timbre.
La música concreta, y la música aleatoria, empiezan sutilmente a eliminar las diferencias entre el sonido y el ruido.
Luigi Nono, compositor italiano, estructura una sinfonía basada en los ruidos de una fábrica y luego se dispone a grabar, durante un año, todos los pasos de los que caminan por Saint Germain d Pres, en una de la calles de París las estructuras, y compone La sinfonía de los pasos., Schomberg y John Cage, utilizan el ruido como acordes y melodías.
Mas allá de las disonancias, los intervalos y las triadas disonantes, la armonía comienza a mutar en estructuras y planos sonoros, en donde ya no hay diferencia entre el sonido y el ruido.
Lo diverso en lo uno, el ruido y el sonido, desde mucho antes aparecen en la filosofía, antecedentes que permitirán en el futuro estas experimentaciones.
La no dualidad en el Vedanta Advaita, la indivisibilidad de onda y partícula en la mecánica cuántica, las máximas de Lao Tse, en donde el ruido es música, los Dikr, del sufismo, en donde los pasos del derviche al girar es música; y las doctrinas de Plotino sobre las emanaciones y las procesión en su libro sobre lo bello, en Las Eneadas, establecen antecedentes que los músicos del siglo XX tendrán en cuenta como cuerpo teórico de sus composiciones.
En la doctrina de Plotino se establecen la relación de continuidad entre el sonido y el ruido. La metafísica de Plotino, en forma más explícita y consistente, expone que el pensamiento de Platón es vertical en su sonoridad elástica, un universo en expansión, uno y múltiple, en donde copulan música y ruido.
Plotino llega a plantear la materia como cuerpo del uno, y el ruido como los ojos de la música, es decir la relación entre lo uno y lo diverso, sin fisuras ni cortes, en donde no se produce ninguna grieta o separación. Toda la realidad es Kaos, y cosmos, creación y destrucción, sonido y ruido, música y silencio… (Plotino, Pág. 22).
El canto de los pájaros y el martillo de los herreros, el galopar de los caballos en el centro de las batallas y la música de las esferas, son uno, lo mismo y diferente… concluye Plotino, en Las Enéadas.
Así no fue el azar concurrente, ni la causalidad sin causas, ni el azar objetivo de los surrealistas, ni el capricho de un músico que llevó a John Cage a iniciar con esa cita de Plotino su ensayo: El futuro de los músicos: credo.
A partir de los años 30, Cage estructura todas sus composiciones en la dimensión del tiempo, se trata de frases y secciones de una longitud que incluye el espacio, los sonidos, los objetos y el ruido en su discurso del tiempo.
En el futuro de la música: Credo, parte de la manipulación del tiempo, aprendido en la creación de bandas sonoras para películas., pero en realidad su recurrencia al espacio a la hora de hallar una base estructural que proviene de su trabajo con los bailarines, muchas de sus composiciones mas tempranas fueron el acompañamiento de piezas para Danza Moderna en la que se creaban melodías y frases y ruidos de los pasos y de los cuerpos de los bailarines.
Su pasión por la música de percusión, también contribuyo al uso de las relaciones entre el sonido y el ruido en sus composiciones musicales, en los inicios su búsqueda y preocupación por el ruido, le llevarían, años más tarde, a encontrarse cara a cara con el silencio…
En este instante, envuelto por la música, como nube del no saber, el que escribe este articulo, empapado por la lluvia de las palabras, palabras que forman charcos en el pensamiento, callado y en calma, empieza a morder las palabras hasta el hueso, átomos del vacío, mientras escucha las primeras composiciones de John Cage… Creación y caos… Furia y ruido… Música jamás oída… Sabores del silencio.