Las piezas de escritura teatral de Manuel Rueda fueron ‘La trinitaria blanca’, ‘La tía Beatriz hace un milagro’, ‘Vacaciones en el cielo’, ‘Entre alambradas’,’El rey Clinejas’, ‘Un escenario para Brito’, inédita al momento del fallecimiento del autor.
En 1995, cuatro años antes de su muerte, le fue otorgado desde España el Premio de Teatro Tirso de Molina a su pieza ‘Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca’.
Todo el conjunto de sus obras de literatura dramática exhibieron una extraordinaria galería de caracteres, en particular puntuales protagónicos femeninos. El primero : ‘’Miguelina’’ la solterona encandilada por la ilusión de amor y abrasada por el deseo de La trinitaria blanca puesta en escena en 1957.
Aquella capacidad para conformar retratos de mujeres especiales nos dejó como legado artístico una galería de personajes aún no superados en las letras nacionales.
Y nos dejo, a su modo, la figura de aquella reina trastornada, que perdió el juicio por amor al esposo muerto y fue encarcelada después por su propio hijo en Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca.
El premio a Rueda incluyo la publicación del texto en una edición de Cultura Hispánica auspiciada por la Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid, 1996.
En su ‘Retablo’ nuestro autor nos presenta la vida de la segunda hija de los Reyes Católicos quien estaba destinada a ser reina de España pero fue obstaculizada por su padre el rey Fernando de Aragón y por su hijo Carlos I de España y V de Alemania, quienes la encerraron en Tordesillas (Aram, 2001), donde permaneció aislada casi medio siglo hasta su fallecimiento: Rueda incide en el drama humano de la noble familia, y en el centro del mismo y de su retablo coloca la figura patética de Juana.
Aunque el edificio del Palacio de Tordesillas que albergara prisionera a la reina española fue demolido en el siglo XVIII me une a aquella zona geográfica un interés académico especial pues realicé mis primeros estudios de posgrado en Valladolid, Castilla. Es Tordesillas punto de referencia esencial en la zona.
La reina Juana influyó en sus descendientes y marcó la historia de Europa. Heredera de Castilla y de León, a la muerte de su madre Isabel la Católica, nunca reinó en su propio nombre. Su marido Felipe, su padre Fernando, y su hijo Carlos gobernaron tanto su casa como sus territorios. Juana, por su parte, intentó asegurar la sucesión de la dinastía de los Austrias por medio de determinadas prácticas piadosas.
‘Retablo’ y dramaturgia
El término ‘Retablo’ que da título a la pieza se presenta como receptor de una manifiesta multiplicidad connotativa en términos de la literatura destinada a la representación. De origen medieval, el retablo configura la sensibilidad del fiel, el dogma, la piedad y la devoción ante el proceso narrativo de la liturgia. Por otro lado la palabra se une a la persona en quien se acumulan las múltiples dificultades propias de una vida miserable.
El retablo tallado por la sensibilidad de Rueda se convierte en un elogio del teatro mismo, sirviendo para subdesarrollar el elemento trágico como exposición del teatro dentro del teatro. Este tratamiento en diferentes niveles de la representación es complementado con la inclusión de los signos de religiosidad y del poder político alrededor del personaje central. Por un lado la relación de la mujer con sus padres, produciendo en ella profundo dolor y resentimiento, y por otro la pasión desbordante por su esposo Felipe el Hermoso, quien la somete a constantes situaciones de humillación.
Cardenales, marqueses, esclavas, nodrizas, músicos, damas, soldados, pueblos, coros, personajes y hechos involucrados desfilan en desgarrante fusión por la tormentosa vida que representa la pieza. Por supuesto que para su montaje se necesitaba todo un tropel escénico.
El ‘Retablo’ es un prototipo mas del sutil estilo de Rueda y concebido —tal ‘La trinitaria blanca’, o’ La tía Beatriz hace un milagro’—. Mediante una imaginativa y coherente utilización de impresionantes imágenes resultante sabida del escepticismo del autor respecto al signo lingüístico como medio de expresión suficiente y adecuada. Como con anteriores figuras de la dramaturgia nuestro maestro indiscutible del diálogo acertó una vez más en la presentación y el manejo del carácter dotando a la protagonista de extraordinaria fuerza expresiva y autonomía escénica.
La pieza nunca se llevó a escena en vida del autor aunque él escogió a la actriz que interpretaría en estreno a su Juana: Margarita Baquero de Reid. La Fundación Corripio realizó una lectura dramatizada postuma en ocasión del 94 aniversario del natalicio de Manuel Rueda. El espectáculo teatral "Juana La Loca… ¿locura o conspiración?" se estreno este jueves con éxito esperable en el Teatro Nacional. Ha sido una atinada y correcta selección la de esta pieza para celebrar el medio siglo de la entidad. La trayectoria de Richardson Diaz como adaptador de piezas de nuestra más selecta literatura dramática constituyen un aval valioso para el montaje de Guillermo Cordero en la dirección. Esperamos la función en Santiago de los Caballeros.