"Vivre vite", una historia íntima que explora el duelo real de su autora, Brigitte Giraud, se alzó este jueves con el premio Goncourt y convirtió a esta escritora francesa, en contra de las quinielas, en la decimotercera en ganar el galardón más importante de las letras francesas en más de un siglo de historia.
Publicada en Francia por la editorial Flammarion, el libro -el número catorce de la carrera de esta autora lyonesa- se sumerge en los entresijos y consecuencias del accidente de moto que mató prematuramente a la pareja de Giraud, Claude, en 1999.
Las preguntas sin respuesta y el dolor latente por la pérdida del padre de su hijo -al poco de instalarse la familia en una nueva casa en la zona de Lyon- llevan a la protagonista, veinte años después, a repasar aquellos días: ¿Fue el destino o una cadena de coincidencias?
Esta historia íntima, desencadenada por la venta de la casa donde la pareja planeó su vida conjunta que quedó interrumpida, reflexiona sobre el sentido de la vida y de la muerte tomando prestado la máxima del imaginario del rock (vive deprisa y muere rápido), al que Claude era aficionado.
"Es magnífico, es inesperado, es emocionante", dijo la autora a la prensa al acudir en París al céntrico restaurante parisino Drouant, donde los miembros del jurado se había dado cita para realizar la votación y anunciar al ganador, que tradicionalmente comparte con ellos después el almuerzo.
"Pensé en mis editores, en mi hijo, pensé en Claude, por supuesto, pensé en la literatura", agregó al ser preguntada sobre a dónde fueron sus pensamientos al conocer la noticia.
El triunfo de "Vivre vite (Vivir deprisa en español)" había sido anunciado unos minutos antes por la escritora e integrante de la Academia Goncourt Paule Constant, tras catorce rondas de votación (el máximo contemplado por el jurado).
Giraud, de hecho, había quedado empatada a cinco votos con Giuliano da Empoli y su obra "Le Mage du Kremlin", que partía a priori como favorito después de que el italosuizo se alzase a finales de octubre con el Gran Premio de la Academia Francesa.
Pero el voto de calidad del presidente de la Academia (Didier Decoin) inclinó finalmente la balanza hacia Giraud y la convirtió en la decimotercera mujer en ser premiada con el Goncourt, un galardón que se entrega anualmente desde 1903.
POCAS MUJERES EN EL PALMARÉS Y EN EL JURADO
Giraud recoge así el testigo del senegalés Mohamed Mbougar Sarr, premiado el año pasado por su novela "La plus secrète mémoire des hommes (La más recóndita memoria de los hombres)", pero la última vez que el Goncourt había sido adjudicado a una mujer había ido a parar a Leïla Slimani y su "Chanson douce (Canción dulce)", en 2016.
Incluso entre los miembros del jurado las mujeres han tenido escasa presencia en la Academia Goncourt, algo que a la institución le ha valido significativas críticas.
Además de Da Empoli y su novela sobre las intrigas del Kremlin, en la lista de cuatro finalistas de este año figuraban el haitiano Makenzy Orcel y su "Une somme humaine" y la también francesa Cloé Korman, con "Les Presque Soeurs.
En paralelo al Goncourt se entregó además el premio Renaudot, que fue para el también francés Simon Liberati, por su obra "Performance".
"Felicitaciones a Brigitte Giraud, Premio Goncourt, que firma con "Vivre vite" un libro universal sobre el duelo, y a Simon Liberati, Premio Renaudot por Performance, una novela atormentada por la pérdida. Dos escritores que superaron las fatalidades del tiempo por el poder de la literatura", publicó en Twitter el presidente francés, Emmanuel Macron, tras desvelarse los ganadores.
El premio literario más prestigioso en lengua francesa fue creado póstumamente por el escritor decimonónico francés Edmond de Goncourt y cada año los diez miembros de la Academia homónima se encargan de elegir a su ganador.
Entre sus ganadores están algunos de los grandes nombres de las letras francesas del siglo XX, desde Marcel Proust a Pierre Lemaitre, pasando por Aamin Maalouf, Marguerite Duras, Simone de Beauvoir y Roman Gary.
El Goncourt, que asegura a sus ganadores tiradas millonarias y traducciones a decenas de lenguas, tiene una dotación económica meramente simbólica, ya que el vencedor recibe un cheque por valor de diez euros. (Nerea González Pascual)