El año pasado visité la Biblioteca Alianza Cibaeña de Santiago de los Caballeros y tuve el placer de conocer a Rafael Fernández, uno de los colaboradores de tan prestigiosa institución. Dialogamos un rato y me informó que era escritor. Desde ese momento, hemos mantenido una comunicación recurrente. 

Este pequeño artículo busca dar a conocer algunos de los trabajos de este talentoso poeta. Fernández es como muchos escritores talentosos que por alguna razón son poco conocidos, y creo que es nuestro deber, como personas que aprecian las buenas creaciones literarias, dar a conocer las obras de estos autores de la sombra.

Rafael N. Fernández. Nació en Sabana Iglesia, Santiago, República Dominicana, en 1975. Escritor y poeta. Sus poemas y ensayos han sido publicados en revistas y rotativos nacionales e internacionales. Es autor de los libros: Un camino hacia la luz, Extractos del conocimiento, Trascendencias, Nexo cosmogónico, y Cristianismo activo revolucionario y liberador.

En cada uno de los poemas el poeta se vale de elementos, objetos y cosas que fluyen cómo un río; tienen  alas propias y absoluta profundidad. En su poesía las  imágenes se convierten en relámpagos certeros que trastocan la realidad.

Por ejemplo el poema: A Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote) Este poema celebra la obra cumbre de Cervantes (Don Quijote de la Mancha) como una fuente de inspiración y reflexión. La epopeya de Don Quijote se presenta como un espejo, sugiriendo que refleja tanto la realidad como los sueños.  Varias imágenes literarias evocan la naturaleza cambiante de la realidad y la fantasía en la novela. Si analizamos las referencias  “horizonte y laberinto” podría simbolizar la vasta aventura de Don Quijote y los complejos caminos de su mente. La mención de elementos naturales y agrícolas (espiga, encina, abejas) representa la conexión de la obra con la tierra y la vida cotidiana, mientras que luciérnaga y camino, sugieren la luz de la sabiduría y el viaje de la vida. Fernández es un conocedor de las técnicas de la poesía y sabe cómo utilizarla en sus creaciones. Dejaré que ustedes mismo sean los jurados de estos poemas que presento a continuación.

A Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)

En las páginas del sueño

Tu epopeya es un  espejo, 

Una puerta como el agua,

Hacia el aire y las palomas,

Hacia el circulo y la arena,

Una estatua luminosa, 

Una espiga de la tierra,

De la encina y las abejas, 

De horizonte  y  laberinto,

De raíces y campanas, 

De luciérnaga y camino, 

De intersticios invisibles.

Donde el cisne creas sus alas,

Donde teje su armadura;

Y su equino planetario.

Olivorio Mateo

La tempestad te condujo;

Te hizo huésped de la esencia,

Te dio el aire como espejo,

Y la estatura del sueño,

Su luz profunda,   

Su  atmosfera secreta,                                      

Y un claro trébol como el agua, 

Como lámpara o luciérnaga,

Buscándose  en la sombra,

En  las alas incorpóreas,  

En sus hilos invisibles.

Primer ser 

En las entrañas  del todo,

En sus mágicas corrientes,

Como espejo ante  de la sombra,

Ante el sueño de la esencia,

Tu primero ante las olas,

Ante el aire y el silencio,

Con tu pálida estatura,

Con tus alas de cristal,

Como un verso del  misterio,

De la luz entre las sales,

De la esfera y las espigas.

Callejero

No hay paloma en tu estatura,

En  tus alas como el viento,

En las hieles y el rocío,

En  tu sueño de horizonte,

De colores ahuecados,

De intersticios como escarcha,

De retamas  y fronteras,

De miradas coaguladas,

De metales  y  amapolas, 

De ingestiones eclipsadas,

Como espiga de la sombra.