El honor es un tema que aborda el Cantar del Mío Cid donde en aquella época, la gente valoraba mucho el honor y la motivación detrás de las hazañas del héroe, que era su necesidad de recuperar el honor perdido.

Tras una acusación de robo, el poema se abre con el destierro del Cid, primer caso de deshonra y esta además de perder su herencia o pertenencias en Vivar, supone perder la patria potestad de su familia, utilizando cautela y astucia para conquistar Valencia con éxito, el héroe obtiene el perdón del rey y recibe una nueva herencia: el señorío sobre Valencia.

Los matrimonios de sus hijas están previstos con los linajes más prestigiosos, como los infantes de Carrión, para reconocer formalmente su nuevo cargo como señor de vasallos. Debido al ultraje de los infantes hacia las hijas del Cid, que son vejadas, gravemente heridas y abandonadas en el robledal de Corpes, el destino, siendo impredecible, convierte este feliz momento en una nueva caída en honor del Cid, lo que implica, en de acuerdo con el derecho medieval, su rechazo de facto por los de Carrión.

Por ello, el Cid alega la anulación de los matrimonios en un juicio llevado a cabo por el rey, durante el cual los infantes de Carrión son humillados públicamente y despojados de los privilegios de los que anteriormente disfrutaban como miembros de la corte real. Las hijas del Cid, por otro lado, concertaron matrimonios con reyes españoles para progresar socialmente al máximo.

El "Cantar de Mio Cid" es uno de los tesoros más importantes de la literatura española medieval, fue escrita en el siglo XII, narra las hazañas del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador. Esta epopeya no solo ofrece una visión fascinante de la España medieval, sino que también plantea cuestiones universales sobre el honor, la lealtad, la venganza y la justicia. A través de estas reflexiones, se explorará cómo el "Cantar de Mio Cid" sigue siendo relevante y enriquecedor en el siglo XXI. Donde a través de sus versos, el poema ofrece una visión fascinante de la sociedad y los valores de la época, así como una representación única de la figura del héroe y se contará la reflexión sobre esta increíble historia de heroísmo.

El poema también resalta el poder de la palabra y la retórica. El Cid es un hábil orador que utiliza su elocuencia para ganarse el favor de los reyes y recuperar su posición. Esto subraya la importancia de la habilidad retórica en la sociedad medieval, donde la persuasión y la diplomacia eran herramientas esenciales para lograr los objetivos.

Una de las principales temáticas del "Cantar de Mio Cid" es la lealtad, Rodrigo Díaz de Vivar es desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI, pero a pesar de este infortunio, mantiene su lealtad inquebrantable hacia su rey y su país. Esta lealtad inquebrantable y su constante búsqueda de la restauración de su honor perdido resuenan en la sociedad contemporánea, siendo este una parte del mundo donde la lealtad y la honestidad parecen a menudo en peligro, las lecciones del Cid sobre la importancia de mantener la palabra dada y el honor personal siguen siendo relevantes a pesar de que hoy en día sean virtudes que no se acentúan mucho en los hogares como antes se establecía como un valor imprescindible.

El "Cantar de Mio Cid" refleja de manera vívida los valores y virtudes que eran importantes en la sociedad medieval. La honra, la lealtad, la valentía y la fidelidad son aspectos centrales de la vida del Cid y sus seguidores. La trama gira en torno a la búsqueda de recuperar la honra perdida del Cid, que se había visto despojado de sus propiedades y desterrado injustamente siendo esta una lucha por la honra, tema recurrente en la obra y que se coloca de manifiesto la importancia de este valor en la cultura medieval, de manera que se puede expresar fragmentos del Cid donde deja evidencia de dicha importancia en estos valores como la lealtad, valentía y honra a continuación:

“Mis caballeros, poned a resguardo la ganancia, luego a prisa preparáos, armáos de todas armas, porque el conde don Ramón nos quiere dar gran batalla, de moros y de cristianos mucha gente le acompaña, no nos dejarán tranquilos, si no es por lucha, por nada. Ya que tras nosotros viene, aquí sea la batalla: cinchad bien a los caballos y armáos de todas armas: ellos vienen cuesta abajo, sólo llevan puestas calzas, traen malas sillas coceras y las cinchas aflojadas; nosotros sillas gallegas y botas sobre las calzas. Con sólo cien caballeros venceremos sus mesnadas, antes que lleguen al llano atáquenlos nuestras lanzas, por cada uno herido tres sillas se irán vaciadas.

Verá Ramón Berenguer a quién quería dar caza hoy en el pinar de Tévar por quitarle su ganancia”.

En este verso se puede observar como la cobardía no tomaba lugar en la actitud y personalidad del Cid, sino que este a pesar de no tener las de ganar aun así emprendía en batalla y en conjunto con sus caballeros se preparaba para emprender la ganancia en la batalla que era incierta.

Esta obra también ofrece un vistazo al ideal de la caballería que era prominente en la Edad Media. El Cid es presentado como un caballero ejemplar que sigue un código de conducta caballeresca, que incluye la protección de los débiles y la defensa de la justicia, su caballería se manifiesta a lo largo de la obra a través de sus acciones nobles y su respeto por los prisioneros vencidos.

En la época en que fue escrito, la religión tenía un papel fundamental en la vida cotidiana. El "Cantar de Mio Cid" no es la excepción, ya que contiene referencias religiosas y muestras de la devoción del Cid, como podemos ver en el siguiente verso:

“¡Alabado sea Dios, Señor espiritual! Nos metimos en sus tierras, les hacemos mucho mal, el vino suyo bebemos y nos comemos su pan. Con buen derecho lo hacen si nos vienen a cercar, como no sea con lucha esto no se arreglará. Salgan mensajes a aquéllos que nos deben ayudar, los unos vayan a Jérica y los otros a Alucat, desde allí pasen a Onda y después hasta Almenar, que las gentes de Burriana se vengan ya para acá. Pronto tiene que empezarse esta batalla campal. Nuestro provecho en Dios fío que con ella crecerá”.

 Al pasar el tercer día todos juntados están. Mío Cid el bienhadado entonces empieza a hablar: “Sálveos el Creador, mesnadas, y ahora escuchad: después de que nos salimos de la limpia cristiandad -y no fue por nuestro gusto, no se pudo remediar—, gracias a Dios nuestras cosas siempre hacia adelante van.

La ayuda divina y las peregrinaciones a lugares sagrados desempeñan un papel en la trama, dejando de reflejo la profunda influencia de la Iglesia en la sociedad medieval y cómo la religión se entrelazaba con la vida de las personas. Además de que poner a Dios por delante en cada batalla que emprendía el Cid, deja evidencia de como este era centro de la cultura medieval de esta época.  El "Cantar de Mio Cid" también ofrece una ventana a la lucha entre cristianos y musulmanes en la península ibérica. Este contexto histórico influye en la construcción de la identidad del Cid como un héroe nacional.

Colocando otro punto que se reflexiona dentro de la obra, es el papel de la mujer en esta, la cual es ausente y presente al mismo tiempo, ofreciendo una visión interesante de la representación de la mujer en la Edad Media. En general, en la obra, las mujeres desempeñan roles secundarios y su participación se limita principalmente a apoyar y reflejar las virtudes y los valores del Cid y de la sociedad medieval de la época. Algunos ejemplos de mujeres en el Cantar de Mio Cid que se pueden observar son:

Jimena: Jimena es la esposa del Cid y desempeña un papel importante en la trama del poema. Cuando el Cid está desterrado de Castilla, Jimena se queda atrás y sufre la separación de su esposo y la pérdida de su estatus y lo largo del poema, su amor y lealtad hacia el Cid se destacan, y su deseo de reunirse con él es un tema recurrente.

Doña Elvira y Doña Sol: Estas son las hijas del conde de Carrión, a quienes el Cid otorga en matrimonio a sus hijos. Su matrimonio con los hijos del Cid se convierte en un elemento importante en la trama, ya que los condes de Carrión traicionan a las hijas y las maltratan, lo cual esto lleva a un conflicto central en la historia y la posterior venganza del Cid.

En resumen, el papel de las mujeres en el Cantar de Mio Cid refleja la sociedad medieval española, donde las mujeres, en su mayoría, ocupaban roles secundarios y estaban subordinadas a los hombres. Aunque las mujeres como Jimena, Doña Elvira y Doña Sol tienen influencia en la trama y en la caracterización de los personajes, su participación se centra en su relación con los hombres y en cómo apoyan o reflejan los valores y las virtudes de la época.

A modo de conclusión, el "Cantar de Mio Cid" es una obra literaria que va más allá de la narración de hazañas heroicas. Es un reflejo de la sociedad y los valores de la Edad Media, una ventana a un mundo donde la honra, la caballería y la religión desempeñaban papeles centrales. A través de sus versos, esta epopeya medieval sigue siendo una fuente valiosa para comprender la cultura y la historia de la España medieval y continúa fascinando a lectores y estudiosos hasta el día de hoy. El "Cantar de Mio Cid" es mucho más que una epopeya medieval; es un espejo en el que podemos vernos reflejados y reflexionar sobre cuestiones fundamentales de la condición humana, como el papel de la mujer en esta época se consideraba. La lealtad, el honor, la igualdad de género, la justicia y la construcción de la identidad son temas que continúan siendo relevantes en el siglo XXI. Al explorar y reflexionar sobre esta obra, podemos enriquecer nuestra comprensión de la historia y la cultura, y aplicar sus lecciones a nuestra propia vida y sociedad. El "Cantar de Mio Cid" perdura como un faro de sabiduría en medio del océano del tiempo.

El papel de las mujeres en el "Cantar de Mio Cid" es digno de análisis. Las mujeres, especialmente la esposa del Cid, Jimena, y sus hijas, muestran una gran fortaleza y determinación. Jimena lucha incansablemente por su esposo y sus derechos, desafiando las normas sociales de la época. Esta representación de mujeres fuertes y decididas es un recordatorio de la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la sociedad actual como se resaltó anteriormente.

En un mundo cada vez más globalizado, es esencial reflexionar sobre cómo la historia y la identidad nacional siguen desempeñando un papel en la formación de nuestra sociedad y cultura actual.