El papa Francisco pidió "una nueva mirada" en la economía, basada en el respeto de la dignidad de las personas, para poder luchar "contra los males de la especulación que están alimentado los vientos de guerra".
Este fue el llamamiento que hizo al recibir hoy en el Vaticano a los participantes en la conferencia de la fundación Centesimus Annus Pro Pontifice sobre "Crecimiento inclusivo para erradicar la pobreza y promover el desarrollo sostenible para la paz".
Francisco destacó en su discurso que el desarrollo "para ser auténtico, debe ser integral, es decir, encaminado a la promoción de cada persona y de toda la persona” y por eso “el desarrollo o es inclusivo o no es desarrollo”.
El papa citó la novela reciente del escritor estadounidense Paul Auster, “Mr. Vértigo”, que habla de la Gran Depresión de 1929, con “agricultores y trabajadores en todas partes en estado de alarma" para explicar que “todo comienza por cómo uno mira” y “mirar a otro de arriba abajo es legítimo, sólo en una situación: para ayudarlo a levantarse”.
"Todos somos hermanos y si yo soy el dueño de una empresa, eso no me legitima para mirar a mis empleados con aire de desdén. Si soy el director ejecutivo de un banco, no debo olvidar que todas las personas deben ser tratadas con respeto y cuidado", agregó.
Y subrayó la importancia de "la mirada humilde de quien ve en cada hombre y mujer que encuentra un hermano y una hermana a quienes respetar en su dignidad, ante posiblemente un cliente con quien hacer negocios" porque "sólo con esta mirada podremos luchar contra los males de la especulación actual que alimenta los vientos de guerra".
Asimismo, destacó que "la pobreza no se puede combatir con el "asistencialismo" social". "¡No! Lo anestesia pero no lo combate así".
“Ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre un remedio provisional para hacer frente a las emergencias. El objetivo real debe ser permitirles una vida digna a través del trabajo”, afirmó.