(Ilustraciones del diagramador, pintor e ilustrador dominicano Daniel Polanco)
"El país de los dulces", es un cuento para niños, de la autoría de Evelyn Ramos (Editora Búho, con una diagramación e ilustraciones, de Daniel O. Polanco V., 20 págs. Santo Domingo, R.D., 2023
Su diseño formal, facilita su uso cotidiano, por sus dimensiones de diseño formal, ya que contiene una medida de 8 1/2, X 11 1/4 de largo, con tapa dura y editado en papel satinado, con ilustraciones a full color.
De acuerdo al tema y al enfoque dado, desde el desarrollo de su narratividad, se trata de un libro para niños de ocho a 10 años, aproximadamente.
Debo advertir que, en algunos segmentos narrativos, en su discurso, hay un uso de concepto que no se corresponden con los niños de esa edad, aunque,aquí lo importante es leer y/o escuchar la narración, para entretener y deleitar su público.
La autora, debe tener bien presente que el uso de la lengua, en la literatura infantil, debe estar en correspondencia con las edades e intereses del público, al cual está digirigida la obra.
Y más que tenerlo en cuanto, en su caso, es recordar siempre ese principio, porque ella tiene conocimiento de los aspectos teóricos de la literatura infantil y su proceso de creación, porque su autora cursó una asignatura especial sobre ese proceso creativo y estético para niños, en la UASD.
Hay un significativo universo de inventiva o creatividad, vertido en este cuento para niños. Leerlo, implica adentrarnos en un país imaginario, creador o inventado por la autora.
Ese país se llama "El país de los dulces", Con un Edificio de uva; rodeado de helados de barquillas; caramelos; un residencial de su majestad, de coloreado helado de barquilla; una torre de canquiña; un museo paleta; un banco de postre y un ferri de bizcocho, gobernado por la Reina Azúcar, la cual era "la mas dulce de todas las reinas que cualquiera pudiese imaginar".
(Ver pág. 7 de la obra citada).
Aunque la autora desarrollo una temática de oposiciones, en torno a "lo bueno, en oposición a lo malo", como en caso de la Reina Azúcar en oposición a la Reina sal, procura una reintegración del Ser, y proyecta la imagen de destruir la envidia y lo negativo de los sujetos.
Además, retoma la imagen de la unidad, para enfrentar "lo malo". Aquí, "lo bueno", queda representado por La Reina azúcar" y "lo malo", está simbolizado o representado por La Reina Sal", del país salado.
Conceptos como "(…)"cabellos ensortijados" (…); (…) "nariz respingada" (…)
(Ver pág. 8). (…) "súbditos" (…) (Ver pág. 11, obra citada), para niños y niñas de esa edad, entiendo que no son los más adecuados, para entender y disfrutar a plenitud ese cuento.
El final, guarda un gran mensaje de dignificación humana, porque remite al acto de llorar, para nuestras lágrimas (sufrimientos), se conviertan en azúcar y así destruir El País salado, volviendo a revivir "El País de los dulces". Aquí, lo humano adquiere la esperanza de vivir en paz y unido, a pesar de los sufrimientos.
Las ilustraciones, a full color, se corresponden con el tema y con el público, al cual están dirigidas. Van más allá del plano estético que representan, porque redimensionan la historia narrada.
Eso es muy importante, para la literatura infantil de nuestro país, porque adolecemos de ilustradores de textos para niños que conozcan y/o dominen, la relación texto-ilustración.
A pesar de la advertencia planteada más arriba, sobre el uso de la lengua, hay que resaltar como la imaginación sobresale en esta obra para niños y niñas, y ese detalle nos conlleva a asegurar que el futuro inmediato de la literatura infantil dominicana, es auspiciador, no solo por la integración de una nueva autora, sino por su armazón imaginativo, creador, y por su dimensión humanística y estética.
Esta es la primer obra para niños y niñas de la autora, y abre las puertas de ese complejo universo literario, con un texto que merece ser leído y difundido, como una posibilidad de seguir adelante, superando nuestros propios linderos de pobreza espiritual, frente a la niñez dominicana, desde la lengua, convertida en hecho artístico, estético y ético, por la construcción de la sociedad dominicana que soñamos, más allá de lo imaginado.
Hay en este texto para niños y niñas, un discurso narrativo eufónico o musical, por lo que desde la ritmicidad de su narrar, permite el entretenimiento y el gozo de los niños y niñas que lo puedan leer o escuchar.
Es una obra para ser leída y dramatizada, en voz alta, desde una gesticulación armónica, de una compás de su modulación viva y equilibrada, teatralizada, con el objetivo conllevar al público que escucha, a entretenerse y deleitarse.
Ese es un libro para niños y niñas, para ser vivido o asumido, desde un deleitar, enseñando, y un enseñar, deleitando.
Y colorín colorado, escuchemos, e imitemos esta lección de la reintegración vital de lo humano: Querramos vivir siemore en "El País de los Dulces, y luchemos, juntos, contra "El País Salado".
Esa es la gran lección de vida que nos deja, desde una moraleja ética, dicha o narrada, con armoniosa expresión estética.