La gran verdad que pese a ser uno de los escritores más inmenso y gran poeta de la primera mitad del pasado siglo veinte, el extraordinario Ezra Pound, es un gran desconocido entre los lectores dominicanos, sobre todo entre los jóvenes aficionados o no a la lectura y sobre todo en el ambiente literario.
Ezra Weston Loomis Pound, fue un poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense perteneciente a la llamada ¨Generación perdida¨, Ezra Pound se dedicó al rescate de la poesía antigua para ponerla al servicio de una concepción moderna, conceptual y al mismo tiempo universalizar la potencialidad de su gran conocimiento oculto en ella, traduciones de la literatura China, japonesa, griega y otras nacionalidades e idiomas se la lego al mundo occidental.
Ezra Pound, nace en el seno de una familia tradicional clase media Norteamérica el 30 de octubre de 1885 en Hailey, Idaho, Estados Unidos, con apenas un año de nacido, su familia se traslada a vivir a Filadelfia, en donde se forma en la escuela elemental y en universitario estudiando Literatura en la Universidad de Pensilvania, allí en su país natal vivió hasta 1908, a la edad de 23 años se trasladó a residir en Londres Inglaterra, allí vivió por 12 años. Su reputación quedó establecida en Inglaterra nada más con publicar el libro de poesía Personae (1909).
De Inglaterra sale en 1920 contando con apenas 32 años y todo un mundo periodístico, académico, cultural, intelectual y literario se va a vivir a la ciudad de París, donde residió durante 4 años, allí llegó a ser líder del círculo literario de exiliados estadounidenses, entre los que se encontraban Gertrude Stein y Ernest Hemingway. Además de trabajar para la revista literaria estadounidense The Dial, tradujo literatura del italiano, del chino y del japonés, y escribió varios libros de crítica y poesía, entre ellos Hugh Selwyn Mauberly (1920).
En 1924 se estableció en Rapallo (Italia), donde continuó trabajando en 'Los Cantos', obra comenzada en 1915, este autor llego a publicar más de 40 obras o títulos a lo largo de toda su vida, hasta que falleció 1 de noviembre de 1972, en Venecia, Italia a causa de una enfermedad gastrointestinal
Por todo lo antes comentado es que muchos otros que han intentado o se han auto obligado a tener que leerle por la necesidad inevitable que le impone el círculo en el que interactúan, lo han encontrado, un escritor difícil, tedioso, aburrido y de poco darse entender al lector común de estos días. Pero Pound nunca podrá ser entendido por los que no buscan la poesía fundamental.
Por todo ello, y sobre todo por el alto nivel de desconocimiento de los jóvenes poetas y los no tan jóvenes escritores que dejamos de este grande de la literatura universal, es al cierre de este corto y sencillo relato nos hemos propuesto dejar como anexo algunos de los poemas más significativos, de los que han sido traducido al español, la gran mayoría por Rafael Vargas y otros por Laura Di Verso.
Con ello, tan sólo busca un encuentro/reencuentro del lector con los versos de uno de los poetas y escritores más influyente en pasadas generaciones y uno de los más inmensos poetas de habla inglesa en la literatura universal.
No esperamos, que al leer a Pound se caigan las campanas de los silencios tristes, y mucho menos que puedan habitar en el alma del lector la misteriosa y embrujada existencialidad que tuvo que vivir, aunque sin dudas fue la más alta nunciatura de su majestad literaria en pasado siglo.
Un pacto
Yo hago un pacto contigo, Walt Whitman.
Ya te he detestado lo suficiente.
Llego a ti como un niño crecido
Que ha tenido un padre testarudo;
Ya tengo edad para hacer amigos.
Fuiste tú el que partió la nueva leña,
Ahora es el tiempo de tallar.
Nosotros tenemos la raíz y la savia:
Que haya intercambio entre nosotros.
El desván
Ven, apiadémonos de los que tienen más fortuna que nosotros.
Ven, amiga, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.
La aurora entra con sus pies diminutos
como una dorada Pavlova,
y yo estoy cerca de mi deseo.
Nada hay en la vida que sea mejor
que esta hora de limpia frescura,
la hora de despertarnos juntos.