La educación secundaria en el empobrecido Pedernales de la frontera sur de República Dominicana no cayó del cielo ni fue iniciativa de la Secretaría de Estado Educación (hoy Ministerio).

En esta comunidad agrícola con dos parques nacionales (Sierra de Baoruco y Jaragua) que copan casi el 68% de los 2,080 kilómetros de su territorio, yacimientos de bauxita sobreexplotados y ahora bajo rumores de explotación de las apetecidas “Tierras Raras” a la par con el experimento turístico, después de muchos esfuerzos, a inicios de los sesenta el límite quedaba en el octavo grado.

El resto era escoger entre quedarse medrando en las calles, aferrarse a la agricultura rudimentaria, engancharse a guardia o viajar para formarse y quebrar el empobrecimiento. Una hazaña que solo los osados podían acometer.

Liceo Pedernales. Foto de Luis E. Acosta.

Completar el bachillerato implicaba viajar al menos cinco horas en auto por carreteras peligrosas hasta Duvergé, provincia Independencia, o Enriquillo, Barahona. O mudarse a la capital. Ni soñar con estudios superiores porque en la región suroeste tampoco había universidades.

“Fíjate, yo hice el sexto en el nuevo edificio de la Duarte frente al hospital. Estaba en su apogeo el Concordato con la Iglesia Católica y habían llegado unas altagracianas en el verano del 1959, y decidieron acoger los tres niveles superiores de la escuela primaria (5to. 6to. y 7mo.). Pero en enero de 1960 las cosas comenzaron a ponerse difíciles a la dictadura de Trujillo y el baile con la Iglesia comenzó a deteriorarse. En fin, las altagracianas solo pudieron completar los años 1959 y 1960”, relata el ingeniero Tony Bretón, 76 años.

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Liceo de Pedernales. Foto de Luis E. Acosta.

Y precisa: “Por suerte para nosotros, se había develado el complot de los sargentos, y parece que Chichí Bigote, que era sargento, había sido involucrado. Heráclito era sargento también y compartían el apellido Adames. Ambos fueron expulsados de las FF. AA. y llegaron a Pedernales. Heráclito era estudiante de Derecho en  la UASD junto a Mon Suberví. Entonces continuaron sus estudios como alumnos libres y sólo iban a examinarse. Así que en el año siguiente 1961-1962 ellos impartieron séptimo y octavo. Yo hice el séptimo con Heráclito y el octavo con Mon. Varios de mis compañeros partieron, unos hacia Duvergé, otros hacia el Loyola y otros hacia Artes y Oficios”, explica.

Ante la incertidumbre, Juan Pérez y Pérez (Dulce Picú) se fue a Duvergé; Luis Enrique Sena Mercedes (Neorado), a Artes y Oficios, y su hermana Falia, como maestra, logró colocación.  Luis Rafael Pérez Heredia (Lulú) estudió libre en el municipio Enriquillo y, como bachiller, marchó a la capital para estudiar en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, por una beca otorgada por la minera Alcoa Exploration Company.

“Todos los demás nos quedamos vagos en Pedernales, en ese año. Entonces, en 1964 o principios del 65 se produjo la visita de una comisión de estudiantes a la Secretaría  de Educación a reclamar la oficialización del bachillerato”, acota.

Lucila Celeste Díaz Pérez (Chuchita) fue parte de una comisión en los años 60.

Ante la incertidumbre, Lucila Celestina Díaz Pérez (Chuchita), 82 años; Alcibíades de Jesús Méndez (Bobollo), fallecido; Ramón Francisco Pérez (Ramón Timita), fallecido, entre otros, cogieron bártulos y viajaron a Santo Domingo para diligenciar en Educación Bellas Artes y Cultos la instauración del bachillerato.

La memoria juega a la maroma a Chuchita. Pero ella se esfuerza en dominarla. Reafirma que viajó a la capital como parte de una comisión.

Epifanio Reyes Nin, exseminarista, profesor de Álgebra y Trigonometría.

“Sí, fuimos. Pero no recuerdo bien porque hace demasiado tiempo de eso. Yo era la más chiquita y me colé, me colé. Recuerdo que lo aprobaron de una vez. Era un buen grupo, y yo era demasiado fresca; entonces, cuando algunos no querían hablar, yo venía y cogía el tema. Por eso yo fui que hablé más. Nos atendieron muy bien y nos trataron como una visita de verdad. Me viene a la mente una profesora, no sé si es porque era mi profesora: Falia, muy buena. Casi nadie era nacido de Pedernales porque Pedernales era una tierra de nadie. Duvergé se apoderó y toda la gente de Pedernales se formó de la gente de Duvergé.

PREÑEZ Y PARTO BAJO TENSIÓN

Heráclito Ducledes Peña Adames, primer director-profesor y fundador del Liceo Pedernales.

Un documento del 13 de febrero de 2022 firmado  por el profesor Heráclito Ducledes Peña Adames, describe el proceso de creación del centro.

En 1963 el propietario de la farmacia Santa Rosa,  antitrujillista Elpidio Montes de Oca (Pillo), hizo el primer intento para la impartición de docencia en el nivel secundario a algunos jóvenes que habían terminado el octavo curso, entre ellos Rafael Pérez Heredia (Lulu), pero el proyecto fracasó.

Felipe Sena Jiménez, exseminarista, profesor de Literatura.

En diciembre del siguiente año, 1964, comenzó a operar como  liceo semi-oficial Pedernales, desde las 5:30 de la tarde hasta las 9 de la noche, en el local de la Escuela Primaria e Intermedia Hernando Gorjón, en la avenida Duarte, frente al hospital Elio Fiallo. La asignación del horario nocturno se debió a que parte del personal docente también impartía de día en la escuela.

Los primeros maestros fueron: Heráclito Ducledes Peña Adames, quien también fungía como director; Ramón Emilio Suberví Pérez, Nelo Adames Heredia; Milcíades Mancebo Pérez (Lupito), Jaime Cornielle González y Vetilio Peña Mercedes.

Las autoridades de Educación del momento eran: Rogelio Delgado Bogaert, secretario de Estado de Educación; Francisco Abreu Reimen, director regional; Vetilio Peña Mercedes, director del Distrito Escolar 1; Eunice Félix Cabrera, directora de la escuela primaria e intermedia Hernando Gorjón.

El primer aporte económico para la puesta en funcionamiento del liceo lo hizo el ayuntamiento en la sindicatura de Bienvenido Morillo, y fue de 100 pesos a título de donación. Luego, tras reclamos, la Secretaría de Estado de Educación Bellas Artes y Cultos asignó 150 pesos mensuales a partir de 1965.

Prof. Ramón Suberví.

En su lucha, los organizadores lograron que la minera estadounidense que explotaba los yacimientos de bauxita y caliza en la provincia, Alcoa Exploration Company, a través del gerente general Patrick N. Hughson, asignara una subvención de 90 pesos cada mes, cantidad que fue incrementada a 900 pesos. Las aportaciones eran entregadas por el empleado Manuel Pool Jonhson.

Los primeros exámenes del primer teórico, único curso con que comenzó a operar el liceo, fueron supervisados por el director regional, y para darle carácter oficial el secretario de Educación dispuso que todas las actas de exámenes, después de legalizadas, fueran depositadas en el Liceo Secundario Federico Henríquez y Carvajal de Barahona, dirigido por el profesor Alejandro Lebreault.

Manuel Sixto Pérez (Blanco), profesor de Lengua Española y exdirector.

Los estudiantes que iniciaron el primer examen del inicio del liceo semi-oficial Pedernales fueron, son: Clara Ivón Tejeda Méndez, María de los Santos Acosta Sena (Santo Color), Eusebia Reyes Recio, Ramón Antonio López Mancebo, Benjamín Pérez Adames, Ramón Francisco Pérez Céspedes, Euclides Moreta hijo (Weky), Luis González Medrano, Eugenio Elías Acosta Sena, Fabián Pennard, Ángel José Jiménez, José del Carmen Adames Vólquez, Jesús Nicanor Polanco Peña, Siria Magalis Pérez Mancebo y Librada Pérez Peña.

Profesor Manuel Peña (Con lentes) sustituyó a Blanco en la dirección. Les acompañan Rafael Berroa, Amadis Fernández, Juan Pérez, Bernardo Pérez, Heroino Pérez Medina.

Otros: Samuel Herrera Báez, Bruselas Ostrín Pérez y Pérez, Geremias Adames Vólquez, Julio Hernández Féliz, Aldemar Molina, Alcibíades de Jesús Méndez López (Bobollo), Eurides Jorge Dotel Pérez, Andrés Saturnino Mancebo (Tunino), Ramón Bienvenido Pérez, Heroíno Pérez Medina, Wilfredo Eberto Medrano Méndez (Bifí), Rafael Cuevas Rubio, Aurelina de los Remedios Méndez, Altagracia Pérez Sierra, Rafael Cuevas Rubio y Víctor José Veras López.

Parte de los que pasaron el primer examen y, junto a  otros que habían hecho el primer teórico en otros pueblos, conformaron el segundo teórico, el 2 de noviembre de 1966. Otros marcharon a la capital en pos de sus objetivos y metas.

Integraron el segundo: María Lelis Segura, Wilfredo Eberto Medrano Méndez, Ernestina Julia Hernández Féliz, Benjamín Pérez Adames, Eugenio Elías Acosta Sena, Milagros de la Altagracia Pérez Méndez, Andrés Saturnino Medrano Méndez, Ignacia de los Milagros Medrano Méndez, María Engracia Pérez Matos (Diana Camilo).

El 2 de noviembre de ese mismo año se inscribieron en el primer teórico: Osvaldo Alcántara, Salvador Aníbal Reyes, Lorenza Tejeda Moquete, Elsa Altagracia Pérez y Pérez (Elsa Curú), María Francisca Féliz Terrero, Fernando Segura Pérez, Domingo Muñoz Pérez (Chamaco), Claudia Ivelisse Tejeda Reví, Perla María Pérez Heredia (Perlina), María Betty Pérez Adames y María Severina Pimentel.

Pastor Roberto Méndez, primer maestro (1928). El Liceo en Artes lleva su nombre.

Elsa Pérez hace memoria sobre aquel momento. “Primero teníamos como profesores a Lupito, Víctor Ramírez (Víctor Jarrete o Víctor Bartola). En segundo, ya en el otro local aunque seguía siendo nocturno (en la Libertad, entrada del pueblo), teníamos a Pineda Mosquea, Eddy de Vásquez y el francés lo impartía el padre Juan Domenech. Recuerdo que de los primeros graduados de bachiller fueron: Heroíno, Pái, Ostrín, Geremias, Santo Color y Weky”.

En el mismo 1966 se oficializa el liceo secundario de municipio Enriquillo y, según resalta el profesor Adames, “cuando llega la fecha de los exámenes generales de ese año, logramos que un grupo de profesores de allí viniera a Pedernales para impartir los exámenes correspondientes”. Asegura que casi siempre venían los profesores Rafael Vilomar Montes de Oca, Juan de Dios Montes de Oca Vilomar, Román Vilomar, Abelardo Samboy, José Pérez y otros”.

En 1967, durante el gobierno de Joaquín Balaguer, comenzó el tercer teórico en Pedernales. Estaba en pie la persecución ideológica y la represión contra miembros y simpatizantes del poderoso Partido Revolucionario Dominicano, presidido por el profesor Juan Bosch, y de la izquierda.

El profesor José Dolores Almánzar fue enviado a Pedernales como inspector de Educación. El profesor Heráclito Ducledes Peña Adames asegura que seguido comenzó la persecución de los profesores vinculados al PRD. El inspector alegó una resolución de Educación que prohibía a maestros con dos tandas impartir docencia en el liceo semioficial, y solicitó la renuncia del director Peña Adames. Corrieron con la misma suerte, Nelo Adames Heredia y Ramón Emilio Suberví.

La profesora María Núñez (esposa del teniente Nin, del Ejército), fue designada como directora en sustitución de Peña Adames. Ingresaron como docentes: el agrimensor Miguel Nelson Fernández, el doctor Casimiro Adolfo Pineda Mosquea (luego fiscal), Milcíades Mancebo Pérez (Lupito) y Leonte Pérez (nativo de Cabral).

El contexto estaba signado por la guerra de abril de 1965 dirigida por Francisco Alberto Caamaño de Deñó para restablecer en Palacio al presidente constitucional Juan Bosch, quien había sido derrocado el 25 de septiembre de 1963, siete meses después de su jura, por un complot encabezado por militares retardatarios apadrinados por la Iglesia, los empresarios y Estados Unidos.

Como parte de los actos de fundación de la provincia (1 de abril de 1958), el gobierno de Trujillo había inaugurado viviendas, la iglesia, el hospital y los edificios para la escuela primaria (en al Duarte) y el colegio o liceo, en la Libertad, a la salida del pueblo, locales que hoy siguen ejes fundamentales para la educación en la ciudad.

NUEVOS BRÍOS EN EL SUR  

El Liceo Secundario Pedernales sería oficializado en 1968, año en que celebró la primera investidura de bachilleres.

En la primera camada de graduados resaltan: Euclides Moreta hijo (Weky), Eurides Jorge Dotel Pérez, Heroíno Pérez Medina, Aldemar Molina Matos, Víctor José Veras, Samuel Herrera Báez, Geremias Adames, María de los Santos Acosta, Bruselas Ostrín Pérez y Pérez, Julio Nelson Hernández Féliz, Luis González Medrano (Pái), Ramón Bienvenido Pérez.

Más profesores ingresarían, entre ellos, Manuel Peña, Epifanio Nin, Felipe Medrano, Rafael Berroa, Ostrín Pérez, Fausta Pérez Heredia, Ignacia Medrano, Heroíno Pérez Medina, Lilila Pérez (Lilila Chambote), Guillermo Polanco, Bernardo Pérez (Apó), Amadis Fernández…

Andrés Pérez y Pérez (Chichicito), ingeniero civil, valora los aportes del Liceo en la formación de decenas de estudiantes del pueblo.

“Entré en 1970, el último  año en que el liceo funcionó de noche. Los profesores eran Manuel Sixto Pérez  (Blanco), Casimiro Adolfo Pineda Mosquea, Teudis Mauris Pérez y Pérez, quien fue director y luego sustituido por Livio Moquete; Manuel Casimiro Mercedes (Manolo) y Luis Medrano González (Pái)”, refiere.

En 1978, estudiantes  se movilizaron en el centro en protesta por la represión del Gobierno balaguerista. Agresivos agentes policiales tirotearon el edificio. Las protestas se agravaron y los estudiantes reclamaron la destitución de la directora la directora Núñez, por considerarle responsable del ataque y la persecución de los  estudiantes.

Ante la tensión, el secretario de Educación Bellas Artes y Cultos Julio César Castaños Espaillat aceptó recibir  en  su despacho de la capital una comisión para tratar la crisis.

La delegación fue integrada por los profesores Epifanio Nin (Fano), de Trigonometría y Álgebra; Felipe Sena Jiménez, de Literatura, y el estudiante Bartolo Pérez. Y sin pérdida de tiempo viajó hasta el Distrito Nacional.

Ya en el despacho, los comisionados describieron el conflicto y plantearon la posición definitiva para la solución: la destitución inmediata. Él, que había escuchado atentamente, se comprometió a cumplir con la demanda y cuando se despedía y deseaba a la comisión buena suerte la carretera, el estudiante Pérez le increpó: “Esperamos que no hagan como los demás funcionarios, que prometen pero no cumplen”.

El funcionario se devolvió paciente y pidió que le miraran a los ojos, mientras colocaba la mano derecha sobre el hombro derecho del reclamante, y puntualizó: -Mire, joven, váyanse tranquilos. Entiendo su preocupación, es cierto que muchos políticos actúan así, pero en este caso no será igual”. La comisión apenas llegaba al pueblo cuando el funcionario ya había emitido la resolución de cancelación. Fue nombrado en su lugar el profesor de Lengua Española y Francés, Manuel Sixto Pérez (Blanco). 

Blanco ha cumplido 76 años. En 1971 ingresó como profesor de la asignatura Francés al sustituir al doctor Casimiro A. Pineda Mosquea, quien había sido designado fiscal. Además impartió Lengua Española y Educación Cívica. Está pensionado desde 1988 y le sustituyó como director el profesor Manuel Peña.

Recuerda la represión del régimen contra los estudiantes, los tiros a la edificación en 1978. Dice que se habían formado la Asociación Dominicana de Profesores y la Federación de Estudiantes, las cuales fueron usadas como medios de protesta contra el régimen.

“Entonces, cuando protestaban, las autoridades enviaban las fuerzas represivas. Mi experiencia como profesor fue muy buena. Fue la mejor etapa de mi vida el poder formar y ver crecer jóvenes es mi mayor logro”, comenta un Blanco.

El exgobernador provincia Leovigildo Méndez (Rubio Gelín) hizo el primer teórico en 1969, segundo y tercero en los años subsiguientes.

“En el 71, siendo Teudis director, Víctor Méndez (Tombo) y yo, como estudiantes, fuimos con él en comisión hasta Educación para gestionar unos pupitres, pizarras y butacas… Recuerdo que Ramón Bienvenido Pérez (Ramón Pérez Rocha) era secretario del liceo y lo cancelaron porque decían que él era comunista, y nosotros los estudiantes alegamos que no era comunista nada, que era hijo de un guardia, Pérez Rocha, y que él no desobedecía nunca a su papá… Entonces, el secretario de Educación de ese momento, Víctor Gómez Bergés llegó al liceo y subió a la Dirección, en el segundo piso, y Ramón, sin saber, le mandó atención como un guardia. Entonces, Gómez Bergés se dio cuenta que no era comunista, y lo repuso”, relata.

Luego de la oficialización, el liceo ha tenido varios directores: Cástulo Ledesma, Teudis Mauris Pérez y Pérez, María Núñez de Nin, Manuel Sixto Pérez (Blanco), Manuel Peña, Julio Díaz Terrero, Mairení Féliz Sánchez.

Y docentes como Felipe Sena Jiménez, Epifanio Nin, Rafael Berroa, Manuel Sixto Pérez, Ignacia Medrano, Ostrín Pérez y Pérez, Fausta  Pérez Heredia, Luis Medrano González (Pái), Manuel Mercedes (Manolo), Guillermo González, Lilila Pérez.

“Recuerdo en la intermedia a Danubia Pérez, Ostrín, Fausta Pérez Heredia, Firgia Maritza Méndez (Tismari), Isabel y Heroíno… Más que maestras eran formadoras y nos veían como sus hijos. A la fecha de hoy cuando veo a esas mujeres y me tratan como un hijo”, afirma el contador Rafael Reyes,

EN LA LIBERTAD

Prof. Heroino Pérez Medina propuso designar Pastor Roberto Méndez al Liceo en Artes.

Aunque el liceo comenzaría más tarde y de manera nocturna, la edificación fue entregada el mismo día que la escuela primaria urbana Hernando Gorjón, como parte de las nuevas obras de los actos de la inauguración de la provincia el 1 de abril de 1958. Sólo la profesora Irlanda Hernández estrenó una de sus aulas con las clases de economía doméstica.

Los edificios originales del liceo y la escuela Hernando Gorjón tienen características similares, con las aulas en los laterales y oficinas de dirección en el segundo nivel. La verja perimetral fue construida luego.

En el lateral noroeste del patio del liceo fue construida una cancha rústica y hacia el noreste hubo emprendimientos de huerto. La arboleda que a la vuelta de los años ha cubierto la fachada, en general, fue sembrada por estudiantes en la segunda mitad de los años 70 como parte de una jornada de reforestación.

En 2003, la infraestructura fue ampliada y remozada por Arquitectos sin Fronteras, a petición de la ONG Araucaria, para que funcionara en dos modalidades: Técnico Profesional y Media General. Julio Díaz Terrero era director en funciones.

Dos años después fue objeto de otra remodelación por parte del Ministerio de Educación. Bienvenido González Pérez hizo de director interino en 2008 y luego, como segundo director bajo el código existente, asume Mairení Féliz Sánchez. El primer director en esa fase fue el maestro Manuel Peña.

En agosto de 2008, separan las modalidades. La de media general pasa a horario de 2 p. m. hasta 6 p. m.

El nuevo nombre del centro provino de una propuesta del profesor Heroíno Pérez Medina durante una asamblea celebrada en 2008 en la gestión de Mairení Féliz. Justificó su propuesta en que Pastor Roberto Méndez fue el primer maestro llegado a la zona el 14 de febrero de 1928, junto a su hermana la maestra Felicia Méndez Vólquez, tras ser designado maestro director dela escuela rudimentaria rural fronteriza

En 2014 se establece la división de los planteles. El liceo técnico Luis Medrano González (Pái) se retira a sus nuevas instalaciones, mientras el Liceo Pastor Roberto Méndez asume la responsabilidad de los archivos en el nivel secundario, desde 1964.

El Centro Educativo Pastor Roberto Méndez finalizó el año escolar reciente con 660 estudiantes en 21 secciones y 19 aulas y dos laboratorios, con 31 docentes, pero urgido  de cuatro aulas y seis maestros para el área de Artes y tres para la Académica, ha  confirmado la directora Faustina Romero Peña (Kenia).

“En 2016 este centro resultó ganador de su propuesta de buenas prácticas del manejo del tiempo a nivel distrital. En 2017 fue acogido a nivel regional y más tarde a nivel nacional”, puntualiza su directora.

El politécnico Luis Medrano González (Pái) es dirigido por el joven profesor Emilio José Méndez.

Según el exdirector Jacobo Acosta Urbáez, comenzará en breve el año escolar con al menos 270 estudiantes en 11 secciones en diez aulas (el laboratorio se habilitó como aula)  y 17 profesores. El comedor apenas tiene capacidad para 60 comensales. Necesitan que el área de la cancha sea techada para convertirla en multiuso; un hangar para guardar maquinarias y equipos agropecuarios, y agua potable (solo reciben de pozo).

Hay consenso en que se necesita un nuevo liceo técnico porque se debería matricular la mayoría de los estudiantes de los últimos tres años de segundaria, puntualiza Acosta Urbáez.

"Aquí estamos restringidos, eran diez secciones de 30 y 35 muchachos y ahora las llevamos a 11 a puro tablazo, utilizando un laboratorio porque nada más tenemos diez aulas”.

El politécnico suspendió hace dos años  la especialidad de Acuicultura para entrar al servicio gastronómico conforme el desarrollo turístico, pero nada ha pasado.

“Se iba a habilitar un área para los talleres y la cocina, y fíjate, han pasado dos años y no ha podido comenzar, aunque los equipos supuestamente están comprados. Es una necesidad urgente para nosotros. Ahora solo estamos con Informática y Agropecuaria”, enfatiza.

Conforme el X Censo Nacional de 2022, la provincia Pedernales tiene 34,375 habitantes. Es la menos poblada del territorio nacional, pese a que es la séptima más grande en superficie.

El 37 por ciento de su población es muy pobre y el 57 por ciento, pobre, según los datos que manejan técnicos al servicio del Gobierno. El acceso a los servicios y otras facilidades para la vida ahondan la vida azarosa en esta comarca.

La UASD y la Universidad Católica Tecnológica de Barahona se han instalado en el municipio a partir de las perspectivas del oficial proyecto de desarrollo turístico de Pedernales en ejecución con fuerte orientación hacia Cabo Rojo.

ESTUDIANTES MACANA

Luis Medrano Gonzalez (Pái). El liceo técnico lleva su nombre.

El maestro Luis Medrano González (Pái), profesor de Historia, era puntual, metódico, no solía reírse y en sus discursos tartamudeaba a ratos. Solía usar ironías cuando algunos estudiantes pretendían pasarse de listos con las tareas asignadas. Sus reacciones se han quedado en el imaginario de exalumnos que hoy las cuentan en corrillos y ríen a carcajadas.

Asignaba capítulos enteros del libro de Historia. El día de la clase, con la lista en manos, ante muchos discentes deseosos de que no les tocara, llamaba a exponer los temas y subtemas “de atrás para adelante”. El estudiante que no estudiara en la casa y era llamado, terminaba divagando, “patinando”, usando a menudo el etcétera.

Pái le miraba, el curso se quedaba absorto. Expresaba en tono alto: “Etcétera, el único signo que significa que ya usted no sabe más nada”. Cuando lo hacían bien, exclamaba a viva voz: ¡Ese es un estudiante macana!

Faustina Romero Peña (Kenia), directora Liceo en Artes

Cualquier día tomaba la lista e iba chequeando número por número mientras se acercaba a cada estudiante. Ante el poco aplicado, de espalda, exclamaba con una voz que retumbaba en las paredes del aula: ¡Aquí hay gente que cuando me ve, desea convertirse en tocones, en ceniza, para que yo no la vea!

A los jóvenes a quienes les sorprendía la mayoría de edad sin pasar de cuarto o quinto curso de primaria, él les formaba en el “octavo preparatorio” y les llevaba a tomar el examen que impartía Educación. Ayudaba a reinsertarles en el sistema educativo.

Pái no era un intelectual. Pero hasta la muerte mantuvo el espíritu de acompañar al estudiante interesado en pasar las barreras de la ignorancia y del empobrecimiento. Murió 16 de mayo de 1989, con 60 años.