El laberinto de los espíritus es el final de la saga iniciada con “La sombra del viento,” en que Carlos Ruiz Zafón utiliza los libros como parte del elenco de la novela. En una narrativa vigorosa, que casi cobra vida por sí misma, permeada de acontecimientos históricos en la Barcelona de finales de los años cincuenta. El autor muestra unos personajes maduros, que manejan sus miedos, temores del pasado, que sobreviven en medio de las consecuencias de sus acciones. En un contexto que se percibe el accionar del poder político, imponiéndose en una población vulnerable, sin opciones para escapar. El suspenso forma parte del contexto, y evidencia la madurez del elenco, propiciando la aparición de nuevos tópicos, sin ignorar los abordados en la novela anterior de la que forman parte.

En esta oportunidad, Ruiz Zafón le confiere el rol protagónico a Alicia Gris, la que tras sufrir los embates de la Guerra Civil se refugia en la lectura, como forma de escape a la orfandad. Convirtiéndose en una sagaz e inteligente mujer, capaz de observar lo que para la mayoría de los mortales pasaba desapercibido, razón por la cual Leandro, encargado de investigación policíaca; bajo la máscara de protección de padre, la expuso a estrategias que desarrollaron en ella competencias investigativas. Esto con la finalidad de utilizarla como recurso humano, en servicio para el régimen. Leandro poseía grandes dotes en estrategias para extraer información confidencial, manipulando a las personas, camuflando sus verdaderas intenciones.

Su protector subestimó las habilidades de Gris, pensando que no era capaz de tomar sus decisiones y que podía eliminarla cuando decidiera no trabajar para él. Sin embargo, ella bajo la imagen de frágil mujer, que padecía pujantes dolores en su espalda baja, expuesta a la explotación laboral, inducida en el ámbito de los narcóticos, fue capaz de descubrir el plan que había fraguado para eliminarla; por lo que decidió sorprenderlo en su refugio y pedirle explicaciones. Los hechos condujeron a la muerte de quien fue su explotador durante muchos años.

Zafón exhibe entre ficción y realidad las crueldades de que es capaz el ser humano, cuando tiene poder económico, bajos niveles educativos y desconoce lo que es ser empático. De igual modo, los efectos que puede arrastrar la población después de un conflicto bélico, la violación de los derechos humanos, el enriquecimiento ilícito, el tráfico de influencia, y las relaciones amorosas, propias de los seres humanos, aunque sean tiempos de guerra. El amor siempre tiene espacio donde sea que haya una persona, el sicariato, el deseo de adquirir bienes económicos sin importar los medios para conseguirlo. Este último, estilo de vida de individuos inescrupulosos que penetran a cualquier ámbito institucional.

Por otro lado, la novela aborda las dificultades que enfrenta quien decide vivir de la escritura, en un espacio donde un régimen estrangula a la población por mantenerse en el poder; como ocurrió con la dictadura de Francisco Franco, en España. Escenario recreado en múltiples obras, esto con el fin de divulgar las atrocidades cometidas durante el régimen; en el que secuestró la libertad de expresión y la alegría de vivir durante más de cuatro décadas. La población se acostumbró a caminar por las calles con el miedo como piel adherida a los músculos. Cuando ocurrió su muerte, en vez de provocar episodios de alegría, se incrementó el temor producto de la censura y represión con que se vivía, sin líderes de oposición, porque eran ejecutados.

El laberinto de los espíritus es una novela entretenida para quienes desean sumergirse en el mágico mundo de la lectura. Refugio como forma de escapar a la tristeza, el abandono y las penurias que le trae la vida. Sutiles estrategias para amantes de la escritura literaria y una época dolorosa para los españoles, la forma de operar de algunos militares al servicio de régimen dictatorial.

Minerva González Germosén en Acento.com.do