La Asociación Dominicana de Prensa y Crítica Cinematográfica (ADOPRESCI) realizó el pasado jueves la IV entrega de sus premios, acto en el que su presidente, Dahiana Acosta, pronunció un discurso del cual reproducimos, a continuación, algunos fragmentos:
“A manera de recapitular… ¿Qué es ADOPRESCI? ADOPRESCI es una organización de gestión colectiva, que tiene como finalidad agrupar a los profesionales que se dedican de manera sistemática en medios de comunicación, impresos, digitales, radiales, televisivos u otros disponibles, a la crítica, prensa cinematográfica y prensa especializada en cine. En 2019, atendimos el llamado de Alfonso Quiñones, para que nos agrupáramos, ya que los especialistas de la industria se estaban organizando y nosotros debíamos hacerlo también. Y aquí estamos.
Cuando definimos ADOPRESCI muchos no comprenden lo de la gestión colectiva, ni nuestra misión alejada del foco del espectáculo, ni nuestra vocación de sencillez, que nos obliga a la disección de la obra cinematográfica, discutirla, revisitarla y comentarla como en aquellos tiempos que había que salir a predicar la palabra. La crítica en sí misma es una especie de sacerdocio, porque el ejercicio con criterio y en procura de un cine de calidad, necesariamente nos aleja de las tentaciones (o tratamos) y reprendemos el interés que a veces nos rodea. El cine, es lo único que nos importa, es decididamente, una pasión.
A todos, que nos une y nos separa el amor por el cine, y que entendemos la importancia de lo que hacemos, lo que queremos hacer este premio entre nosotros, por todo el tiempo libre robado, muchas gracias.
Mucho se habla de los grandes logros que ha obtenido nuestra todavía joven industria cinematográfica, logros que exponen sus defensores, mientras que sus detractores los golpean con el desconocimiento. Nuestra visión como crítica se enfoca en algo diferente, ya que, a diez años de la ley, todavía nuestro cine dominicano no ha sabido construir su audiencia. Los países de la región que tienen leyes parecidas a la nuestra, con más tiempo en vigencia, se encuentran ahora en esa disyuntiva, porque al crearse el incentivo nace la industria. Sin embargo, ese éxito no se traduce en la distribución y exhibición.
Por tanto, el incentivo de hacer la película se traslada hacia la meta final de toda obra artística, su difusión y su divulgación. Nuestra ley, desde mi punto de vista, amerita una conversación que incluya el fortalecimiento institucional y operativo de su regulador DGCINE y el desarrollo hacia la distribución y exhibición de nuestra Cinemateca, el único lugar por el que los cinéfilos ateos rezan.
Estas leyes, que el Estado utiliza como instrumento para desarrollar aquellos sectores que ameritan su industrialización, encierran en sí mismas una responsabilidad social hacia lo público. En lo que el hacha va y viene, y se concretiza el proyecto de esta sala, usted hizo su película. Es por ello que todas las películas que se hagan con la ley deben reposar aquí, una vez agotado su ciclo de distribución convenida, para que empiece así la construcción en pro de nuestra cultura cinematográfica, porque las películas se hacen para verse y para deshacerlas conversando, poniéndolas en su justo contexto y acercándolas a la gente que reflejan.
Esa conversación se fortaleció el pasado 2022, año que estamos reconociendo esta noche, en el que tuvimos 25 películas estrenadas comercialmente, de las cuales, las más destacadas premiaremos hoy. Esta selección es un gran aporte a la construcción de la identidad del cine dominicano, que a lo largo del 2022 tuvimos la oportunidad de mostrar estas películas, de conversarlas con la gente en los cineforos realizados, tanto aquí en Cinemateca que a la fecha contabilizan la asistencia de 1,574 personas, siendo el ciclo más popular “Somos directoras” y Mis 500 locos, de Leticia Tonos, la película de mayor asistencia. Asimismo, las proyecciones que realizamos junto a nuestros amigos del Centro Cultural Banreservas, con quienes proyectamos el Segundo Ciclo de Cine Dominicano con 12 películas que incluyó lo mejor del cine 2022, cada noche a casa llena.
Esta noche le dedicamos un homenaje a estos creadores, los cuales destacamos en la exhibición Metáforas que pondrán disfrutar hasta el mes de agosto (*). Disfruten este encuentro íntimo que con mucho respeto y dedicación hemos creado, son ustedes los protagonistas de esta noche”.
NOTA DE JH: Esta es la lista de los premios:
Mejor documental: Vals de Santo Domingo, de Tatiana Fernández Geara.
Mejor película de ficción: Una película sobre parejas, de Natalia Cabral y Oriol Estrada.
Mejor dirección: Natalia Cabral y Oriol Estrada por Una película sobre parejas.
Mejor actor: Ettore D’Alessandro por La Encomienda.
Mejor actriz: Magnolia Núñez por Carajita.
Mejor guion: Carajita (Ulla Prida, Ulises Porra y Silvina Schnicer).
Mejor fotografía: Carajita (Sergio Armstrong e Iván Gierasinchuk).
Mejor sonido: Carajita (Franklin Hernández y Nahuel Palenque)
Mejor edición: Una película sobre parejas (Aina Calleja y Javier García Lerín).
Mejor diseño de producción: El país de las últimas cosas (Wilhem Pérez).
Mejor musicalización: Mosh (Andrés Rodríguez)
Además, se otorgó de manera póstuma el Reconocimiento Especial Personaje de la Industria Cinematográfica al maestro Claudio Chea, “por dejar una huella indeleble a través de la maestría de su arte y por aportar al desarrollo de la identidad visual del cine dominicano”. Su hijo, Pablo Chea, lo recibió muy agradecido manifestando: “gracias a ADOPRESCI por este reconocimiento a mi padre, por su labor y profesión. También quiero reconocer la amistad que mi padre tuvo con León Ichaso, recientemente fallecido, porque ellos tuvieron una gran conexión, la cual les permitió trabajar juntos en muchas de las películas que Ichaso dirigió”.
(*) La misma noche de la premiación, ADOPRESCI dejó inaugurada, en el lobby central de la Cinemateca Dominicana, una exposición titulada Metáforas, que estará abierta hasta agosto, la cual plantea mediante un símbolo visual, la representación conceptual de cada uno de los filmes nominados a mejor película de ficción (Bantú Mama, Rafaela, Carajita, La Boya y la premiada Una película sobre parejas), “representados en sus ejes metafóricos que permiten sintetizar las propuestas de las películas en su capacidad semiótica”.