La designación de Robertico Salcedo como ministro de Cultura representa una oportunidad crucial para fortalecer la gestión cultural del país. Su éxito dependerá de su liderazgo, del equipo que lo acompañe y del respaldo que reciba tanto del gobierno como de la comunidad cultural.

Uno de sus primeros desafíos será presentar un plan dinámico e integrador que exponga con claridad su visión, objetivos y metas. Es fundamental que artistas, gestores culturales y funcionarios comprendan y se sientan parte de este proyecto. Se espera que su gestión aporte dinamismo, nuevas ideas y una perspectiva renovada para modernizar y fortalecer el sector cultural, de lo contrario la historia le pasará la cuenta.

Para ello, un primer paso clave sería realizar un diagnóstico detallado de la situación en la que recibe el Ministerio. A partir de ahí, un acercamiento con figuras del arte y la cultura permitiría recoger ideas y propuestas que sirvan de base para su plan de trabajo.

Un aspecto fundamental será la ejecución de un Plan de Acción Cultural que no solo marque la diferencia en su gestión, sino que también contribuya al gobierno de Luis Abinader y fortalezca su propio legado como funcionario público. Este plan podría enfocarse en los siguientes ejes estratégicos:

1-Reactivación legislativa y apoyo institucional

Retomar la Ley de Mecenazgo, clave para incentivar el financiamiento de proyectos culturales.

Impulsar la aprobación del Proyecto de Ley Nacional de Teatro, que busca fortalecer la industria teatral como motor económico y educativo.

  1. Innovación y Tecnología

Crear plataformas digitales para la difusión del arte y la cultura.

Digitalizar archivos históricos y facilitar el acceso a la producción cultural mediante herramientas tecnológicas.

  1. Descentralización y Accesibilidad Cultural

Llevar las manifestaciones artísticas más allá de la capital, impulsando programas culturales en provincias y comunidades marginadas.

Implementar un programa itinerante de la Dirección General de Bellas Artes (DGBA), llevando teatro, danza, música y canto lírico a espacios públicos, democratizando así el acceso al arte.

  1. Economía Naranja y Profesionalización

Promover el emprendimiento cultural y facilitar el acceso a financiamiento para creadores.

Diseñar estrategias para la formación y profesionalización de artistas y gestores culturales, así como la posibilidad de subvencionar encuentros con maestros y reconocidos artistas extranjeros.

Establecer un plan de captación de talentos en escuelas y comunidades vulnerables, ofreciendo formación a jóvenes con habilidades en la música, el teatro y la danza, asegurando así el relevo generacional en las artes.

  1. Fortalecimiento de las Instituciones Artísticas

Dotar de recursos y visión estratégica a la DGBA, cuya precariedad ha limitado el desarrollo de sus compañías nacionales de teatro, danza, música y canto lírico.

Reestructurar la Orquesta Sinfónica Nacional para ampliar su programación anual e incluir giras en el Teatro del Cibao y otras provincias con escenarios adecuados. Esto fomentaría el interés en la música clásica entre las nuevas generaciones.

  1. Colaboración Internacional

Establecer alianzas con organismos culturales globales para la proyección del arte dominicano mediante intercambios artísticos y culturales.

  1. Acercamiento a los gremios artísticos instituidos

Abrir espacios de diálogo y concertación con gremios como Siteard y UDAAA teatrales, promoviendo acciones para el bienestar del arte y la cultura.

  1. Gestión Transparente y Eficiente

Garantizar un uso responsable del presupuesto y una rendición de cuentas clara.

Priorizar la mejora de infraestructura cultural y el apoyo directo a los artistas nacionales.

Si el nuevo ministro coloca la cultura como una prioridad nacional, tendrá todas las condiciones necesarias para transformar el Ministerio de Cultura y consolidar su legado político.

El Ministerio de Cultura tiene ante sí la oportunidad de marcar un antes y un después en el desarrollo artístico del país. La comunidad cultural y la sociedad en general esperan que esta nueva gestión sea dinámica, inclusiva y eficiente, logrando consolidar la cultura como un pilar fundamental del progreso nacional. El esfuerzo y la confianza depositada por el presidente Abinader en este liderazgo merecen un aporte positivo y constructivo en el marco del gobierno del cambio, con un impacto real en el desarrollo cultural y el bienestar de la nación.